Horas extras sin remunerar, despidos “indiscriminados” y demasiada presión. Es lo que denuncian los trabajadores de Makro en Málaga, que se declararon en huelga la semana pasada. Sin embargo, según los sindicatos no es un problema exclusivo de esta ciudad, por lo que al director general de Makro, Peter Gries, se le multiplican los problemas.

Desde CCOO critican la falta de trabajadores en todas las tiendas Makro de España, que son 37, y aseguran que la tensión por miedo a los despidos queda reflejada en Málaga donde, apuntan, los trabajadores hacen horas extra sin remunerar o trabajan en días festivos.

Para colmo, Gries va a tener que hacer frente a las consecuencias del accidente laboral que sufrieron tres trabajadores este mes también en la ciudad andaluza, cuando fueron arrollados por el camión de reparto que da servicio a los clientes en el parking de Makro. Desde los sindicatos lo tienen claro: las medidas de seguridad son insuficientes.

El director general, en el cargo desde septiembre del año pasado, se enfrenta al reto de volver a motivar a sus trabajadores y ofrecer una mejora en las condiciones laborales. Si no consigue calmar los ánimos en Málaga, corre el riesgo de que la crisis se contagie al resto de tiendas en España.

Las cuentas echadas inicialmente por el Deutsche Bank, de sacar unos 2.000 millones de euros por la venta de su filial en España y Portugal, se han ido al traste. Entre problemas societarios con el negocio luso para vender las dos franquicias de manera conjunta y el escaso interés de los potenciales compradores, al final la decisión se limita a desprenderse solo del negocio minorista de la entidad que dirige en España Antonio Rodríguez-Pina. De esta manera, en el mejor de los casos, el cierre de la operación estaría en torno a los 600 millones, en el término medio de la franja establecida por los analistas de Bankinter.

Un precio que estaría por debajo de los en torno a 1.000 millones barajados por los analistas hace unos meses, ante la posibilidad de que CaixaBank fuera la principal baza compradora de la filial española del coloso financiero germano. El Deutsche cuenta en España con 225 sucursales y 2.500 empleados que gestionan más de 15.000 millones de activos de 700.000 clientes, en su mayoría de banca personal, con alta cuota de mercado en fondos de inversión y planes de pensiones, y también con una buena cartera de sicavs bajo gestión.