El ministro de Economía, Comercio y Empresa, Carlos Cuerpo, durante la rueda de prensa tras el Consejo de Ministros celebrado el martes.

El ministro de Economía, Comercio y Empresa, Carlos Cuerpo, durante la rueda de prensa tras el Consejo de Ministros celebrado el martes. Mariscal Efe Madrid

Macroeconomía

El Gobierno fía la subida del 2,5% del PIB en 2025 al gasto público y a que las empresas inviertan el doble

Proyecta la creación de un millón de puestos de trabajo en los dos próximos años. 

Más información: Carlos Cuerpo revisa en dos décimas al alza el PIB de España para el 2025 hasta el 2,6% por la inversión y el consumo privado

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El Gobierno celebra los buenos datos macroeconómicos que presenta España. El cierre del último trimestre del 2024 (+0,8%) permite ser optimistas sobre el 2025. Un PIB que crecerá al 2,6% (dos décimas más de lo previsto) gracias, sobre todo, al aumento de la inversión empresarial y al consumo de las administraciones públicas. 

La actualización que ha llevado a cabo el Gobierno viene sostenida, sobre todo, por el llamado carry-over. Es decir, la inercia que arrastra la economía desde el último trimestre del año anterior, cuando nuestra economía sorprendió con un alza de 8 décimas. 

Sobre esa base se sustenta la mejora de previsiones para una economía que el próximo año crecerá sustentada en la demanda interna. Así, el consumo privado experimentará un alza del 2,8% -en línea con el 2024-. 

Pero el Gobierno espera que haya dos elementos más que contribuyan. El gasto público, que crecerá a un ritmo del 2,6% (frente al 4,9% del pasado ejercicio) y la inversión de las empresas, que crecerá el doble. Pasará, según las previsiones, del 2,3% del 2024 al 4,5% este curso. 

De este modo espera compensar la caída de la demanda externa, cuya contribución se recortará 3 décimas. Será el fruto de la inversión de factores entre exportaciones e importaciones. El año que viene las importaciones crecerán un 3,5%, mientras que las exportaciones lo harán un 2,3%. 

El deflactor del PIB, que nos da una idea de la evolución de la inflación, podría rondar el 2,6%. 

Resulta llamativa la confianza que hay en la inversión empresarial, pues supone doblar el crecimiento del ejercicio anterior. Lo hará gracias a las rebajas de tipos, explica el ministro de Economía, Carlos Cuerpo. 

Cadenas de suministro

Todavía más en un contexto internacional en el que las tensiones en las cadenas de suministro podrían dispararse por la aplicación de aranceles por Estados Unidos y las consiguientes respuestas que pudiera haber por parte de los países afectados por dicha imposición. 

En cualquier caso, la previsión del Gobierno para el crecimiento de la economía vuelve a superar la tasa de crecimiento potencial para España. Según la Unión Europea es del 2%. Es el umbral sobre el que se puede mantener un crecimiento sano, sin riesgo de aumentos de precios ni sobrecalentamiento de algunos sectores. 

Ahí será clave, por tanto, vigilar la evolución de los tipos de interés por parte del Banco Central Europeo (BCE), así como la inflación. 

Ahora bien, Carlos Cuerpo se muestra esperanzado porque considera que estamos ante un crecimiento "sólido y sostenido", en el que las exportaciones seguirán teniendo un papel esencial.

Carlos Cuerpo, ministro de Economía durante su intervención en el Consejo de Ministros de este martes.

Carlos Cuerpo, ministro de Economía durante su intervención en el Consejo de Ministros de este martes. Mariscal EFE

Las exportaciones de servicios volverán a ser esenciales durante el 2025. De hecho, Cuerpo considera que España será capaz de incrementar las ventas de paquetes turísticos y de productos no turísticos. Es decir, lograremos "mantener" la cuota, sobre todo en mercancías. 

Un crecimiento "robusto" que se verá también en la creación de cerca de un millón de puestos de trabajo entre 2025 y 2026. La tasa de paro se reducirá hasta el 9,6%. 

Aunque el Gobierno presume de la calidad del empleo que se creará, y del que ya se está creando, durante el mes de enero se efectuaron 1,21 millones de contratos. 

De esa cifra, el 41,87% eran indefinidos y el 58,13% restante eran contratos temporales. Es decir, se firmaron 705.690 puestos de trabajo temporal. 

De hecho, enero se saldó con un aumento del paro de 38.700 personas tras destruir más de 242.000 puestos de trabajo por el fin de la campaña de Navidad.