
El presidente de la Fed, Jerome Powell. Reuters
La Fed deja los tipos en el 4,5% y reduce tres décimas la previsión de crecimiento de EEUU por las políticas de Trump
El PIB de EEUU se contrajo un 0,2% en el primer trimestre, pero la inflación sigue en el 2,4% y la tasa de paro, en el 4,2%.
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La Reserva Federal (Fed) mantiene su postura de esperar y ver cuál es el impacto que las políticas del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, tiene en la economía del país. Hasta entonces no volverá a bajar los tipos de interés. Lo que sí ha hecho es reducir sus previsiones de crecimiento —tres décimas para 2025— y elevar las de inflación.
Así, el banco central estadounidense ha decidido este miércoles dejar las tasas de referencia en el rango de entre el 4,25% y el 4,5%. Se mantienen en dicho nivel desde hace seis meses.
Esta pausa prolongada se produce tras tres recortes seguidos. La Fed inició este ciclo de descensos en septiembre, cuando redujo el precio del dinero 50 puntos básicos.
La bajada llegó tras casi catorce meses en los que los tipos de interés se mantuvieron sin cambios en el rango de entre el 5,25% y el 5,5%, máximos desde enero de 2001.
El banco central estadounidense volvió a reducir el precio del dinero en noviembre —justo dos días después de que se celebrasen las elecciones presidenciales en Estados Unidos— y también en diciembre. En ambos casos, los movimientos fueron de 25 puntos básicos.
La institución presidida por Jerome Powell opta de nuevo por mantener la prudencia a la espera de tener más visibilidad sobre cómo las políticas de la Administración Trump —tanto la comercial como la fiscal— van a afectar a la primera economía del mundo.
Por ahora, parece que Estados Unidos esquiva, en parte, el golpe que han supuesto los aranceles impuestos por el republicano. O al menos los efectos no son tan severos como los previstos.
De hecho, el Producto Interior Bruto (PIB) estadounidense se contrajo un 0,2% en el primer trimestre del año respecto al mismo periodo del año anterior. La caída es una décima inferior a la estimada.
Así, la economía estadounidense se resiente menos de lo esperado, al mismo tiempo que la inflación crece menos de lo previsto.
El Índice de Precios al Consumo (IPC) de Estados Unidos subió al 2,4% en mayo, una décima más que en abril. La tasa subyacente, que excluye la energía y los alimentos, se mantuvo en el 2,8%. Los datos fueron más positivos que los esperados por los analistas.
Lo mismo ocurre con el índice de precios de gastos de consumo personal (PCE). El indicador favorito de la Fed para medir la inflación se moderó en abril al 2,1%. La tasa subyacente se suavizó al 2,5%.
La inflación, por tanto, aunque se mantiene por encima del 2% fijado como objetivo por la Fed, no se ha disparado a consecuencia de la guerra comercial.
Los vaivenes arancelarios dados por Trump tampoco han tenido, al menos por el momento, efectos significativos en el mercado laboral: la tasa de paro siguió en mayo en el 4,2%.
Estados Unidos creó 139.000 empleos en el quinto mes del año. A pesar de que la cifra es inferior a los 147.000 puestos de trabajo de abril, también superó las expectativas de los economistas.
Según las cifras proporcionadas por el procesador de nóminas ADP, el sector privado estadounidense creó 37.000 nuevos empleos en mayo. Es el peor registro desde marzo de 2023.
Trump vs. Powell
Estos últimos datos provocaron que Trump volviese a cargar contra Powell. El magnate llamó “imbécil” al banquero central por no plegarse a sus exigencias de recorte de tipos.
Llegó a insinuar que podría intentar “forzar algo” para que el también supervisor bancario los reduzca y adelantó que “pronto” nombrará a su sustituto.
A pesar de la presión ejercida por la Casa Blanca, la Fed vuelve a apostar por la prudencia. En LBP AM creen que la institución “esperará a que aparezcan señales más claras de desaceleración del mercado laboral y del fin del aumento de la inflación” antes de retomar los recortes.
En Crédit Mutuel Asset Management opinan de forma similar. “Es poco probable que la Fed se plantee bajar los tipos hasta que tenga mayor visibilidad de los efectos combinados de las medidas económicas y regulatorias promulgadas por la Administración Trump”, explican.
Los economistas de Generali Investments consideran, incluso, que esperar es “la mejor respuesta de la Fed”.
El propio presidente de la Fed ha explicado ante los medios que "los efectos sobre la inflación [de los aranceles] podrían ser de corta duración", pero también podrían ser "más persistentes".
"Evitar este resultado dependerá de la magnitud de los efectos arancelarios y del tiempo que tarden en trasladarse completamente a los precios", ha señalado.
Powell ha admitido que ya se han empezado a notar algunos de estos efectos y ha avanzado que se prevén más "en los próximos meses".
Menos crecimiento, más inflación
En la última reunión de cada trimestre —como la que acaba de tener lugar—, los miembros del Comité del Mercado Abierto de la Fed (FOMC, por sus siglas en inglés) revisan sus previsiones económicas.
En esta ocasión, los banqueros centrales han reducido sus estimaciones de crecimiento para este año y para el próximo y elevado sus pronósticos de inflación.
Así, la Fed espera que EEUU crezca un 1,4% en 2025, tres décimas menos que hace tres meses. Entonces pronosticaban una expansión del 1,7%.
Además, prevén que el PIB estadounidense aumente un 1,6% en 2026 —dos décimas menos— mientras que han mantenido en el 1,8% la estimación para 2027.
La institución anticipa que los precios escalarán al 3% en este ejercicio, tres décimas más que en marzo. También calcula que la inflación alcanzará el 2,4% en 2026 y el 2,1% en 2027. El pronóstico es dos y una décima superior, respectivamente, al publicado hace tres meses.
También adelanta un ligero incremento del desempleo. Así, prevé que la tasa de paro cerrará el presente año en el 4,5%, una décima más, y que se mantenga en ese porcentaje al cierre de 2026.
Dos bajadas de tipos en 2025
Los miembros del FOMC también han publicado sus expectativas sobre dónde se encontrarán los tipos de interés en el corto y medio plazo.
En esta ocasión, los responsables de política monetaria han mantenido sus proyecciones para 2025, pero modificado las de 2026 y 2027.
Exactamente, esperan que las tasas terminen este año en el 3,9%. Es decir, contemplan un recorte de 50 puntos básicos en lo que resta de ejercicio.
Equivale a dos bajadas a razón de 25 puntos básicos cada una, el movimiento más habitual llevado a cabo por los bancos centrales.
El mercado espera que esos recortes tengan lugar en septiembre y diciembre y que la Fed prepare el terreno para los descensos tanto en su próxima reunión, que se celebrará el 30 de julio, como en la cumbre de Jackson Hole.
Los responsables de política monetaria sí han reducido el ritmo de los recortes de los siguientes ejercicios. Ahora consideran que las tasas de referencia se situarán en el 3,6% en 2026 y en el 3,4% en 2027.
Es decir, borran una bajada de cada uno de los próximos dos años.