
Un tren Avril en una foto de archivo.
La caída del 'escudo antiopas' abre la puerta a que Polonia asalte Talgo y deje fuera a la vasca Sidenor
La empresa ferroviaria queda, por ahora, 'desprotegida' ante una opa de una empresa que pertenezca a un país de la UE.
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El rechazo por parte del Congreso de los Diputados del real decreto-ley ómnibus que incluía las subidas de las pensiones, la prórroga de las ayudas al transporte público y el mantenimiento del salario mínimo interprofesional (SMI)) puede traer inesperados dolores de cabeza al Gobierno.
¿Por qué? Porque entre todas las medidas que han decaído está, también, el escudo antiopas que entró en vigor tras la irrupción del Covid. Esto puede suponer un grave problema para los planes de Moncloa para Talgo... y abrir una puerta de entrada a una opa de Polonia por la compañía española.
El escudo antiopas es una suerte de blindaje a empresas estratégicas que deja en manos del Gobierno la aprobación de inversiones extranjeras en empresas cotizadas cuando se pretenda superar el 10% del capital. El régimen se aplica a inversores o empresas residentes en países de la UE o de la Asociación Europea de Libre Comercio (AELC).

Europa Press
Este régimen, que el decreto omnibús rechazado ampliaba hasta 2026, es el que permitió al Gobierno impedir que la opa de Magyar Wagon prosperase hace unos meses. De hecho, es este escudo el que se pensaba aplicar ante la posibilidad de que la empresa pública polaca, Pesa, planteara una oferta por Talgo.
La supresión del escudo antiopas abre, repentinamente, una ventana al menos temporal por la que se podría colar una oferta indeseada por el Ejecutivo, que quiere conservar por encima de todas las cosas la españolidad de una empresa que en Moncloa consideran estratégica.
¿Cuál es la situación ahora mismo ante esta posibilidad? Según ha podido saber EL ESPAÑOL-Invertia, en el Ejecutivo están analizando en qué queda el actual marco legal sin el escudo, así como las opciones con las que cuentan. También qué ocurre con las operaciones que, en virtud del escudo antiopas, ya se estaban tramitando y analizando.
Entre ellas, aprobar un nuevo real decreto-ley que recoja el escudo antiopas. Eso sí: tendrá que ser de nuevo avalado por el Congreso.
El Ejecutivo quiere que la situación de Talgo quede resuelta antes de que empiece febrero.
Se trata de una operación en la que están implicados Moncloa, el Gobierno de País Vasco y la empresa Sidenor. La siderúrgica presidida por José Antonio Jainaga hizo una oferta a finales de noviembre por el 29,9% de Trilantic (accionista mayoritario de Talgo), evitando así la obligación de lanzar una opa si supera el 30%.
Su oferta a 4 euros por acción valora esa participación en 150 millones de euros. La cantidad es sustancialmente inferior a los 5 euros por acción ofertados por la húngara Magyar Vagon y Trilantic todavía se lo está pensando.
Pero el tiempo pasa. Y la amenaza de una opa polaca sigue muy viva. Cabe recordar que Société Générale se habría ofrecido a aportar a Polski Fundusz Rozwoju (PFR), el Fondo Polaco de Desarrollo (una especie de SEPI) que controla Pesa, la financiación necesaria para lanzar la opa y también refinanciar la propia deuda de Talgo.
La vía para entrar en Talgo para Pesa parece de repente abierta. Veremos si los planes del Gobierno para que una empresa considerada estratégica no pase a manos extranjeras (aunque sean comunitarias) no acaban frustrados.