Bruselas, 12 jun (EFECOM).- La tasa de préstamos fallidos en las entidades bancarias españolas se situó en el 4 % del total de créditos al terminar el tercer trimestre de 2018, 0,7 puntos porcentuales menos que un año antes, según un informe de la Comisión Europea (CE) publicado este miércoles.

El porcentaje español de créditos improductivos, aquellos que acumulan más de 90 días de impago o las entidades consideran irrecuperables, fue superior a la media de toda la Unión Europea, que se ubicó en el 3,3 % cuando concluyó septiembre de 2018, mientras que un año antes el dato llegaba al 4,4 %.

En cualquier caso, España se encuentra lejos de los países que acumulan más cantidad de préstamos fallidos.

Así, a la cabeza de los Estados miembros aparece Grecia, cuya tasa llegó al final del tercer trimestre de 2018 al 43,5 %, frente al 46,7 % anotado un año antes.

A continuación se sitúan Chipre, que experimentó un descenso desde el 32,1 % hasta el 21,8 %, así como Portugal, con un retroceso del 14,6 % al 11,3 %, e Italia, con una caída del 12,1 % al 9,5 %.

Por el contrario, en catorce Estados miembros el indicador era inferior al 3 % al final del tercer trimestre de 2018.

El Ejecutivo comunitario recalcó que en el conjunto de la UE la cantidad de estos préstamos, que lastran la viabilidad y capacidad de conceder crédito de los bancos, se ha reducido más de la mitad desde 2014.

Junto al informe sobre los créditos improductivos, la Comisión Europea hizo hoy balance sobre el desarrollo de la Unión Económica y Monetaria (UEM).

Bruselas destacó los progresos logrados en la construcción de la eurozona desde la crisis económica de 2007, pero resaltó que aún se deben dar "pasos importantes".

En ese sentido, instó a lograr un acuerdo sobre el presupuesto de la eurozona, cuestión que tratarán los ministros de Economía y Finanzas de la moneda común (el eurogrupo) en su reunión del jueves en Luxemburgo, a una semana de tener que presentar el diseño del instrumento a los líderes europeos.

"Tenemos expectativas positivas para el instrumento presupuestario para la competitividad y convergencia. El acuerdo sobre aspectos clave está al alcance de las manos", declaró en una rueda de prensa el vicepresidente de la CE para el Euro, Valdis Dombrovskis.

El Ejecutivo comunitario también llamó a concluir los cambios en el tratado del Mecanismo Europeo de Estabilidad (MEDE, el fondo de rescate de la eurozona), de modo que pueda ser el cortafuegos del Fondo Único de Resolución.

Ese cortafuegos del Fondo Único de Resolución bancaria debe intervenir como último recurso para costear las intervenciones europeas de bancos en quiebra y evitar el rescate público.

El eurogrupo de diciembre ya acordó que sea el MEDE quien proporcione estos fondos en forma de líneas de crédito y que se adelante su entrada en vigor, prevista para 2024, si hay suficientes progresos en la reducción de riesgos de la banca al final de 2020.

La Comisión Europea pidió hoy, asimismo, completar la Unión Bancaria con el Sistema Europeo de Garantía de Depósitos (EDIS, por sus siglas en inglés).

Con el EDIS, en caso de quiebra, cualquier cliente de la eurozona vería garantizados sus depósitos de hasta 100.000 euros de la misma forma, independientemente de dónde se sitúe su banco.

Sin embargo, países como Alemania, Holanda y los nórdicos se resisten a apoyar esta medida y piden reducir más los riesgos de la banca antes de ponerlos en común.

El propio Dombrovskis lamentó este miércoles que no ha habido "progresos tangibles" en el EDIS.

Bruselas también llamó hoy a acelerar el trabajo sobre la Unión de Mercados de Capital y el fortalecimiento del rol internacional del euro.

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