Roma, 2 mar (EFECOM).- El presidente de la Comisión Europea (CE), Jean-Claude Juncker se mostró este martes preocupado por la marcha de la economía italiana y pidió "mayores esfuerzos" para impulsar el crecimiento, tras reunirse en Roma con el presidente del Gobierno, Giuseppe Conte. 

"Estoy ligeramente preocupado por el hecho de que la economía italiana continúa retrocediendo y espero que las autoridades italianas hagan mayores esfuerzos para mantener en vida el crecimiento económico", dijo Juncker en una declaración a la prensa tras su reunión con Conte.

En su declaración, el primer ministro, apoyado por un pacto gubernamental entre ultraderechista Liga y el Movimiento 5 Estrellas (M5S), aseguró que la frenada de la economía era prevista porque se aprobó un "presupuesto con medidas sociales que se necesitaban desde hace años para restablecer la equidad social", pero que esta semana se aprobará un decreto "con medidas para impulsar el desarrollo" y "relanzar inversiones públicas y privadas".

Italia entró en recesión técnica a finales de 2018, tras acumular retrocesos del 0,1 % en el PIB del tercer y cuarto trimestre, pero el Ejecutivo italiano confía en que el crecimiento económico llegará al 1 % en 2019.

La Organización para la Cooperación y Desarrollo Económicos (OCDE) calculó que el crecimiento de Italia se contraerá un 0,2 % en 2019 y su déficit será del 2,5 % del producto interior bruto (PIB), según el informe "Estudio económico de Italia 2019" publicado ayer.

Juncker explicó que en la reunión de hoy también se habló de inmigración y en la necesidad de que exista desde la UE "una solidaridad mas articulada" ante el peso que lleva Italia, pero agregó que el país recibió 1.000 millones para que afrontase esta cuestión por lo que "no se puede decir que Europa ha dejado sola a Italia".

El presidente de la CE dijo que no puede ser "crítico" con la decisión de Italia de firmar el plan chino de desarrollo, conocido como la Nueva Ruta de la Seda, porque Conte "siempre ha hecho referencia a Europa cuando se refería a este acuerdo", pero subrayó que "no solo China podrá beneficiarse de este proyecto".

Otro de los temas de la reunión fue sobre la construcción de la línea ferroviaria de alta velocidad (TAV) entre Turín y Lyon para la que la UE ha proporcionado fondos a ambos países y que por el momento Italia ha paralizado, ante la división de los dos socios del Gobierno sobre las ventajas de su realización.

Juncker señaló que han pedido una reunión entre los ministros de transportes italiano y francés y después con la comisaria europea de Transportes, Violeta Bulc, y que se trata "de un problema técnico y no ideológico".