La presidenta de la Comisión, Ursula von der Leyen, conversa con Donald Trump durante el foro de Davos en enero de 2020

La presidenta de la Comisión, Ursula von der Leyen, conversa con Donald Trump durante el foro de Davos en enero de 2020 Comisión Europea

Europa

El pulso entre los valores europeos y los intereses estadounidenses marcan la agenda tecnológica en Davos

La desinformación, la ciberseguridad o los riesgos éticos derivados de la IA fueron algunos de los temas protagonistas de la última edición del foro. 

Más información: El clamor por una inteligencia artificial ética y responsable protagoniza los discursos del Foro de Davos

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Ayer se clausuró uno de los eventos más importantes del año: la reunión del Foro Económico Mundial. Este encuentro, celebrado un año más en la ciudad suiza, ha reunido a los principales líderes internacionales con el objetivo de generar debates y sinergias ante los grandes desafíos que afronta la humanidad en la actualidad. 

Bajo el lema de "Colaboración para la Era Inteligente", diferentes mandatarios han ido pasando por los escenarios preparados por la organización para hablar sobre las tendencias que protagonizan la nueva economía global, las claves para lograr el equilibrio entre los objetivos a corto plazo de las empresas con los imperativos a largo en la transformación de las industrias, la evolución del capital humano en mitad de los cambios geoeconómicos y tecnológicos, las fórmulas para aplicar la innovación a los objetivos medioambientales o el despliegue de formas de colaboración en un mundo complejo y dinámico.

En total, desde la organización cifraron la inscripción en 3.000 participantes de 130 países, entre los que se contabilizaron 350 dirigentes gubernamentales, así como 1.600 ejecutivos, dentro de los cuales había cerca de 900 consejeros delegados de algunas de las compañías más grandes a nivel mundial. Todo ello, apuntaron, conformó una edición "histórica" en el número de representantes. 

El quinto año de Sánchez 

Un año más, algunos de los principales dirigentes españoles acudieron a la cita con el objetivo de representar a la región ante el resto de potencias y de desplegar sinergias con los actores del ecosistema. Junto al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, asiduo a esta convocatoria desde 2019, asistieron a la convocatoria la vicepresidenta tercera y ministra de Transición Ecológica y Reto Demográfico, Sara Aagesen; el ministro de Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación, José Manuel Albares; el ministro de Economía, Comercio y Empresa, Carlos Cuerpo; y el ministro para la Transformación Digital y de la Función Pública, Óscar López. 

Por su parte, Sánchez estuvo presente en varias ponencias dedicadas a temas como la salud o el medioambiente, además de protagonizar un panel que, en principio, según aseguró, estaba dedicado a comunicar las fortalezas de la economía española y los hitos que había logrado en los últimos años, pero que decidió cambiar en el último momento. En él, el presidente del Gobierno habló sobre la evolución de las redes sociales y cómo sus beneficios se han visto empañados por cuestiones como el ciberacoso. "En lugar de empoderar a la gente, estas plataformas han acabado siendo una concentración de poder y riqueza en manos de unos pocos", apuntó. "Ha llegado el momento de que abramos los ojos". 

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, durante su discurso de este miércoles en el foro económico de Davos

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, durante su discurso de este miércoles en el foro económico de Davos Reuters

El mandatario afirmó que las redes sociales están afectando a los sistemas democráticos de todo el mundo "de formas que no podemos seguir ignorando", entre las que incluyó la polarización, la promoción de la desinformación o la "sustitución de votos por likes". Sánchez volvió a hacer referencia, como hizo a principios de semana en un acto celebrado en Madrid, a los "multimillonarios de la tecnología", a los que acusó de "querer acabar con la democracia". "Esta es la realidad a la que nos enfrentamos: la tecnología que nos iba a liberar se ha convertido en el elemento de nuestra propia opresión", insistió.

Ante este contexto, Sánchez propuso tres medidas para combatir estos desafíos: poner fin al anonimato en las redes sociales; obligar a las redes sociales a que abran "la caja negra de los algoritmos" en consonancia con la Ley Europea de Servicios Digitales (DSA, por sus siglas en inglés); y garantizar que los propietarios de las plataformas rindan cuentas en caso de que no cumplan con las normas establecidas. Junto a la DSA, insistió en la importancia de hacer cumplir otras leyes como la Ley Europea de IA, que destacó que fue aprobada bajo la presidencia española del Consejo de la UE. 

"Tenemos que hacer que las redes sociales vuelvan a ser fantásticas", concluyó. "Sé que podemos ganar la batalla porque tenemos razón, porque somos más y porque ya lo hemos hecho en el pasado". 

Además, el presidente del Gobierno mantuvo encuentros bilaterales con los dirigentes de grandes empresas, entre ellas, con el consejero delegado de Cisco, Chuck Robbins, sobre la situación geopolítica y el despliegue tecnológico a nivel global. En su perfil de la red social X, el dirigente español trasladó su agradecimiento al directivo de la tecnológica por el "compromiso de su compañía con España" y manifestó su deseo de "seguir colaborando en materia tecnológica y de desarrollo de talento". 

Sánchez ya organizó una reunión con el CEO de Cisco el año anterior, donde agradeció la confianza de la firma para establecer en España el primer centro de diseño de chips de Europa en el marco del PERTE Chip, un proyecto que aún no se ha materializado. 

López y sus antecesores 

Mientras, en su paso por el Foro de Davos, López mantuvo diferentes reuniones, entre ellas, con el ministro de Comunicaciones y Tecnologías de la Información de Arabia Saudí, Abdullah Alswaha; con la presidenta de Google para Europa, Oriente Medio y África, Debbie Weinstein; con el presidente de Qualcomm Technology Licensing (QTL) & Global Affairs de Qualcomm, Alex Rogers, y con la CEO de ISD, Sasha Havlicek, según dieron a conocer fuentes del Gobierno. 

También, el ministro para la Transformación Digital y de la Función Pública participó en el panel Cutting through Cyber Complexity, celebrado el pasado miércoles, en el que debatió, junto a otros representantes, sobre la situación actual de la ciberseguridad en el marco del informe Global Cybersecurity Outlook publicado por el Foro Económico Mundial. 

En su ponencia, señaló que, igual que los datos son el activo fundamental en el ecosistema digital, la protección online debe ser "la prioridad número uno". Además, precisó que la seguridad virtual es una "carrera" entre los cibercriminales y aquellos encargados de regular el sistema para que sea fiable desde el punto de vista digital. 

Respecto a España, destacó que el país funciona en un marco europeo y recordó que, recientemente, se aprobó la trasposición de la NIS2 (que llega tres meses tarde de lo acordado con Europa) a partir de una ley de ciberseguridad propia de la región que destaca por la coordinación entre diferentes ministerios. En este sentido, el ministro puso el foco en la colaboración, tanto pública y privada como entre distintas administraciones e incluso entre diferentes estados, un aspecto que destacó como esencial para abordar los retos presentes en este ámbito. 

Como dato curioso, cabe destacar que López coincidió en el Foro de Davos con no uno, sino con varios de sus antecesores en el cargo: por un lado, con José Luis Escrivá, al que el actual ministro sustituyó cuando este último fue nombrado como presidente del Banco de España el pasado mes de septiembre; y con Nadia Calviño, exministra de Economía y Transformación Digital, y actual presidenta del Banco Europeo de Inversiones. 

La visión de la UE y los intereses de EEUU 

Una de las intervenciones más esperadas durante el Foro fue la de la actual presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, ya que esta tuvo lugar apenas unas horas después de que Donald Trump volviese a ocupar la presidencia de Estados Unidos. En su discurso, la mandataria europea insistió en que, a pesar de que está dispuesta a negociar con EEUU, la Unión Europea se va a mantener fiel a la defensa de sus intereses y valores. 

Von der Leyen señaló que, actualmente, las principales economías del mundo han entrado en una competición por el acceso a las materias primas, las nuevas tecnologías y las rutas comerciales mundiales. "De la inteligencia artificial a la tecnología limpia, de la cuántica al espacio, del Ártico al Mar del Sur de China, la carrera está en marcha", sentenció.

La presidenta de la Comisión, Ursula von der Leyen, durante su discurso de este martes en el foro de Davos

La presidenta de la Comisión, Ursula von der Leyen, durante su discurso de este martes en el foro de Davos Reuters

En este contexto, puso el foco en la cooperación, dando diferentes ejemplos de dependencia mutua, entre los que mencionó los servicios digitales, de los que dijo que Europa importa el doble de EEUU que de toda la región Asia-Pacífico. "Hay mucho en juego para ambas partes, por tanto, nuestra primera prioridad será entablar un diálogo desde el principio, discutir los intereses comunes y estar dispuestos a negociar", insistió la mandataria comunitaria. 

Sin embargo, la colaboración estuvo lejos de protagonizar la intervención de Trump, que participó en el Foro de forma telemática y en mitad de la incertidumbre causada por sus primeras decisiones de vuelta en el cargo. En su discurso, el mandatario advirtió que las empresas que no fabrican en Estados Unidos deberán pagar aranceles. 

Donald Trump, en pantalla, ante los asistentes al Foro de Davos.

Donald Trump, en pantalla, ante los asistentes al Foro de Davos. Yves Herman Reuters

"Les digo a los fabricantes que vengan a EEUU, aquí la situación está mejor para su industria, pero si no quieren fabricar en Estados Unidos, simplemente deberán pagar aranceles", insistió. En este sentido, criticó la burocracia y la regulación presente en Europa en esta materia, señalando que dificulta la entrada de productos en la UE. "La UE trata mal a EEUU", afirmó. 

Trump volvió en su discurso sobre su plan para impulsar la IA de la mano de grandes tecnológicas con una inversión de 500.000 millones. El ya presidente de EEUU señaló entonces su intención de convertir al país en la "capital mundial de la IA y las criptomonedas" a través de un "Plan de Acción de IA" que permita "sostener y mejorar" el dominio de esta tecnología en la región y, así, promover la competitividad eocnómica y la seguridad nacional.

No obstante, una de las primeras medidas del mandatario fue suspender una orden ejecutiva firmada por Joe Biden que buscaba, precisamente, reducir los riesgos de la inteligencia artificial para los usuarios, los trabajadores y la seguridad del país. 

Un foro con 'core' tecnológico

La tecnología fue una de las grandes protagonistas de la cita, con sesiones en las que se debatió sobre los retos éticos y sociales que van asociados al despliegue de innovaciones como la inteligencia artificial o la biotecnología. En ellas participaron representantes de algunas de las grandes firmas del panorama tech, por ejemplo, el presidente de Microsoft, Brad Smith; uno de los responsables de IA en Meta, Yann LeCun; la presidenta y CIO de Alphabet y Google, Ruth Posat; o el CEO de Salesforce, Marc Benioff. 

Los directivos centraron sus discursos en cómo abordar el desarrollo de estas herramientas maximizando sus beneficios y minimizando los desafíos derivados. Entre ellos, la desinformación fue una de las temáticas más repetidas, distinguida como una de las mayores vulnerabilidades, aunque también aparecieron otras como la privacidad, la transformación de los puestos de trabajo o la ciberseguridad.