Recinto donde se celebra la edición de 2024 del Foro de Davos.

Recinto donde se celebra la edición de 2024 del Foro de Davos. Reuters

Europa

Tender puentes en mitad de un nuevo escenario tecnológico, el objetivo del Foro de Davos 2025

La próxima semana los líderes internacionales se darán cita en la ciudad suiza para debatir sobre los desafíos globales y buscar alianzas para solventarlos. 

Más información: Pedro Sánchez advierte en Davos sobre los riesgos de la inteligencia artificial: "Hay mucho en juego"

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El inicio de un nuevo ejercicio va aparejado, tradicionalmente, a la celebración de uno de los eventos más importantes a nivel mundial: la reunión del Foro Económico Mundial, conocido como el Foro de Davos. A partir de este lunes y hasta final de semana, los grandes líderes internacionales se darán cita en la famosa ciudad suiza para debatir sobre los desafíos a nivel global y buscar alianzas para solventarlos. 

La cooperación es, de hecho, el hilo conductor de este encuentro, que ya va por su edición número 55, una temática que se materializa en el lema escogido: "Colaboración para la Era Inteligente". Este título adelanta, asimismo, el lugar predominante que ocuparán la transformación digital y la tecnología en las conversaciones que tendrán lugar en los cinco días que se desarrollará el foro. 

Según explican desde el propio Foro Económico Mundial, la frase que engloba esta versión del encuentro se inspira en el argumento del presidente de la entidad, Klaus Schwab, de que la convergencia de las tecnologías está remodelando el mundo, que se acerca a un punto de inflexión. Schwab insiste en que esta era "va mucho más allá de la tecnología", sino que "se trata de una revolución social que tiene el poder de elevar a la humanidad o, en cambio, de fracturarla".

Y es que la incertidumbre vuelve a ser, de hecho, la capa transversal sobre la que se desarrollarán las reuniones, de forma similar a los últimos años. Así, los organizadores señalan que, por un lado, persisten las tensiones geoeconómicas y comerciales, la polarización cultural o la ansiedad climática, pero, por otro, existe la promesa de innovación en áreas como la computación cuántica, la biotecnología o la inteligencia artificial (IA), que pueden impulsar la productividad y mejorar el nivel de vida. 

La IA fue, de hecho, la gran protagonista de la anterior edición del Foro de Davos y copó ponencias como la del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez. En su comparecencia, Sanchez destacó esta tecnología como uno de los grandes retos globales, donde reconoció las oportunidades derivadas de su aplicación, pero también las amenazas asociadas. "Aquellos que aprendimos a no creer en la mano invisible del mercado ahora no podemos profesar una fe ciega en la inteligencia artificial", afirmó hace un año.

Un año más, esta herramienta aspira a volver a ser el centro de los debates tecnológicos en esta nueva edición, aunque esta vez parte de un escenario distinto, ya que desde el pasado 1 de agosto Europa cuenta con un reglamento en vigor para su regulación (aunque no será de total obligado cumplimiento hasta agosto de 2026), que ya ha tenido sus primeros efectos en este territorio y que busca inspirar normas similares en todo el mundo.

Nuevas caras 

El año pasado se produjo un momento curioso para España en el Foro de Davos.  Allí coincidieron José Luis Escrivá, el entonces ministro para la Transformación Digital y de la Función Pública, que estrenó su posición a nivel internacional, ya que prácticamente acababa de ser elegido, junto a Nadia Calviño, su antecesora, que acudió en calidad de presidenta del Banco Europeo de Inversiones (BEI), para la que también fue una de sus primeras intervenciones tras tomar posesión de su cargo. 

Ahora, un año después, los nombres vuelven a cambiar. En este caso, se espera que acuda Óscar López, actual dirigente de esta cartera tras la salida de Escrivá al Banco de España, quien será el encargado, junto a Sánchez, de esgrimir las líneas estratégicas del país en el mencionado foro, así como de tender puentes de colaboración con el resto de asistentes. 

Más allá de la IA

Sin embargo, la inteligencia artificial no lo será todo. Los grandes líderes que han viajado hasta Davos aprovecharán estos días de reuniones para debatir y reflexionar sobre el futuro del mundo digital, con ponencias en las que se plantearán cómo tender puentes y colaborar en una era marcada por las tecnologías convergentes y la hiperinteligencia o cómo hacer innovación frente al cambio climático y el abuso de la tecnología. 

Estas preguntas se materializan en las cinco grandes áreas alrededor de las cuales está organizado este Foro de Davos 2025, entre ellas, Reimaginar el crecimiento, donde se plantea la búsqueda de nuevas fuentes de crecimiento en la nueva economía global; Industrias en la Era Inteligente, en la que se pretenden encontrar las claves del equilibrio entre los objetivos a corto plazo de las empresas con los imperativos a largo enmarcados en la transformación de las industrias; o Invertir en las personas, que pone el foco en el capital humano y en su desarrollo en mitad de cambios geoeconómicos y tecnológicos. 

A ellos se suman: Salvaguardar el planeta, que busca cómo aplicar la innovación y la tecnología para avanzar hacia los objetivos globales sobre el clima; y, por último, Reconstruir la confianza, donde se plantean nuevas formas de colaboración, tanto a nivel internacional como dentro de las sociedades, en un mundo complejo y dinámico. 

Encuentros con directivos 

El año pasado acudieron a la ciudad suiza cerca de 2.500 líderes internacionales, entre los que se cuentan jefes de estado y de gobierno, directores ejecutivos de empresas, representantes de la sociedad civil o medios de comunicación con alcance global, una cifra que se espera repetir o superar esta edición. Así, la importancia del Foro de Davos no solo recae en los temas de agenda, sino también en los encuentros que se producen alrededor de la misma. 

Por ejemplo, el presidente del Gobierno mantuvo el año pasado varias reuniones con representantes de todo el mundo, entre las que destacaron las organizadas junto a directivos tecnológicos. Sánchez conversó con el cofundador de Microsoft, Bill Gates, con el CEO de Intel, Pat Gelsinger, con el presidente de Asuntos Globales de Google, Kent Walker, o con el CEO de Cisco, Chuck Robbins. La expectativa sobre esta última fue mayúscula, ya que se esperaba que se avanzase algo más relativo al centro de diseño de microchips que Cisco anunció a finales de 2022 que se emplazaría en Barcelona y del que apenas se conoce información. 

También compartió momentos con el consejero delegado de Qualcomm, Cristiano Amon, o el consejero delegado de Fujitsu, Takahito Tokita.