
Uno de los ingenieros de Pure Storage, mostrando unas unidades de almacenamiento sometidas a un test persistente durante años.
Dentro del laboratorio europeo donde Pure Storage desarrolla el futuro del almacenamiento de datos
600 personas trabajan en la sede de esta multinacional en Praga, donde se lleva al extremo el potencial de estos equipos y se mejora su software.
Más información: Charles Giancarlo, CEO de Pure Storage: "Los discos magnéticos de almacenamiento de datos son los nuevos dinosaurios"
En 2002, el río Moldava que parte la ciudad de Praga en dos se desbordó. Unas terribles inundaciones que desplazaron a 50.000 personas de sus casas en la capital checa y dejó 17 fallecidos. Un momento dramático que provocó asimismo que barrios enteros se vieran arrasados por completo.
Es el caso de Karlín. Una antigua zona burguesa de la ciudad, muy cercana al centro histórico, que para el inicio del milenio había caído en cierta desgracia. Las inundaciones fueron especialmente severas en este vecindario y muchas viviendas tuvieron que ser derruidas.
Pero de la desgracia surgió la oportunidad de reconvertir ese barrio por el que nadie quería pasear de noche en uno de los más pujantes de la urbe, con la construcción de numerosas viviendas de nuevo cuño y la instauración de una serie de complejos de oficinas que pronto ocuparon importantes compañías tecnológicas. Ahora, moverse por sus aceras es cruzarse con personas de múltiples nacionalidades, ejecutivos y emprendedores.
En el epicentro de este pequeño ‘Silicon Valley’ a la checa nos encontramos con Amazon Court: un recinto de futuristas oficinas, nombradas paradójicamente como los principales ríos del mundo, en donde una enseña sobresale sobre las demás: Pure Storage.
La compañía de almacenamiento de datos, nativa de la era de las unidades flash, encontró en Karlín y Praga el sitio idóneo para instalar un ingente centro de investigación y desarrollo, que emplea actualmente a 600 personas de 50 nacionalidades diferentes. Fue en 2019 cuando la multinacional que dirige Charles Giancarlo contrató a su primer ingeniero en la República Checa, para un año más tarde inaugurar su primer equipo de I+D en sus oficinas de Amazon Court y expandirse posteriormente en 2022.
“Cuando pensamos en ubicarnos aquí fue tras analizar muchos aspectos distintos, como la presencia de universidades y graduados en tecnología, la localización del aeropuerto, lo apetecible de la ciudad para atraer talento, el coste de vida, si había competidores en la ciudad o el potencial de retención que tendríamos con nuestros trabajadores”, explica Paul Melmon, responsable del centro de I+D de Pure Storage en Praga.
Para esta compañía, en cuyos equipos reside gran parte de la información digital que existe en el mundo (incluyendo la que manejan los principales hiperescalares de la nube), se trata del segundo de los centros de I+D que mantiene a escala global, tras el original en Santa Clara (Estados Unidos) y antes de otro mucho más reciente, de apenas tres años de antigüedad, en Bangalore (India).
“Eso no significa que los productos se ideen en Santa Clara y luego los desarrollemos aquí. Cada uno de los centros tiene su propio liderazgo y estrategia, tenemos el control sobre distintos productos y soluciones. Por supuesto que hay un tema de coste [respecto a EEUU], pero no es el factor fundamental”, se anticipa nuestro guía a la obligada pregunta.

Uno de los edificios de Pure Storage en Amazon Court, en Praga (República Checa).
Así lo atestigua el historial de tecnologías de la compañía que tienen su origen en Praga: de su gama FlashArray, un tercio de los desarrollos se gestaron aquí; FlashBlade fue diseñado y testado en estas latitudes, mientras que la herramienta (esta de software) de recuperación ante desastres como servicio de la enseña (Pure Protect) es 100% checa. Al igual que Portworx Data Services (para bases de datos como servicio en Kubernetes) o la solución de gestión de sistemas Pure1.
Ahí sí se nota una clara diferenciación entre cada una de las instalaciones: mientras Estados Unidos concentra el grueso del trabajo en el hardware, en las unidades físicas como tal, Praga y Bangalore se centran más en el desarrollo de software y servicios asociados a los mentados equipos. Podría considerarse que son temas menos críticos para la compañía, y lo son, pero también es igualmente cierto que son sus grandes ventanas de negocio futuro (y de mayor margen de beneficios).
Modernidad para esconder el ruido
Como es menester ya en este sector, las oficinas de Pure Storage en la capital checa se prestan al diseño minimalista, la pertinente mesa de ping pong y las zonas comunes de descanso, comida y bebida gratuita y hasta cierto detalles punk en la señalética, que compiten por la atención del visitante ante un sinfín de luces de neón y las extraordinarias vistas al río que una vez arrasó esta zona.

Las zonas de descanso del centro de I+D de Pure Storage en Praga.
La magia de verdad sucede en varias salas escondidas a primera vista, bien resguardadas por motivos tanto de refrigeración como del enorme ruido que generan. Son los laboratorios donde se ponen a prueba sus unidades de almacenamiento, ya sea para evaluar su rendimiento como para mejorar la experiencia de usuario, corregir errores u optimizar sus capacidades. También se prueban las integraciones de sus equipos con las tecnologías de comunicaciones y redes de terceros. Y prácticamente cualquier cosa que a estos ingenieros se les pueda ocurrir.
En una de estas salas, equipos FlashBlade de primera y segunda generación llevan operando desde 2016, en un test persistente para asegurarse de que funcionan a la perfección pasado el tiempo. La consistencia de los datos y las bases que los alojan es fundamental: “Podemos tener sistemas muy rápidos, pero no sirven de nada si los datos están corruptos”, sentencia Melmon.

El interior de una de las salas donde se prueban unidades de almacenamiento.
En los últimos tiempos, una nueva obligación se ha colado en sus deberes cotidianos: simular el comportamiento de los modelos de lenguaje largo (LLM, la tecnología de IA detrás de ChatGPT o Gemini) en su relación con el almacenamiento de datos. Para ello, este centro no está solo: a los diferentes laboratorios de Praga se unen numerosos equipos distribuidos en centros de datos de colocation en todo el mundo
Y, como anticipaba Paul Melmon, el gran estandarte de este despliegue radica en el software. Así, cien desarrolladores están dedicados en cuerpo y alma a crear nuevas funcionalidades para los dispositivos de almacenamiento, principalmente para FlashBlade, además de encargarse de sus actualizaciones trimestrales y mensuales de seguridad y rendimiento.