
Montaje de un dron y un milano real.
Doñana lidera la conservación natural en Europa: la IA que protege las aves y alerta de emergencias climáticas
Sensores y cámaras de alta resolución registran diariamente el vuelo de hasta 200 águilas, buitres y cigüeñas en riesgo de impactar contra la red eléctrica.
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El Parque Nacional de Doñana se enfrenta a un deterioro constante de su ecosistema que amenaza con ser irreversible. Tras más de 12 años de profunda sequía, agravados por la sobreexplotación agrícola del acuífero, la situación de las más de 500 especies de animales que acoge el parque es más crítica que nunca.
En este contexto, y para tratar de contribuir a preservar la riqueza natural del paraje, se ha instalado un sistema de inteligencia artificial capaz de detectar cómo 'huele' el bosque y avisar de situaciones meteorológicas adversas.
La compañía eléctrica Endesa tiene en fase de experimentación una iniciativa de I+D en este entorno protegido de la provincia de Huelva que busca reducir la afectación del clima a la red eléctrica.

Sevilla
Para el proyecto, que la compañía ha bautizado con el nombre Resisto, se han instalado ocho cámaras 4K y cuatro altavoces antimpactos en la subestación Rocío, ubicada en medio de la reserva natural de Doñana.
La tecnología desarrollada por la multinacional ha aprendido a interpretar cuándo hay riesgo de fenómenos meteorológicos, como rachas de viento extremo, inundaciones, o altas temperaturas.
Prevención de emergencias
Los datos recopilados por las cámaras de vigilancia, sensores termográficos, estaciones meteorológicas y una flota de drones autónomos permiten detectar las partículas que se producen en los primeros minutos de combustión de un incendio, entre otros supuestos.
El coordinador del proyecto, Jacob Rodríguez, explica a DISRUPTORES-EL ESPAÑOL que “cuando un foco de posible riesgo es detectado, se emiten dos líneas de acción. La primera es enviar drones para comprobar qué está ocurriendo para, seguidamente, reconfigurar la red de modo que el flujo eléctrico no sea interrumpido”.

Mapa térmico de uno de los sensores del proyecto Resisto de Endesa en Doñana. Cedida
"La anomalía en sí misma la detecta la inteligencia artificial elaborando mapas de riesgo. Te indica en qué zonas se está en verde, en naranja y en rojo. De modo que sabe interpretar cuando hay posibilidad de incendio, inundación y otros fenómenos", indica Rodríguez.
Fue en el año 2022 cuando comenzó el despliegue tecnológico en Doñana que ha concluido en 2024 tras dos años de instalaciones, pasando, ahora, a una fase de análisis y aprendizaje.
Todavía no ha habido grandes incidentes climáticos en Doñana, pero como caso particular, el responsable de Resisto narra que el año pasado "hubo un conato de incendio de un nido de cigüeña que detectaron las cámaras antes de que pudiera ser apreciado por los humanos y fue la propia IA quien avisó de ese riesgo".
Esta tecnología, pionera en Europa según Endesa, ha sido diseñada inicialmente para proteger la infraestructura eléctrica sin necesidad de mano de obra. Sin embargo, sus posibilidades son mucho más amplias.
Proteger la fauna
Precisamente la conservación de la fauna del espacio natural es una de las líneas de investigación de este proyecto. La sensórica instalada permite detectar la presencia de aves en un radio de 600 metros.
Cuando la distancia con la infraestructura eléctrica se reduce a 200 metros, el algoritmo activa de forma automática unas señales acústicas para ahuyentarlas y evitar su colisión contra el cableado de alta tensión. Hasta 200 vuelos diarios son registrados por esta tecnología que puede sentar precedente en el estudio de las migraciones de aves.
Resisto
El proyecto Resisto cuenta con un presupuesto de 1,9 millones de euros y está subvencionado en un 65% por la Unión Europea. Se ha adscrito, además, a los programas de digitalización de Red.es, dependiente del Ministerio de Transformación Digital.
La compañía eléctrica tiene un convenio de colaboración con el parque natural, de modo que los científicos tienen acceso en tiempo real a todos los datos que monitorizan los drones, cámaras y sensores y son avisados de los posibles riesgos al mismo tiempo que los técnicos de Endesa.
Miguel Ángel Bravo, conservador de la Junta de Andalucía en Doñana, asegura en declaraciones a este medio que “el banco de datos sobre la fauna y la flora que se genera con este sistema será muy útil, tanto para iniciar proyectos de investigación que se puedan dar en un futuro, como para la aplicación de otras tecnologías similares destinadas a la conservación de otros espacios naturales".
El proyecto Resisto está analizando, además, cómo nidifican ciertas especies, como las cigüeñas, en el tendido eléctrico. "En el cableado se colocan salvapájaros en forma de espiral para evitar impactos, pero, a día de hoy, no hay ningún estudio que confirme que estas medidas son eficaces", afirma Rodríguez.
La intención es minimizar todo lo posible tanto el impacto que las aves causan en la línea eléctrica, como el que la línea causa en la vida de las aves. Bravo anota que la IA supone un gran avance en la prevención de electrocuciones, gracias a que, con la emisión de sonidos, "detecta y protege los vuelos de especies grandes, como águilas, buitres y cigüeñas que, además, suelen tener un estado de conservación sensible".
El conservador en Doñana apunta que para el futuro "queda pendiente entrenar a la IA para que sea capaz de identificar especies de animales a partir de imágenes". Un ámbito de desarrollo que la Universidad de Huelva ya está llevando a cabo en su proyecto Wildintel, programado para terminar de ejecutarse a finales de 2026.
***Pablo Danubio es alumno de la promoción 2024/2025 del Máster de Periodismo de EL ESPAÑOL y la Universidad Camilo José Cela.