Juan Antonio Relaño, CIO de Bosch: "Los sensores cuánticos serán la gran revolución para la industria del futuro"
El directivo repasa con DISRUPTORES - EL ESPAÑOL la transformación de este gigante centenario con actividad en sectores tan diversos como la automoción, los electrodomésticos o la producción industrial.
1 octubre, 2024 01:38Con 137 años de historia, Bosch no es solo un fabricante de electrodomésticos –que es, probablemente, con lo que la mayoría de los lectores y consumidores identifican esta marca–. Esta compañía alemana es un conglomerado industrial, líder mundial en la producción de componentes para automóviles, herramientas eléctricas, y soluciones de calefacción y aire acondicionado, entre otras áreas. Transformar digitalmente una empresa de este tamaño no tiene que ser fácil.
"El principal reto es la diversidad de nuestros negocios", destaca el CIO de Bosch en España, Juan Antonio Relaño, mientras conversa con DISRUPTORES - EL ESPAÑOL. Un encuentro que se produce en las mismas instalaciones que eligió la empresa en Madrid, cuando inició su propia producción en España, en 1967. Están localizadas en un polígono industrial antes a las afueras de la ciudad, y ahora parte de la misma, donde tienen de vecinos a muchas de las empresas que conforman la industria digital del momento, la de los centros de datos.
Por contraste, su larga andadura les convierte en veteranos. No solo entre su vecindario, también en prácticamente cualquiera de los sectores en los que desarrollan su actividad. Esta multinacional opera en sectores tan distintos como los componentes automovilísticos, donde es el mayor proveedor mundial; hasta los electrodomésticos y herramientas eléctricas, donde las necesidades sufren constantes cambios.
"No es lo mismo digitalizar una planta de producción de sensores, que se centra en la precisión y eficiencia a gran escala; que transformar digitalmente nuestra línea de herramientas eléctricas, orientada tanto al consumidor final como al profesional", enfatiza Relaño. Lo hace justo después de presumir de las vistas que se contemplan desde las ventanas de las oficinas de esta sede: el Estadio Metropolitano, del Atlético de Madrid.
Relaño inició los estudios de Ingeniería Civil en Córdoba, su ciudad natal. La inquietud por conocer el mundo le llevó a realizar un Erasmus que le abrió las puertas a una carrera internacional. Después de trabajar en Sevilla para la Junta de Andalucía, se unió a una consultora internacional donde lideró proyectos en varios países europeos, como Alemania, Bélgica e Italia.
"Fueron años muy enriquecedores en los que aprendí mucho sobre distintos mercados y culturas empresariales, pero tras un tiempo, la vida de aeropuerto y maleta me desgastó, y decidí volver a España", recuerda. Lo hizo en 2005.
Llegó a Madrid atraído por el proyecto de implementación de SAP en la fábrica de sensores de Madrid y para gestionar la unidad de tecnologías de la información (TI). “Empezar en la planta de Madrid fue esencial para mí porque me permitió entender las operaciones de fábrica desde el terreno, y cómo la tecnología podía tener un impacto directo y tangible en la producción", comenta con un ligero acento cordobés, que deja entrever su origen andaluz.“Pasé a liderar la transformación digital de varias unidades dentro de la fábrica. Esto implicaba modernizar procesos obsoletos y mejorar la infraestructura de TI para adaptarla a las nuevas demandas", señala.
La digitalización de un gigante centenario
En 2013, y tras ocho años en la empresa, Juan Antonio Relaño asumió el cargo de responsable de tecnología e innovación para Bosch en España. Una función que no solo cubre la planta de Madrid, sino que abarca la estrategia tecnológica en todas las unidades de negocio presentes en nuestro país. “Fue un gran paso adelante, pero también un reto tremendo porque teníamos que asegurar que todas las divisiones estuvieran alineadas con la visión global de la empresa, y que adoptaran la tecnología de una manera coherente”, explica.
Su función es fundamental en la transición de esta organización hacia la Industria 4.0, donde la conectividad, la automatización y el uso intensivo de datos desempeñan un papel esencial. "Bosch abarca sectores muy distintos: desde sistemas de calefacción y aire acondicionado bajo la marca Junkers, hasta herramientas eléctricas, tanto para uso profesional como doméstico”, describe el CIO.
“Además –añade–, nuestra división de componentes para el automóvil incluye desde limpiaparabrisas hasta sensores de alta tecnología y sistemas de asistencia al conductor. A eso se le suma la de tecnología industrial, encargada del diseño y fabricación de líneas de producción, que también ofrece soluciones de automatización para terceros".
Para organizar toda esta complejidad, la estrategia de transformación digital de Bosch se basa en tres pilares: sensores, software y servicios. "Somos líderes en la producción de sensores electromecánicos, fabricando más de 1.000 millones anuales a nivel mundial, lo que nos permite recopilar datos que luego procesamos con software para ofrecer servicios innovadores", detalla.
"Los 1.000. millones de sensores que fabricamos al año recopilan datos que procesamos con software para ofrecer servicios innovadores"
En la planta de Madrid, donde Relaño comenzó su carrera en Bosch —y que se encuentra justo debajo de las oficinas donde tiene lugar esta entrevista— se producen los 120 millones de sensores destinados a la automoción. Sin embargo, el CIO recalca que estos pequeños dispositivos no solo son esenciales para esta industria. "Tienen aplicaciones en muchas otras áreas y se han convertido en los ojos y oídos del internet de las cosas", afirma.
Cuando se le pregunta sobre cómo ha cambiado la percepción de la tecnología entre los clientes desde aquellos primeros años, el CIO reconoce que, en sus inicios, muchos se mostraban reticentes a ella. “Antes de que se hablara de transformación digital, hacíamos reingeniería de procesos, que al final también acababa en tecnología”, dice. Sin embargo, con la llegada de la nube y la inteligencia artificial (IA), admite que se ha producido un cambio más que evidente.
La fábrica del futuro: producción modular
Una de las grandes apuestas de este conglomerado alemán para impulsar la llamada Industria 4.0 es la producción modular. “Las líneas de producción tradicionales son rígidas y automatizadas, pero cada cambio de catálogo supone un problema y tiempos en los que la fábrica no está operativa".
"En una línea modular, puedes adaptar los módulos a diferentes producciones, lo que ofrece más flexibilidad y permite personalizar los productos para cada cliente”, explica. La inteligencia artificial es la que permite una comunicación autónoma entre máquinas y la optimización de procesos en tiempo real.
En la planta de Madrid, ya han implantado estos cambios. “Hemos logrado disminuir significativamente el tiempo de inactividad al pasar de una referencia de producto a otra, algo que antes era una auténtica pesadilla. Ahora, gracias a la flexibilidad modular, podemos cambiar rápidamente de un modelo a otro sin comprometer la productividad”, indica con orgullo.
Además, Relaño adelanta que ya están utilizando lo que llama “sensores cuánticos” y trabajando en la optimización de procesos con computación cuántica. “Aunque estamos en las primeras fases, la computación cuántica aplicada a la sensórica podría ser una de las grandes revoluciones industriales del futuro. Actualmente, estamos explorando casos de uso en los que esos sensores cuánticos nos permitan mejorar la precisión de nuestras mediciones y reducir las interferencias, algo crítico para nuestros productos de alta tecnología”.
Transformarse de la mano de startups
La clave de la transformación digital de Bosch no ha sido solo la implementación de nuevas tecnologías. La creación de un ecosistema de innovación también ha tenido mucho que ver. El programa lleva más de diez años en marcha en España, y ha permitido a la compañía trabajar en proyectos punteros en campos como la inteligencia artificial (IA), realidad aumentada, blockchain y, más recientemente, la IA generativa. “Esta iniciativa nació con la idea de que, por muy grandes que seamos, no podemos innovar en solitario. Necesitamos colaborar con otras empresas, startups y centros de investigación”, comenta Relaño.
Un ejemplo concreto de estos proyectos está en el uso de realidad aumentada. "Hemos trabajado junto a una startup en una propuesta para nuestra división de herramientas eléctricas. Nos plantearon eliminar el catálogo en papel, y ahora, mediante el uso de IA y realidad aumentada, los comerciales pueden mostrar productos en 3D a los clientes de manera interactiva, generando un efecto wow que mejora la experiencia de venta y que ya se está utilizando en varios países", describe.
"Por muy grandes que seamos, no podemos innovar en solitario. Necesitamos colaborar con empresas, startups y centros de investigación"
Otro de los proyectos más destacados tiene que ver con el control de fallos de calidad en la línea de producción. “En nuestras fábricas, como tenemos muy pocos errores, no podemos aplicar modelos de IA que dependan de grandes cantidades de datos erróneos. Por eso, hemos optado por usar inteligencia artificial generativa para crear imágenes sintéticas de errores, mejorando así nuestros algoritmos y reduciendo el scrap por debajo del 1%”, añade el CIO.
Además, Bosch organiza regularmente eventos internos de innovación, donde los empleados pueden conocer las últimas tecnologías y participar en proyectos piloto. También han puesto en marcha formaciones más técnicas en las que se les explica, por ejemplo, cómo hacer un buen prompt, y aprovechar las herramientas de IA generativa en su día a día, independientemente de los conocimientos que cada persona tenga de esta tecnología.
IA generativa aplicada
La IA ha sido un campo de gran interés en la compañía en los últimos años. En colaboración con la Universidad Complutense de Madrid, crearon la Cátedra de Inteligencia Artificial, centrada en el internet de las cosas y en IA aplicada a la industria. “Esta colaboración nos permite estar al tanto de las últimas innovaciones tecnológicas y participar en proyectos europeos financiados por fondos como los Next Generation", comenta.
Bosch ha lanzado varios proyectos piloto para explorar su potencial. “Hemos creado un portal interno que permite a nuestros empleados utilizar IA generativa de manera segura para tareas administrativas y de toma de decisiones. Esto incluye desde la redacción de correos hasta la creación de respuestas automáticas a consultas complejas, y siempre garantizando la seguridad de los datos”, afirma.
"La IA generativa va a ser uno de los grandes disruptores de nuestra era, pero todavía estamos en una fase inicial"
Uno de los casos de uso más innovadores ha sido su aplicación en recursos humanos. “Estamos en fase de prueba de una herramienta para agilizar los procesos de selección de personal. Nos permitirá filtrar candidatos, hacer entrevistas virtuales con un ‘copiloto’ de IA, y hacer una selección final mucho más rápida. Es un avance enorme, aunque somos conscientes de los desafíos que plantea en términos de sesgos en los algoritmos”, admite.
Obligado es en este punto plantearle a Relaño si las expectativas que se han creado alrededor de la IA generativa han creado una burbuja que puede estar desinflándose ya. Ante lo que admite que “el hype es enorme, pero con el tiempo se convertirá en una herramienta fundamental para mejorar la eficiencia y ofrecer soluciones más personalizada. La IA generativa va a ser uno de los grandes disruptores de nuestra era, aunque todavía estamos en una fase inicial”.
Por otra parte, en el ámbito de la sostenibilidad, la empresa está desarrollando soluciones de hidrógeno y carburantes sintéticos, áreas en las que son líderes en el mundo. “Estamos convencidos de que el hidrógeno jugará un papel crucial en la descarbonización de la industria, y Bosch ya está trabajando en soluciones que pueden marcar la diferencia en este campo”, asegura el CIO.
De lo que no cabe duda es que la cultura de la innovación está profundamente arraigada en Bosch. El CIO hace hincapié en ello durante toda la conversación, aunque también admite que al principio de su carrera la tecnología era vista como una función de soporte, mientras que hoy es ya un pilar estratégico.
"El cambio ha sido significativo. Ahora trabajamos codo a codo con el negocio para definir juntos qué tecnologías son necesarias y cómo podemos ponerlas en funcionamiento para mejorar los procesos", afirma. Y esa colaboración estrecha no ha hecho más que empezar porque, al fin y al cabo, todo se trata de lo mismo: diseñar y ofrecer soluciones más inteligentes que mejoren la vida de las personas.