El concepto de 'hospital líquido' y cómo crece al calor del auge de la tecnología: un ejemplo en la Comunidad Valenciana

Hay que empezar diciendo que lo del hospital líquido no es un concepto nuevo. Se empezó a hablar de él tras la pandemia, una época que demostró la importancia de gestionar recursos a distancia, ya no sólo en la sanidad sino en cualquier sector.

El ámbito de la salud, evidentemente y por razones obvias, no fue una excepción. Y ahí nació la idea del hospital líquido. Algunas fuentes especializadas, hablan de que es el presente y el futuro de la sanidad.

Este modelo asistencial, en esencia, se basa en la digitalización de procesos para atender a los pacientes desde sus domicilios gracias a la tecnología.

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Lo que ocurre es que desde la pandemia hasta hoy la transformación digital se está beneficiando y de qué manera de la imponente evolución de la tecnología. Conclusión: el hospital líquido de hoy es muchísimo más potente que el de hace dos años.

Además de las ventajas que ofrece la tecnología para mejorar este concepto asistencial, conviene dejar claro que también tiene beneficios estructurales. Y es que el hospital líquido ofrece un cauce colaborativo con visión 360 que implica a empresas, startups, hospitales, administración pública y, lo más importante, a pacientes y profesionales.

Uno de los proyectos en este sentido que se están llevando a cabo en nuestro país se desarrolla en la Comunidad Valenciana.

Allí, la unidad de innovación del Instituto Valenciano de Competitividad e Innovación (Ivace+i) ha destinado al Instituto de Biomecánica de Valencia (IBV) 207.000 euros para investigar nuevas soluciones tecnológicas que ayuden a mejorar la calidad, el seguimiento y la atención de los pacientes en entornos extrahospitalarios.

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La investigación atiende al modelo de asistencia flexible (hospital líquido), que fuentes autonómicas definen como "una nueva forma más accesible de abordar a los pacientes, que permite adaptarse mejor al entorno y a las necesidades de cada persona".

"El modelo de hospital líquido representa el presente y futuro de la sanidad y el IBV, con amplia experiencia en el sector de la salud y los cuidados, vuelve a estar a la vanguardia de lo que necesita el sector", ha señalado la consellera de Innovación, Marián Cano.

Para la máxima responsable de Innovación, el avance de tecnologías como la inteligencia artificial, el big data o los sistemas 5G están abriendo un sinfín de oportunidades para explorar nuevos modelos asistenciales "y la experiencia y potencial investigador de la red de centros tecnológicos de la Comunidad Valenciana son la mejor garantía de éxito", ha señalado. 

En el proyecto HLIQUIDO -así se llama- del IBV se busca generar un impacto directo en los pacientes, las organizaciones socio sanitarias y las empresas. Para ello cuenta con la colaboración de empresas del sector salud y tecnológico que abarcan desde la asistencia a domicilio y remota, la sensorización, las tecnologías de monitorización y el desarrollo de software.

Desde el centro tecnológico se está trabajando en dos variables: el estrés y la fragilidad física y se prevé que los resultados obtenidos en este proyecto permitirán a las empresas de la Comunitat Valenciana mejorar su competitividad en el mercado estatal e internacional, con gran impacto en la cadena de valor.

El proyecto HLIQUIDO pretende crear un nuevo modelo sanitario de atención centrada en el paciente al tiempo que persigue ampliar y enriquecer las capacidades de las tecnologías de la telemedicina actuales mediante el desarrollo y despliegue de procedimientos no intrusivos y sin contacto, orientados a la medición de constantes vitales, señales fisiológicas, movimientos y patrones de comportamiento.

Plataformas y algoritmos

El centro tecnológico se ha propuesto tres resultados. El primero es una plataforma digital de gestión de datos de salud para monitorizar a pacientes extrahospitalarios. Esta plataforma contará con interfaces adaptadas, tanto para los profesionales clínicos como para los pacientes y los cuidadores, permitiendo, además, una integración de dispositivos de registro periférico. 

Todo ello, supondrá un avance significativo en la atención extrahospitalaria ya que hará que la gestión de datos de salud se convierta en un proceso accesible, seguro, y adaptado a las necesidades de cada usuario (pacientes, cuidadores y profesionales).

El segundo resultado es una serie de algoritmos avanzados de obtención de datos dirigidos a mejorar la monitorización, en tiempo real, de pacientes crónicos y de alto riesgo. En concreto, estos algoritmos ya permiten la evaluación de variables como la frecuencia respiratoria de los pacientes a partir de imágenes registradas a través de cámaras convencionales.

El tercer resultado consiste en la puesta a punto de un 'modelo clínico para la estimación del estrés', basado en la combinación de variables fisiológicas e información proporcionada por el propio paciente.

Todo ello permitirá una evaluación más completa y holística del bienestar emocional y físico del paciente, optimizando la personalización de los cuidados y anticipando posibles complicaciones de salud.