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Política Digital

La guerra de Ucrania y la crisis de semiconductores siguen jugando al tira y afloja con la inversión en digitalización

IDC corrige sus previsiones de gasto TIC, pero avisa de que la incertidumbre con Rusia o los problemas de suministro podrían alterar la buena marcha o, cuando menos, el campo de prioridad para esas partidas.

13 julio, 2022 16:18
Madrid

A nadie puede sorprender que la guerra provocada por Rusia en Ucrania está poniendo patas arriba cualquier tablero político y económico previo a su estallido. El sector digital no es una excepción, aunque por ahora sólo está causando terremotos pero no tsunamis.

La prueba está en las cifras actualizadas por IDC, que ha reconocido un mal cierre de la inversión en tecnología en España en 2021, pero que están viendo una notoria aceleración de la misma en lo que va de año y de cara al próximo lustro... si Putin lo permite. 

En concreto, la firma de análisis preveía el año pasado que este montante aumentaría un 1,7% durante 2022, hasta los 52.900 millones de euros. Ahora, la cifra ajustada prevé un negocio en nuestro país de 51.400 millones de euros para final de año, lo que supone un incremento del 3,5% respecto a ese nefasto cierre del curso pasado que lastra la cifra total.

"Hay varios factores exógenos y endógenos que explican este comportamiento. Entre ellos, la aparición de los fondos europeos, la inclusión de la sostenibilidad en los contratos públicos o la reinvención de los modelos operativos del trabajo", indica José Antonio Cano, director de Análisis e Investigación de IDC. "En el lado negativo, tenemos todavía la crisis de semiconductores, la deuda técnica y el peso del 'legacy' o la guerra de Ucrania".

Afirma este experto que la guerra en Ucrania y la crisis de semiconductores son factores que no sólo pueden lastrar la inversión total en tecnología, sino que ya están modificando las prioridades de gasto que vemos en las empresas españolas.

Fiel reflejo de ello aparece al desgranar los grandes números en las habituales cuatro divisiones de inversión que suele tratar IDC. 

La inversión en dispositivos, como suele ser habitual, prosigue su caída libre debido a la commoditización de esta industria y agravada todavía más con la falta de chips. En ese sentido, el gasto dedicado a smartphones caerá este año un 3,1% (debido a la especialización en terminales de alta gama ante la falta de piezas), los teléfonos básicos se desplomarán un 24,5%, el PC tradicional hará lo propio en un 3,6% y las tablets -que vivieron una suerte de resurgir con la pandemia- vuelven a caer un 4%.

En el ámbito del hardware profesional, la situación tampoco escapa a este declive, motivado también por la migración hacia la nube. Así pues, la inversión en redes caerá este año un 0,5% (y seguirá cayendo un 0,3% hasta 2024) y ocurrirá lo mismo en el segmento del almacenamiento (-0,3%). En cuanto a los servidores, nicho en el que se espera un crecimiento del 2,7% para el próximo lustro, también vivirá un año prácticamente plano (+0,5%).

Vayamos entonces a las noticias positivas, a las que justifican el despegue de la hoja de gastos ante tantos números rojos. Lo primero es detenernos en la capa del software, que crece un 9,5% en este curso, incluso con partidas como la del desarrollo y despliegue que vivirán un tiempo dorado con una tasa de crecimiento del 14,5% este año.

Los servicios profesionales también se recuperan después de varios años con dificultad. Este segmento aumentará un 7,2% su volumen de inversión en la gestión de proyectos, con partidas como el outsourcing (+3,1%) o el soporte técnico (+2,2%) como elementos en el carril de la certidumbre ante la incertidumbre.

Cloud y ciberseguridad

Pero si hay dos núcleos de actividad esenciales en este buen rendimiento que la industria tecnológica tiene a la espera de lo que dictamine el destino, estos son el cloud y la ciberseguridad.

Comenzando por el primero, IDC prevé un crecimiento del 33,8% en el negocio cloud respecto al pasado curso en nuestro país. Todas las capas de la nube vivirán un extraordinario crecimiento hasta 2024, del 26% en el caso de infraestructura, del 32% en la plataforma como servicio y del 18% en el software (SaaS). Este último segmento seguirá protagonizando la mayor parte del gasto digital, aunque irá perdiendo peso relativo a medida que crecen las otras dos patas de la nube. 

La corrección de IDC permite que pasemos de 2.252 millones de dólares en 2021 a los 2.330 en 2022, aumentando en 2024 de los 4.025 millones iniciales a los 4.266 millones actuales

¿Y qué pasa con la ciberseguridad? La guerra de Ucrania está poniendo sobre la mesa la importancia de esta área, cuyo gasto asociado en España crecerá este año un 7,7% hasta los 1.749 millones de euros. La amenaza de una mayor cantidad de ransomware y el propio trasvase de proveedores especializados a aquellos de plataformas en un intento de "reducir la fragmentación del mercado" son los dos condicionantes que Cano y su equipo encuentran detrás de estos números.