Sede de la OCDE en París

Sede de la OCDE en París Charles Platiau Thomson Reuters

Política Digital Educación

Schleicher (OCDE) afirma que la tecnología ayudará a evitar que la educación sea irrelevante para los jóvenes

El director de Educación de la OCDE destaca las oportunidades que ofrece para mejorar el sistema educativo, pero exige pensar de forma diferente.

10 mayo, 2021 03:31
La pandemia de la covid-19 obligó a cambiar de un día para otro la vida diaria de las personas, trasladando al mundo digital gran parte de las actividades que hasta entonces se desarrollaban en su gran mayoría en el mundo físico. Así, el trabajo, el ocio o las relaciones familiares lograron mantenerse en gran medida durante el confinamiento gracias a la tecnología.
Y la educación no fue una excepción. Con los centros escolares cerrados, las clases se tuvieron que trasladar al mundo virtual de la noche a la mañana y la digitalización del sector se vio obligada a avanzar de una manera que nadie podía prever. Una transformación que ofrece numerosas oportunidades y beneficios para el modelo educativo más allá de la pandemia.
Así lo defiende en una entrevista concedida a D+I Andreas Schleicher, director de Educación y Habilidades de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) y asesor especial del secretario general de este organismo en cuestiones de política educativa. 
Este estadístico y profesor alemán es el propulsor y coordinador de las pruebas PISA, y ha trabajado durante 20 años con los ministros y líderes del sector educativo de todo el mundo con el objetivo de mejorar la calidad y la equidad educación. Y tiene muy claro el papel que la digitalización juega a la hora de lograr ese objetivo y que la tecnología puede ayudar de muchas maneras a mejorar el sistema educativo y hacerlo muy diferente al actual.
La más importante y la más inmediata es, en su opinión, la forma en que puede ayudar a una mayor conexión entre los profesores, que pueden compartir sus mejores prácticas y recursos. "Los profesores pueden convertirse en diseñadores creativos de entornos de aprendizaje innovadores", afirma Schleicher, quien añade que también puede transformar la propia forma de aprender.
"¿Por qué tienes que aprender de un profesor que está explicando y experimentado cuando puedes tú hacer ese experimento en un laboratorio?", se pregunta el director de Educación de la OCDE, quien asegura que la tecnología puede hacer que aprender sea "mucho más interactivo y granular". 

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Asimismo, resalta que la tecnología también nos puede dar muchos datos sobre las diferentes formas de aprender de los estudiantes. Así, apunta que parte del problema actual es que parece que todos los alumnos aprenden igual en una misma clase. Sin embargo, la analítica puede ayudar a entender esas distintas formas de aprendizaje y lograr un mayor compromiso con la diversidad

El impacto de la pandemia

El director de Educación de la OCDE, que participó recientemente en los Mobile Talks, impulsados por Mobile World Capital Barcelona, con la colaboración de Caixabank, apunta que la pandemia ha hecho que se pase de aprender en un aula a que los estudiantes tengan que ser capaces de gestionar su propio aprendizaje, deban tener buenas estrategias para aprender de forma independiente y estén motivados para ello.

"Cuando un profesor se planta delante de ti, tú solo lo sigues. Cuando estás en casa delante de tu ordenador tienes que organizarte y esto es una habilidad muy importante", incide Schleicher, quien advierte que los estudiantes que no aprendan a aprender de forma independiente no tendrán éxito, aunque tengan grandes tecnologías. 

Asimismo, afirma que la pandemia ha hecho el sistema educativo "menos jerárquico" y se ha convertido en "más plano, más colegiado, más emprendedor". Así, asegura que los directores de las escuelas ahora se preocupan ahora más por si sus profesores están colaborando bien o si están conectados entre ellos.

¿Y que pasará una vez que se haya superado la pandemia de la covid-19? Schleicher cree que habrá muchas personas que presionen para que algunos de los cambios que se han producido en el último año se "conviertan en permanentes". "Creo que realmente existe ahora un fuerte impulso para cambiar el sistema", afirma. 

En concreto, apunta que habrá bastantes estudiantes que tras la pandemia digan a sus profesores que no quieren volver a los libros de textos, ya que han aprendido a trabajar con otros materiales muy interesantes. Además, habrá profesores que no quieran volver a dar clases de la forma tradicional, ya que durante la pandemia se han convertido no solo en grandes maestros, sino también en grandes mentores, entrenadores o facilitadores. 

Y, en esta línea, también habrá directores de centros escolares que no quieran continuar siguiendo todas las directrices de los gobiernos, después de haber sido creativos en el diseño del sistema formativo en el último año y hayan logrado hacer "cosas asombrosas" en sus escuelas. 

Tecnología y educación 

Schleicher señaló que la conectividad y los recursos tecnológicos son los principales elementos del proceso de transformación digital que ayudarán a cambiar el sistema educativo, como ha puesto en evidencia la pandemia, pero la inteligencia artificial también puede ser muy importante a medio plazo a la hora de adaptar el aprendizaje a los estudiantes. 

Sin embargo, advierte de que la tecnología es buena únicamente si utiliza. Así, señala que es como un lápiz, que no es lo que genera en sí mismo el beneficio para la educación, sino la capacidad de escribir. "La tecnología sólo abre muchas oportunidades (...). Y si vemos esas oportunidades, podemos hacer las cosas de forma muy diferente", incide. 

Asimismo, señala que el mayor riesgo para la educación es que se convierta en "irrelevante" para los jóvenes y apunta que el hecho de que los jóvenes sientan que lo que hacen en la escuela es muy diferente a lo que les importa en su vida es "problema bastante grande".

"Creemos que perderemos a nuestros jóvenes si no atacamos la educación", alerta Schleicher, quien incide en que no se trata solo de añadir tecnología, sino de pensar de forma diferente en todo lo relacionado con el espacio, el tiempo, las personas y la tecnología en el campo educativo. 

Cambios en profesores y alumnos

El director de Educación de la OCDE considera que la introducción de la tecnología en el sistema educativo también obligará a los profesores a cambiar la forma de enseñar. Para lograrlo, "enseñar a los profesores" es el enfoque equivocado, ya que lo que hay que hacer es ayudarles a que tengan la oportunidad de aprender más y mejor. 

Así, incide en que no se trata de mandar al maestro de vuelta a la universidad a hacer otro curso, sino hacer que la escuela ser más un lugar en que los profesores y los alumnos puedan aprender y sean cocreadores. "Creo que las escuelas tiene que convertirse en lugares en los que todo el mundo aprenda, no solo los estudiantes", incide. 

Además, agrega que en lo referente a la tecnología a veces los estudiantes están mejor preparados que los profesores, por lo que insta a estos a usar esta situación para escuchar a sus alumnos y trabajar con ellos con el fin de crear un entorno en el que todo el mundo pueda aprender junto. 

Respecto a los estudiantes, apunta que muchos ya son bastante capaces de usar la tecnología, por lo que ahora el reto se encuentra en cambiar los contenidos, con un mayor foco en las competencias digitales; la forma en la que aprenden; la pedagogía o el entorno de aprendizaje. "El acceso a la tecnología no es el gran problema", afirma Schleicher, quien agrega que hay que ayudar a los estudiantes a convertirse en "aprendices independientes" y activos.

Respecto a la brecha digital territorial, asegura que se trata de un problema fácil de solventar. Así, plantea que, al igual que en el pasado se construyeron carreteras o redes de abastecimiento de agua hasta el último pueblo, "por qué no se puede hacer lo mismo con Internet". 

En este sentido, critica que se ha sido demasiado tolerante en cuanto a disparidad de acceso a la tecnología en el campo educativo y resalta que debemos ser "más ambiciosos" para garantizar que todos los estudiantes tienen acceso a un buen aprendizaje.  

Los avances de España

Por otro lado, el director de Educación de la OCDE afirma que está "muy impresionado" por cómo España ha respondido al covid-19 en materia educativa, ya que apenas estaba preparada para trasladar la formación al mundo digital, pero cuando estalló la pandemia supo responder a los desafíos surgidos. "Es uno de los mejores ejemplos que conozco", asegura. 

En concreto, incide en que fue uno de los países de Europa que más rápido trasladó toda la infraestructura educativa al mundo digital con el apoyo de todo el ecosistema, como la industria tecnológica o la editorial, creando una "poderosa alianza" para hacer frente con rapidez al cierre de los colegios

De cara al futuro, muestra su satisfacción por la apuesta que se está realizando en España por la digitalización en el mundo educativo, no solo en las escuelas, sino también en el campo de la Formación Profesional. 

Sin embargo, advirtió de que los planes solo son buenos cuando se implementan y recordó que el camino de los cambios educativos está escrito con "muy buenas ideas que no se han implementado de forma eficaz". Así, afirma que la gran pregunta es cómo atraer a todo el mundo hacia este objetivo, cómo hacer que sea "una empresa de toda la sociedad"