Tener más de 55 años aumenta en 23,1 puntos porcentuales la probabilidad de tener habilidades digitales bajas o directamente de no tenerlas. Contar con estudios básicos o medios representa tener un 17,6% más de opciones de alcanzar un nivel de competencias digitales avanzado que no tener esos estudios, aumentando a un 36,2% de probabilidades si se alcanzan estudios superiores. La diferencia de estar desempleado a ocupado aumenta en 4,3 puntos porcentuales la probabilidad de tener unas habilidades digitales avanzadas.

Estas son tres de las conclusiones del informe 'Competencias digitales y colectivos en riesgo de exclusión social en España', que firma la Fundación Cotec en colaboración con el Insituto Valenciano de Investigaciones Económicas (IVIE) y que fue presentado este martes en el Mobile World Congress que se celebra estos días en Barcelona.

Este trabajo busca identificar a los colectivos con mayor riesgo de quedar excluidos de la economía y la sociedad digital en España. El nivel de estudios, la ocupación y la edad son los tres factores que en mayor medida determinan la brecha en competencias digitales, a diferencia del género, que es mucho menos significativa a nivel estadístico. 

El estudio se estructura en cuatro partes: frecuencia de uso de internet, habilidades digitales, conclusiones multivariante y percepción social. Además, cuenta con un informe agregado por comunidades autónomas.

Laura Hernández y Joaquín Maudos, sus autores, explicaron con detalle todas las variables. La franja de edad analizada es la que va desde los 15 a los 74 años y la primera cifra llama la atención: si en 2006 había 16 millones de personas que no usaban internet, en 2020 la cifra se ha reducido a los 2 millones de personas.

Joaquín Maudos y Laura Fernández -ambos del IVIE- junto con Aleix Pons (Cotec) -en el centro-.

En estos momentos, según el estudio, el 83,1% de los españoles incluidos en esa franja de edad usan internet a diario, lo cual significa que se ha multiplicado por cuatro desde 2006 y por 10 si nos referimos a personas mayores de 55 años.

Ahora bien, en el dato referido a 2020, hay muchos matices, ya que no todos los grupos sociales analizados presentan unas cifras tan prometedoras.

Si bien el 60% de los españoles posee, al menos, habilidades digitales básicas, un patrón similar al del promedio europeo, al dividir por grupos sociales, conviene advertir que los mayores están cuatro puntos porcentuales por debajo de la media europea. 

Pero en el seno de nuestra sociedad, precisamente esos grupos sociales son los que marcan las diferencias y las diferentes brechas digitales existentes.

Diferencias porcentuales

Así, el estudio refleja datos como los referidos al inicio del artículo pero otros no menos importantes: un hogar con mayores ingresos tiene un 17% más de probabilidades de favorecer las competencias digitales de sus miembros; la confianza en internet es directamente proporcional al desarrollo de esas competencias (en un 5,4%); ser extranjero reduce un 10% esas posibilidades; y ser mujer las reduce un 3%.

La presidenta de Cotec, Cristina Garmendia, respecto a este último dato, quiso remarcar que "descartamos, pues, que el género sea un factor decisivo en la adquisición de competencias digitales". Así, explicó que "hombres y mujeres somos igualmente capaces e igualmente vulnerables".

Cristina Garmendia, presidenta de la Fundación Cotec.

Sí consideró que "es la educación la que determina el nivel de habilidades digitales". Y en este sentido, admitió que "hoy en día, no tener ciertas habilidades digitales significa no tener ciertos derechos".

Otro de los asuntos analizados en este informe tiene que ver con la relación existente entre renta per capita y habilidades digitales de los ciudadanos. Y, al respecto, el análisis por comunidades autónomas da la clave.

Tanto es así que, en la estadística de personas con, al menos, habilidades digitales básicas por regiones, los territorios que presentan mejores cifras son los territorios con más renta per cápita.

Así, el 67,4 de ciudadanos de Madrid, el 67,2% de los catalanes, el 61,7% de los navarros y el 61,5% de los vascos -todos ellos por encima de la media nacional- tienen ese nivel de habilidad digital como mínimo básico. Murcia (55,1%), Cantabria (54,8%) y Galicia (52,1%) cierran el ranking.

"Eso nos lleva a concluir que si queremos aspirar a reducir las diferencias regionales en renta per cápita tendremos que reducir primero la brecha en competencias digitales", resaltó uno de los autores del estudio.

Sobre si ha habido efecto Covid en este proceso paulatino de adquisición o no de competencias digitales, los autores del informe quisieron diferenciar dos aspectos.

¿Efecto covid?

Por un lado, dijeron, "no ha habido efecto covid, por ejemplo, en lo que se refiere a la evolución de la gente que usa internet, porque crece al mismo ritmo que en periodos anteriores".

Pero por otro lado, "sí que ha habido efecto covid en cómo se ha usado internet". De esta manera, han explicado que hay una mayor relación con la administración, hay más búsquedas de bienes de servicios o de información sanitaria, hay un mayor uso del correo electrónico o redes sociales y hay un mayor uso de banca on line".

Los resultados del informe, en cualquier caso, ofrecen varias lecciones a juicio de la Fundación Cotec. Una de ellas es la importancia de invertir en educación como vía para facilitar la transformación digital; otra, la necesidad de dirigir las medidas a colectivos como los mayores de 55 años y a los que tienen menor nivel de estudios; una tercera lección sería la conveniencia de aplicar políticas de empleo para reducir el paro estructural, ya que ello reduce las desigualdades económicas.

Y algunas lecciones más: incentivar el uso de internet permite aumentar las competencias digitales; tener en cuenta la importancia de las habilidades digitales en cualquier nueva reforma educativa es clave para esa transformación digital; reducir las diferencias en renta per capita tiene que ver con reducir las habilidades digitales de la población; y la importancia de los fondos europeos para contribuir a la transformación digital.

En definitiva, como explicaba Cristina Garmendia, "la digitalización nos conduce a una brecha que ahora se siente con más fuerza y sobre la que es urgente actuar, con lo que hay que llamar a las políticas públicas para que atiendas las necesidades".

Tal y como añadió Carlos Grau, CEO de Mobile World Capital Barcelona, "ese es el gran reto: ¿cómo combatimos esas brechas existentes?". Según explicó: "No todo debe ser conectividad, sino formación y usabilidad".

Fuentes de datos

Por último, conviene destacar que este trabajo utiliza los datos que proporciona el indicador de competencias digitales de la población integrado en la dimensión de capital humano del índice sintético DESI (Índice de la Economía y Sociedad Digitales) que elabora la Comisión Europea.

También utiliza los microdatos de la Encuesta sobre equipamiento y uso de tecnologías de información y comunicación de los hogares (Encuesta TIC-H) del INE, además de otros que provienen de la Encuesta Cotec-Sigmados de percepción social de la innovación, que fue presentado hace unos meses.

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