La privacidad, el uso responsable de los datos, la desinformación, la precariedad laboral o la desigualdad global son cuestiones absolutamente trascendentales que se están desarrollando en estos instantes, mientras lee este artículo. La tecnología, por sí sola, no consigue resolver los problemas estructurales de nuestra sociedad. Aun más, los algoritmos amenazan con magnificar y perpetuar esos desafíos.

En este contexto, son cada vez más las iniciativas que reivindican un desarrollo tecnológico humanístico y una relación más fluida entre los diferentes actores: empresas tecnológicas, gobiernos y el tercer sector.

En nuestro país, una de las más significativas es Digital Future Society (DFS), una iniciativa puesto en marcha en 2018 por la Fundación Mobile World Capital, con el impulso del Ministerio de Asuntos Económicos y Transformación Digital.

“Somos conectores de las distintas voces que tienen algo que decir en la agenda digital, pero con un enfoque pragmático: no solo queremos identificar esos retos sino también aportar recomendaciones y soluciones”, afirma para D+I Cristina Colom, directora de DFS.

Esta mañana, DFS ha presentado un informe titulado “Faster than the future. Facing the digital age”, en el que una decena de expertos internacionales ahondan sobre los mencionados desafíos globales. Durante el acto de presentación a la prensa, destacó la intervención de Mateo Valero, director del Barcelona Supercomputing Center (BSC) y uno de los autores del documento.

“Hace falta más tecnología para uso social”, reclamó Valero. “Sin tecnología, será imposible resolver los grandes problemas de la humanidad”, recordó. Pero al mismo tiempo, advirtió de la emergencia de que ese desarrollo tecnológico se asiente sobre fundamentos éticos y humanísticos.

“Transformaciones que proyectábamos en un plazo de años, se han hecho realidad en meses, e incluso semanas. Los retos éticos y sociales asociados a estos cambios plantean un desafío que debemos abordar a través de una mirada global, multidisciplinar y con una clara vocación humanística”, señaló por su parte Carme Artigas, secretaria de Estado de Digitalización e IA del Gobierno de España.

Según Artigas, este nuevo informe les ayudará “a identificar dónde y cómo debemos incidir”, y a “trabajar de forma más intensa para acercarnos a una sociedad digital éticamente sostenible”.

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