Bitcoin continúa en subida libre y supera ya los 40.000 dólares. Para entender este boom, no obstante, hace falta desligarla del resto de criptomonedas. De entre las más de 8.000 monedas virtuales que existen en el mundo, según Coinmarketcap.com, bitcoin acapara el 70% de la capitalización agregada.

De hecho, no todas las criptomonedas se están revalorizando del mismo modo, ni son siquiera comparables. Recientemente, el ripple se desmoronó a raíz de una decisión de la SEC en EEUU que no tomará jamás con respecto al bitcoin.

La primera razón por la que el valor del bitcoin sigue subiendo está en el carácter limitado de esta moneda. “A diferencia del euro o del dólar, cuya cantidad en circulación depende de la política monetaria del momento que establezcan los Bancos Centrales, la cantidad de bitcoins es fija, invariable. Nunca en la historia se destruirán o se crearán nuevos bitcoins. A misma oferta y más demanda, el precio sube”, explica David Riudor, CEO y fundador de Goin, una app para que los usuarios organicen su ahorro.

Solo quedan por 'minar' 2,5 millones de bitcoins

Además de ser finito, el sistema del bitcoin se autogestiona. Miles de personas alrededor del mundo ponen poder computacional a disposición de la red. Son los llamados mineros. A cambio, reciben una pequeña remuneración. Actualmente, el 88,5% de los bitcoins totales (18,5 millones) ya han sido minados y, por lo tanto, están disponibles para su compraventa. El resto se irá habilitando progresivamente pero, como decíamos, nunca se superarán los 21 millones totales de bitcoins.

En estos momentos, hay gran cantidad de liquidez disponible en el mundo, mientras que los tipos de interés continúan bajos, el dólar se mantiene débil… “Es una tormenta perfecta de circunstancias que convierten a las criptomonedas en una alternativa interesante de inversión”, sostiene Javier Molina, portavoz de la plataforma de inversión en multiactivos eToro. Además, “muchos de los nuevos propietarios de bitcoins proceden de geografías con monedas oficiales inestables”, explica Ruidor.

Y a todos estos factores, en los últimos tiempos se ha sumado uno nuevo: la llegada de inversores institucionales. Grandes empresas como Square, PayPal y Grayscale estarían comprando grandes volúmenes de estas cryptos. Solo Grayscale, el custodio y administrador de activos digitales de Bitcoin Trust, compra desde hace varias semanas a un ritmo superior al que se minan nuevos bitcoins.

“Estas empresas no hacen inversiones cortoplacistas. Si sumamos las monedas que están retenidas en manos de estas organizaciones, de los mineros y de los primeros compradores, resulta que el 75% del mercado de bitcoins es ilíquido”, explica Molina.

¿El próximo valor refugio?

La principal preocupación, en estos momentos, se cierne sobre el posible pinchazo del bitcoin y su impacto sobre los pequeños inversores particulares -el eslabón más débil-. Dada la gran cantidad de bitcoins concentrada en pocas manos, el precio se encuentra altamente expuesto a volatilidades.

“Ha habido y habrá nuevas correcciones, pero será muy difícil que baje de los 10.000 dólares. Hasta ahora, nunca ha caído por debajo de los valores mínimos anteriores”, confía Molina. “No sería tan sorprendente ver los 100.000 dólares en algún momento de este año, dado el impulso actual", dijo el miércoles Guy Hirsch, managing director de eToro en EEUU.

JP Morgan apunta, incluso, a que el bitcoin podría sustituir al oro como valor refugio. A largo plazo, esta firma le atribuye un precio objetivo de 146.000 dólares.

Riudor, que personalmente es poseedor de algunas cryptos y también está convencido de que el valor del bitcoin va a continuar subiendo, recomienda invertir alrededor del 5% de los ahorros en estos activos. “Nunca metas en bitcoin el dinero que necesites para comer. Pero sí es recomendable diversificar el ahorro. Un 5% en criptomonedas [inversiones de alto riesgo] puede ser razonable”, comenta a D+I.

Nuevos servicios y emprendimientos

A medida que el bitcoin y las criptomonedas se consolidan y dejan de ser “cosa de unos pocos”, florece a su alrededor una diversidad de servicios empresariales. Así, algunas grandes empresas como Prosegur y BBVA (por ahora, en Suiza) ya han empezado a ofrecer servicios de custodia de criptomonedas.

Mientras, la startup española Onyze ofrece a otras entidades financieras la posibilidad de empezar a ofrecer gestión y custodia de monedas virtuales. Su fundador, el emprendedor Eneko Knörr, cree que en un futuro todos los bancos ofrecerán incluso productos financieros basados en criptomonedas, como por ejemplo cuentas bancarias remuneradas.

El Banco Central Europeo mueve ficha

A más largo plazo, cabe plantearse el impacto que las criptomonedas como el bitcoin pueden tener sobre la sostenibilidad del sistema financiero. ¿Echarán por tierra las políticas monetarias de los bancos centrales? ¿Pondrán en jaque a las monedas oficiales?

Precisamente para garantizar nuestra soberanía monetaria, el Banco Central Europeo (BCE) está estudiando la emisión de un euro digital. La forma que podría tener el futuro euro digital todavía es una incógnita. Sí es seguro que tendría un valor fijo y que estaría respaldado por el BCE, a diferencia de los criptoactivos. El BCE ha confirmado asimismo que un euro digital “no implicaría el abandono o sustitución del dinero en efectivo”, sino que lo complementaría.

Debemos estar preparados para emitir un euro digital si fuera necesario (Christine Lagarde, presidenta del BCE)

Europa no es el único territorio explorando la posibilidad de emitir monedas virtuales oficiales. Canadá, Japón, Suecia, Reino Unido o la Reserva Federal de Estados Unidos estudian lanzar sus propias CBDC (moneda digital de banco central).

Ahora bien, ¿y si ocurriera lo improbable, y los ciudadanos retiraran su confianza de las instituciones financieras? ¿Y si quebrara -sin opción a rescates- el sistema? ¿Podría el bitcoin desbancar a la economía que conocemos? Javier Molina, de eToro, opina que estamos lejos de llegar a esos escenarios distópicos. “Un activo volátil nunca podrá usarse como moneda de cambio generalizada. Al menos en aquellos territorios con monedas oficiales estables, los salarios o los grandes préstamos se seguirán pagando en esas divisas”, considera.

“De momento, el bitcoin está siguiendo la vertiente del oro, que es convertirse en una reserva de valor. Ya es el séptimo activo más valioso del mundo. Se regulará, sin ninguna duda, pero no se va a poder frenar”, concluye.