Europa carga sobre sus hombros la pesada losa de la civilización. Y en la nueva era digital no quiere que el mundo se parezca ni al salvaje oeste americano ni a la fría estepa oriental sometida por oscuras dictaduras. A algunos les parecerá inútil poner puertas al campo y legislar desde el buenismo, eso supone competir en desventaja. Pero para otros, aun sabiendo que sufriremos un dumping digital, nos merece la pena sacrificar toda una mano para enarbolar la bandera de la ética y el humanismo.

De entre la quincena de temas que les hemos seleccionado hoy para hilar este resumen de lo mejor de la semana de Disruptores e Innovadores (D+I), destaca sin duda la declaración de derechos y principios digitales presentada el miércoles por la vicepresidenta ejecutiva para una Europa Adaptada a la Era Digital, Margrethe Vestager, que será elevada para su aprobación al Consejo y al Parlamento Europeo.

Tirando de recurso periodístico, D+I la calificó como la "Constitución digital europea", porque marca los límites del cuadro en el que se debe pintar la nueva dimensión del mundo digital. Sus contenidos son muy similares a la Carta de Derechos Digitales que presentó el Gobierno de España hace un año.

Desconexión, aula conectada, ciberseguridad, reducción de brechas y sobre todo traslado al entorno digital de todas las protecciones de derechos y libertades que existen en el mundo físico. Esa es la esencia, el humanismo como eje transversal para que las máquinas no dominen al hombre. Es el "punto de referencia" para empresas y gobiernos, como indicó la también vicepresidenta de la Comisión y responsable de Competencia. 

No tengan ninguna duda de que el dumping social que sufrimos en la economía tradicional de la UE respecto a otros países lo repetiremos en la digital. Competiremos en el mismo espacio con menos armas. Pero Europa no es un actor cualquiera como España, quien quiera ser un gran player digital no podrá obviar las reglas de uno de los tres grandes mercados del mundo.

Claro que eso no puede servir de excusa para competir en asuntos trascendentes como el del espacio. Esta semana Josef Aschbacher, director general de la ESA, la agencia espacial europea, mostraba una comparación demoledora con EEUU, Rusia o China. "Tenemos un 7% de lo que la NASA gasta en exploración".

La ESA "no posee capacidades propias para el transporte de personas a las órbitas LEO [donde está la Estación Espacial Internacional] y superiores, ni a la Luna u otros planetas. Dependemos de otros para llevar a nuestros astronautas", reconoce Aschbacher. Y la comparación es más grave porque el estudio se basa en lo que tendremos en 2030, dentro de ocho años...

Sueños de futuro

Nosotros andamos más pegados al terreno. Y España, especialmente. Pero hay avances interesantes. En Cataluña, Eurecat está diseñando un robot que combina lo mejor de los cobots con las fortalezas de los que deben estar protegidos por vallas. Y está enfocado a predecir el futuro del proceso industrial.

Sharework, como se llama la criatura, utiliza múltiples cámaras y sensores, el procesamiento inteligente de datos e incorpora realidad aumentada y tecnología de reconocimiento de gestos y del habla para proveer de inteligencia los robots y adaptar su labor a las necesidades de los trabajadores.

Mientras, Madrid apuesta por ser laboratorio de las grandes ciudades del futuro, según contaba a D+I el viernes el concejal de Innovación Ángel Niño. La ciudad acaba de abrir el Aravaca Innovation Lab (AIL), que estará completamente operativo el segundo semestre de este año. Se une así a los tres que ya se encuentran en funcionamiento: La Nave, en Villaverde; Madrid International Lab y Puerta Innovación, ambos en el Distrito Centro.

Todos estos centros “comparten el objetivo de facilitar la innovación y el encuentro de las personas que la hacen realidad, ofreciendo de manera gratuita espacios compartidos de trabajo y la cesión de salas para formación y eventos”, enumera Niño. 

Cada lugar elige su destino. En Haro, la ciudad con más bodegas de vino del mundo, ahora maceran en sus barricas big data, fermentan inteligencia artificial y descorchan realidad aumentada. 

El Ayuntamiento tiene sobre la mesa una colaboración con 'gigantes' como Microsoft, Telefónica y Grant Thornton para digitalizar y convertir en un destino inteligente el Barrio de la Estación. También están implicadas bodegas centenarias, Tecnalia, Ilunion y la Asociación Mundial de Destinos Enológicos.

"Vamos a transformar La Rioja a través del turismo, que tiene un potencial increíble para ello, porque impulsa un desarrollo territorial sostenido y sostenible, crea oportunidades y es una herramienta fundamental para afrontar el reto demográfico", apuntó la presidenta regional Concha Andreu.

En Asturias la alianza se ha buscado con Microsoft e Hispasat. La región diseña un plan con el gigante para conectar pymes y colegios mientras que con el operador de satélites busca conectividad total para zonas rurales.

Buen pulso 'startupero'

La semana nos deja datos y evidencias de la buena salud del ecosistema startup. Esto se consolida. Los datos de la Fundación Innovación Bankinter vienen a corroborar los aportados la semana pasada por la patronal del capital riesgo. La actividad de inversión en el ecosistema alcanzó los 4.294 millones de euros durante 2021un 287,9% más que en 2020 con un total de 409 operaciones, lo que representó un repunte del 20,3%.

De la radiografía del Observatorio de Startups que dirige Javier Mejías se desprende el notable auge de las conocidas como 'megarondas' durante 2021 -Serie C y posteriores- que casi se multiplican por seis respecto a 2020, aunque también se detecta un notable crecimiento de las rondas medianas -Series A y B, del 22,9% y 17%.

Y entre los ejemplos, esta semana Rosa Jiménez, la corresponsal de D+I en la costa Este americana, contaba el caso de Creditas, la startup fundada por el valenciano Sergio Furió que acumula una valoración de 4.800 millones. Tras nacer en Brasil y pasar por México, su clave esté en potenciar la inclusión financiera, en facilitar el crédito y en sus alianzas. Por ejemplo, el que Creditas mantiene con Voltz, una empresa de motos eléctricas en la que son inversores y que permite financiarlas. Además de proporcionar una solución de movilidad sostenible, hace que muchos se ganen la vida gracias al vehículo.

Otra startup española que pisa el valle de los sueños del silicio es Haddock. Con tan solo un año de vida, su sistema de gestión de los gastos de restaurante le ha abierto la puerta de la aceleradora Y Combinator.

Nacida en Barcelona, Haddock ha creado una plataforma intuitiva que ofrece datos de ingresos y gastos actualizados en tiempo real a los restaurantes para que puedan tomar decisiones de acuerdo con la radiografía de sus negocios en cada momento. Vamos, un "comandero automático".

Y un tercer ejemplo español que brilla al otro lado del charco es Inventa, la plataforma del madrileño Marcos Salama, también con apenas un año de vida, que ya opera en Brasil y ha conseguido 20 millones de dólares para su apuesta por la gestión del retail. Inventa permite que las pequeñas y medianas empresas, emprendedores y vendedores al por menor puedan acceder a un mejor inventario gracias a una particular combinación de crédito, datos y tecnología.

Amplio mercado también el que tiene por delante otra iniciativa madrileña, Constata, que verifica con blockchain quién y cuándo emite un título universitario. Una de sus diferencias frente al resto de herramientas en el mercado es su sello de tiempo, no sólo verifica la identidad digital, sino que acota en el tiempo cuándo se creó el documento en cuestión. 

Cambios entre los grandes

Entre los grandes players, esta semana hemos conocido el cambioal frente de la dirección de SAP en España, cargo que asume Félix MonederoA su batuta mirarán los 850 empleados de SAP en España, pero lo que impresiona del gigante es que abarca un ecosistema de 130 partners y 13.500 consultores que prestan servicio a cerca de 10.000 clientes que la multinacional atesora en nuestro país. Eso son palabras mayores.

En el negocio de las grandes tecnológicas, la nube se ha convertido en el gran mercado a explorar. Para las tres grandes en este ámbito, AWS (Amazon Web Services), Google y Microsoft, el precio y la escalabilidad ya no son los únicos argumentos de venta, también entra en juego la sostenibilidad, como les explicaba el jueves el subdirector de D+I Alberto Iglesias.   

Se apoyaba en los argumentos de un reciente informe de la firma de análisis Gartner, según el cual los aspectos de sostenibilidad -medioambiental, social y de gobernanza (los famosos ESG)- van a convertirse en un claro factor a la hora de decidir qué proveedor de nube pública eligen. En concreto, el estudio detalla que las emisiones de carbono de los hiperescalares serán uno de los tres criterios principales en estas lides para 2025.

Pero no sólo eso influye en las decisiones. También la fiscalidad. Porque en la contabilidad de las empresas la amortización es un término superior. De ahí que cada vez más, los CIOs estén apostando por el alquiler de la tecnología. Las redes como servicio (NaaS) se ven como un gran potencial de futuro, pero solo uno de cada diez en Europa las tienen en el presente. 

El miércoles conocíamos un estudio de Aruba Networks que indicaba cómo para la mayoría de los CIO de Europa, Oriente Medio y África (EMEA), la principal ventaja de pasarse a redes como servicio es la eficiencia financiera, reduciendo costes, junto a la flexibilidad organizacional y la mejora que trae a la innovación al poder enfocar al actual equipo TI a iniciativas estratégicas más allá del día a día. 

Traduciéndolo al mundo real, no hay forma de que las empresas puedan salvar el gran cuello de botella de la transformación de casi todas sus áreas, con rapidez y con el gran riesgo que implica la inversión en digitalización si no es apostando por el alquiler de los servicios. Hemos comentado muchas veces que la digitalización afecta a todas las capas, pero también que a ésta le va a influir el mundo real.

Moraleja: Quien sea capaz de ver los huecos en esa confluencia, divisará océanos azules. Uno de ellos es sin duda el de poder transformarse rápidamente con los mínimos apalancamientos. Debemos ser cautos y a la vez ambiciosos, combinar la seguridad con la rapidez que presta el alquiler de la tecnología, el as a service, la externalización, por mucho que suponga cambiar los criterios de la gestión clásica en temas críticos en las compañías. Vayan haciendo labor de terapia y de evangelización en sus organizaciones,... ¿Y por qué no?    

** Rafa Navarro es editor de D+I y CEO de Inndux Digital Group.