Una vista de la sala de reuniones virtual en la plataforma Facebook Oculus.

Una vista de la sala de reuniones virtual en la plataforma Facebook Oculus.

La tribuna

Un día en el trabajo del futuro

11 diciembre, 2021 03:26

En un futuro muy lejano, Jose se acaba de levantar y hoy ha decidido ir a la oficina, así podrá ir a la clase de yoga y desayunar con algunos compañeros que hace semanas que no ve físicamente. Además tiene alguna reunión que prefiere hacer desde la meetcomroom (la sala de comunicación y reuniones).

Le ha llegado un aviso de que su transporte está en la puerta, -es un buen servicio-pensó Jose, -desde que quitaron los autobuses y llegaron a un acuerdo con una compañía de movilidad cuando solicitas transporte en no más de diez minutos llega a tu domicilio y te lleva a las oficinas. Lo único malo es tener que aguantar los mensajes corporativos de la pantalla del asiento sobre el propósito de la compañía, ratios de todo tipo y hasta la pantalla personal con todos los reconocimientos, productividades y likes de cordialidad que has tenido. Jose sabía que tenía que mejorar este último, o no llegaría a obtener el complemento mensual.

Ya estaba en las oficinas, paso su brazafit (una especie de pulsera) por el lector para activarlo y se dirigió a uno de los puestos comunes de trabajo, no sin antes poner la muestra de saliva para verificar que no tenía ninguna enfermedad contagiosa.

Por el camino se cruzó con una persona de la que no recordaba su nombre, así que disimuladamente pulsó dos veces en el brazafit y automáticamente se activó su lentilla viendo un pequeño descriptivo [Karina Vazquez – Área: Cocreación Consumidores – Afición: Boxeo – Perfil: Amarillo].

¡Amarillo! (pensó Jose para sí sonriéndose) ya le había parecido por su andar acelerado y su sonrisa; “¿Qué tal esos golpes Karina?” -dijo Jose sabiendo que los amarillos destacaban por ser habladores y buscadores de simpatía; así se ganaría algún like de cordialidad, pensaba para sí.

No tardó en encontrarse con algún compañero de su área de trabajo, KnowHow Corporativo (KHC). Este área se encargaba de que todas las preguntas que pudieran producirse en el entorno corporativo tuvieran respuesta. Para esto, todas las cuestiones sin respuesta que alguien había realizado a través de los chats, o de los altavoces inteligentes de la empresa o de cualquier otro dispositivo, llegaban al departamento de KHC para que las resolvieran. Eso sí, previamente, la inteligencia artificial con la que trabajaba, LEGOS, hacía una propuesta de respuestas a la pregunta. Eso, era solo parte del trabajo, además había respuestas declaradas como inconsistentes por los compañeros que debían ser revisadas en equipos multidisciplinares con diversas dinámicas de solución estructurada de problemas. Las preguntas podían ser de todo tipo, desde normas y principios de colaboración en la Empresa como el por qué de ciertas decisiones tomadas.

En ocasiones, las personas elegidas como sindicunions (representantes de las personas trabajadoras) solicitaban la revisión de ciertas respuestas por entenderlas poco cordiales o que no fomentaban el buen clima laboral. Entonces se producían reuniones de personas en la que se analizaban diferentes propuestas con las posibles consecuencias en aras de llegar a acuerdos. No eran reuniones exentas de cierta tensión, en alguna ocasión LEGOS suspendió temporalmente alguna reunión en la que estaba Jose porque hubo superación de 145 pulsaciones por minuto en algunos participantes.

Los miembros de los sindicunions hacían una labor social importante, siendo un contrapunto humano a la lógica matemática del sistema, a veces se materializaba canalizando respuestas acordadas por un número importante de trabajadores al área de KHC. Los representantes eran elegidos por votaciones virtuales donde se garantizaba que hubiera diversidad de perfiles de comportamiento y análisis, acorde a lo indicado en el código de colores de la compañía. Su cargo era mantenido durante largos períodos de tiempo, casi tres meses, o lo que era lo mismo, cuatro iteraciones estándar de trabajo.

José ya había salido de su clase de yoga, se dispuso a tomar un café de la máquina aunque LEGOS lo imposibilitó: ya no se acordaba que el análisis quincenal indicaba niveles de cortisol desviados, es decir, estaba algo tensionado. Así que aceptó la primera sugerencia de LEGOS: infusión 20% valeriana, 78% manzanilla y 2% azúcar moreno; la probó y… ¡deliciosa! (Nunca dejaba de sorprenderse de que LEGOS conociera sus gustos mejor que él mismo).

Después de un tiempo trabajando en su puesto, el altavoz de su mesa avisó: “Reunión programada sobre rendimiento de equipos en la meetcomroom 7“. La sala era diáfana, únicamente con una mesa, una silla y una pizarra interactiva además de cámaras por todas partes. Colocó los sensores en las piernas y brazos así como el casco y con un clic en su brazafit accedió a la reunión. Espero que hoy funcione bien el traductor simultaneo, pensó Jose. La última vez tuvieron que suspender la reunión porque mantenerla en árabe, japones e inglés al mismo tiempo sería dificilísimo.

Una vez dentro de la reunión accedía a un entorno totalmente inmersivo viendo a sus compañer@s en movimiento, a cuerpo entero y entendiendo a cada uno aunque hablara en su propia lengua gracias al traductor simultaneo. "Buenos días a todos", dijo Jose, "¿ponemos entorno natural?". Siempre era mas agradable mantener la reunión en un bosque.

Una vez terminada la reunión, cansado de una larga jornada de casi cuatro horas, decidió irse a casa, de camino, hizo videos de reconocimiento al trabajo realizado a los participantes de la reunión, habían hecho un buen trabajo -pensó Jose. Además por cada reconocimiento obtenías cinco tokens de la compañía (una especie de moneda virtual) con la que podías adquirir casi cualquier cosa gracias al acuerdo con un conocido Marketplace que aceptaba este tipo de cobro. Jose sabía que estos tokens estaban casi más valorados que el sueldo ya que no tributaban, no había efecto divisa y eran válidos en muchos sitios de la red así que siempre se complacía que el área de KowHow lo hubiera implantado.

Satisfecho por el trabajo realizado se fue a casa con el transporte de la empresa, no sin antes preguntarse, cómo se llamaba el departamento de KnowHow hace años. De pronto recordó: ¡Recursos Humanos!

*** Óscar Boquete es director de RRHH y Organización de Leche Celta y miembro de la Asociación Española de Directores de RRHH

Eugenio Mallol opinión

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