Andaba yo pensando en la importancia de la confianza en nuestras vidas, preguntándome cómo se medían las buenas intenciones de las distintas empresas, cómo se monitoriza la evolución de las decisiones que se toman, incluso cómo se puede controlar que los compromisos de una empresa se hacen extensivos a todo su ecosistema, incluidos sus proveedores; qué papel juegan los reguladores…

Y, de repente, surfeando un poco por internet descubrí la web Sustainability-Reports.com, un portal para informes de sostenibilidad con noticias de informes actuales y anuales con información no financiera; lo que viene a ser principalmente la sostenibilidad.

Allí vi un nuevo estudio  de la IFAC (International Federation of Accountants)  que revela la falta de estandarización en el aseguramiento de la sostenibilidad a nivel mundial, 'The state of play in sustainability assurance'.

Dicho documento destaca que las prácticas globales para la auditoría de la sostenibilidad varían ampliamente de una región a otra, de un país a otro. El estudio proporciona una imagen global completa del estado actual y contextualiza su análisis con datos sobre cómo y dónde se reporta la información relacionada con la sostenibilidad, y cómo esto se relaciona con las prácticas de auditoría.

Por otro lado, una lectora fiel de esta columna me hizo llegar una noticia interesante sobre Nueva Zelanda, ese paraíso que algún día descubriré y que de momento puedo disfrutar gracias a las fotos y videos que algunos amigos que se han mudado allí comparten en algunas redes sociales.

La noticia decía que Aotearoa (Nueva Zelanda en Maorí) se ha convertido en el primer país del mundo en introducir una ley que requiere que el sector financiero revele los impactos del cambio climático en sus negocios y explique cómo manejarán los riesgos y oportunidades relacionados con el clima.

"Es importante que cada parte de la economía de Nueva Zelanda nos ayude a reducir las emisiones y hacer la transición hacia un futuro con bajas emisiones de carbono", dijo David Clark, exministro de Comercio y Asuntos del Consumidor.

Por otra parte, el ministro de Cambio Climático, James Shaw, dijo que la ley era un paso más hacia un futuro próspero y respetuoso con el clima: "El cambio climático tendrá un impacto profundo en las empresas de todo Aotearoa Nueva Zelanda. Hay actividades y activos en los que están involucradas estas empresas que no mantendrán su valor en un mundo con bajas emisiones de carbono, simplemente porque emiten demasiada contaminación climática y contribuyen a la crisis climática. De manera similar, existen tecnologías y actividades que reducirán las emisiones y serán enormemente valiosas para la economía baja en carbono del futuro".

Está claro que esto se mueve y que a medida que evolucionamos, crece el impulso hacia un sistema global para la presentación de informes relacionados con la sostenibilidad, los inversores y los reguladores están centrando su atención en el importante papel de los informes de alta calidad.

"La comunidad global necesita considerar muchas preguntas complejas: ¿se debe exigir la presentación de información sobre sostenibilidad? En caso afirmativo, ¿debería exigirse auditoría y quién lo haría?", dijo Kevin Dancy, de IFAC.

Lógicamente en Europa también nos estamos moviendo y es por ello que la Comisión Europea adoptó en abril una propuesta para una Directiva de Informes de Sostenibilidad Corporativa (CSRD), que ampliará los requisitos de informes de sostenibilidad a todas las empresas grandes y cotizadas (aproximadamente 50.000 empresas, frente a las 11.000 actuales).

Sin duda evaluar el desempeño no financiero de las grandes empresas de una manera estructurada y con garantías nos da mayor transparencia y mayor fiabilidad, y además anima a las  empresas a desarrollar un enfoque responsable de los negocios.

Mucho hemos cambiado desde que en junio de 2017 la Comisión Europea publicó sus directrices no obligatorias para ayudar a las empresas a divulgar información medioambiental y social.

Por eso es necesaria esta nueva Directiva de informes de sostenibilidad corporativa (CSRD) que requiere la auditoría de la información reportada y requiere que las empresas etiqueten digitalmente la información reportada. Aunque sea en 2022, Europa obtendrá la divulgación digital obligatoria de ESG, un enfoque digital-first que espero que adopten otras zonas del mundo.