Cada día está más claro que hay dos tipos de organizaciones: las que ven perfectamente que la tecnología y la innovación son activos estratégicos y las que lo externalizan todo porque consideran que no lo son. Personalmente creo que la tecnología  y la innovación son activos súper estratégicos a los que hay que sumar los ESG. Es el momento de ir mucho más allá del marketing y pasar a la acción, debemos darnos cuenta de que la convergencia de estas cuestiones es imparable. 

En la naturaleza hay cuatro fuerzas que gobiernan todo lo que sucede en el universo.: la fuerza o interacción gravitacional, la nuclear débil, la electromagnética y la nuclear fuerte. Elevar lo digital a la eségima potencia consiste en reconocer que las cuatro podedoras fuerzas de nuestra época son la digitalización, los aspectos ambientales, los sociales y los de gobernanza. 

Hace un par de años ideando lo que iba a ser el hilo conductor de DES2020 Digital Enterprise Show, empecé a hablar de la necesidad de acelerar la ejecución, el impacto de la transformación digital en nuestra sociedad. En aquellos tiempos prepandemia hablábamos sobre la ley de la transformación digital y sobre un concepto que, por aquel entonces sonaba novedoso,  los tres tipos de beneficios que a mi entender las empresas deben generar: los económicos, los sociales y los medioambientales.

Llevamos tiempo oyendo hablar de la transformación digital y de lo importante que es para las empresas y para los gobiernos. Pero, ¿tenemos claro de qué estamos hablando? Ya que estamos poniendo los cimientos de esta columna de opinión, voy a poner aquí la definición de digitalización de Gartner: “La digitalización es el uso de tecnologías digitales para cambiar un modelo de negocio y proporcionar nuevos ingresos y oportunidades de producción de valor; es el proceso de pasar a un negocio digital”.

En esta revolución es fundamental reconocer la importancia de las infraestructuras que permiten que todas estas transformaciones sean posibles. Ya hace años que Parag Khanna escribió Conectografía, un interesante libro en el que nos decía que las verdaderas fronteras son las de conectividad, insistía en la importancia de tener una infraestructura de comunicaciones de primer nivel para ser competitivos a todos los niveles.

Por otro lado, hace mucho tiempo que en las empresas se hablaba de Responsabilidad Social Corporativa; y no podemos negar que la RSC marcó el punto de partida para que las empresas se responsabilicen de su impacto en la sociedad.  Reconociendo que la RSC fue la precursora de los ESG- Environmental, Social & Governance - y mapeando la progresión de la Sostenibilidad dentro de un concepto más amplio como es el de ESG llegamos a la conclusión de que la última evolución de las intenciones iniciales proporciona un marco más amplio para una mayor transparencia, mayores esfuerzos y un mayor bien.

Mucho se ha debatido sobre el papel de las empresas en la sociedad desde que hace medio siglo Milton Friedman escribió "La responsabilidad social de las empresas es aumentar sus beneficios". Hemos cambiado mucho desde entonces y en los dos últimos años todos estos temas se han acelerado todavía más. Ha habido un cambio hacia una comprensión más amplia de cómo las decisiones corporativas afectan a todos los grupos de interés, no solo a los accionistas.

Llegados a este punto es cuándo entenderéis el nombre de mi columna, la digitalización se ha elevado a la eségima potencia y, por fin, converge con cuestiones críticas para nuestro mundo: todas las relativas a cuestiones ambientales, sociales y de gobernanza. 

Los consumidores y la pandemia estamos obligando a las empresas y a los gobiernos a acelerar la transformación, es el momento de pensar en el conjunto y no sólo en las partes que lo conforman. Es el momento de fusionar los objetivos de negocio de las empresas con los ESG.

Lógicamente no sólo las empresas tienen que hacer su parte, también los gobiernos. Al fin y al cabo de eso va la G,  de gobernanza, que se define como una forma de gobierno basada en la interrelación equilibrada del Estado, la sociedad civil y el mercado para lograr un desarrollo económico, social e institucional estable.

A partir de ahora, cada dos semanas, voy a compartir mi visión sobre temas relacionados con digitalización y con ESG. Porque compartiendo es como seguimos aprendiendo, contad conmigo para dar visibilidad a las cosas que se están haciendo bien y aportar mi granito de arena para que no desaprovechemos esta crisis para mejorar nuestra sociedad y nuestro mundo.