Para los amantes del cine clásico de los años 60, hay una cinta ("El buscavidas") en la que un gran jugador de billar debe luchar contra todos sus miedos e inseguridades hasta poder vencer a su gran rival. Una película, protagonizada por el inconmensurable Paul Newman, en la que se esconde una de las mejores lecciones de la historia, que reza lo siguiente: "Están los que ganan y los que tienen una excusa para perder".

En paralelo, llevo ya varias semanas asistiendo a un rebrote del interés por el "edge computing", la computación en el extremo o en el borde para los hispanohablantes, que gozó de un gran despegue hace un par de años pero que quedó en cierto modo relegada a un segundo plano de atención en tiempos recientes. Ahora, parece que el hype ha resucitado en torno a esta tendencia, pero siempre con un aviso: es una tecnología prometedora, pero aún inviable hasta que consigamos velocidades y latencias mucho mejores en las conexiones entre esos elementos cercanos a la acción y los grandes centros de datos donde seguirán estando presentes las soluciones de analítica e inteligencia artificial. Y ahí el mensaje es claro: la 5G será la que permita la explosión del "edge computing". Mientras, nos queda poco menos que resignarnos a pruebas piloto y poco más.

Pero, como se metió en la cabeza Newman en su papel de Eddie Felson, esta suerte de excusas no suelen llevar razón. Han tenido que ser responsables de dos operadores bien conocidos por todos -Orange y Vodafone- los que reconozcan en un evento de Red Hat que muchas de las capacidades del "edge computing" podrían ser explotadas ya, hoy mismo, con las redes 4G. "El ‘edge’ funciona tanto con 4G como con 5G", en palabras de Jennifer Didoni, Head of Cloud Portfolio de Vodafone Business. "Al final, lo que hacemos es reemplazar los ‘walkie talkies de los 80 con estas redes. No necesitamos esperar al 5G para irnos al ‘edge’", dijo Charles-Henri Morin, 5G program director de Orange.  

Dicho de otro modo: para ganar en la batalla por la computación en el borde no bastan las excusas de que la red no está preparada: quizás las que no están preparadas son las estrategias TIC de las compañías que deben orquestar este nuevo concepto dentro de su actual abanico de desarrollos.