Las invenciones del ámbito de la nanotecnología no se examinan de forma distinta a otras tecnologías, y, por tanto, podrían obtener protección por patente, siempre y cuando cumplan los requisitos comunes de patentabilidad.

Para este ámbito, suele cuestionarse si la reproducción a escala nanométrica de un producto conocido o la miniaturización de un dispositivo conocido cumpliría el requisito de la novedad o, el requisito de la actividad inventiva, aún más objetado por las distintas oficinas de patentes.

Otra cuestión emergente relacionada con el aspecto anteriormente expuesto es si los derechos de una patente otorgada para un producto/dispositivo sin especificación de tamaño podrían considerarse violados por una invención nanotecnológica equivalente y/o si el propietario de la patente de producto/dispositivo concedida podría basarse en dicha patente para exigir regalías a aquellas personas o entidades que quisieran comercializar el producto nanotecnológico equivalente.

En este sentido, la legislación internacional de patentes es clara y considera que las invenciones nanotecnológicas son invenciones por selección. Dichas invenciones presentarán novedad y actividad inventiva siempre y cuando las invenciones a nanoescala presenten propiedades sorprendentes en el subrango seleccionado en comparación con el estado de la técnica.

A escala nanométrica, los materiales pueden exhibir propiedades físicas, químicas y biológicas inusuales o distintivas, que difieren en aspectos importantes de los materiales en bruto y de los átomos o moléculas aislados. A escala nanométrica, imperan las leyes de la física cuántica y aparecen nuevas y fascinantes propiedades físico-químicas que avalan la actividad inventiva de los materiales.

Sin embargo, las solicitudes de patentes que tienen por objeto la reducción de una entidad deben reunir criterios adicionales para satisfacer el requisito de novedad. Una versión más pequeña de un dispositivo conocido se considera nueva si su efecto se ha mejorado con respecto al dispositivo de mayor tamaño, de forma que resulta razonable suponer que el tamaño se ha seleccionado a propósito.

Las invenciones del área de la nanotecnología son frecuentemente el producto-resultado de métodos de preparación muy sofisticados y herramientas de manipulación de materiales en el rango nanométrico e incluso molecular, por lo que descripciones claras, concisas y detalladas de las invenciones nanotecnológicas son imprescindibles para superar los requisitos de patentabilidad de claridad y suficiencia descriptiva; fundamentales también a la hora de proteger invenciones mediante patente. 

Actualmente, las invenciones nanotecnológicas han sido consideradas de tal interés industrial que incluso se ha reservado el código/subclase B82Y para clasificar las patentes nanotecnológicas según el sistema de Clasificación Cooperativa de Patentes (CPC), que entró en vigor el pasado 1 de enero de 2013. En el mercado podemos encontrar ya productos diseñados gracias a una estrategia exitosa de protección de la investigación, el desarrollo y la innovación (I+D+i) en el área de la nanociencia.  

Los nanomateriales, como piedra angular de la nanotecnología, se han dado a conocer por contribuir extraordinariamente en el desarrollo de productos para la generación, la transmisión, el almacenamiento y consumo de energía, en particular para el desarrollo de productos de energías renovables y tecnologías energéticas limpias. Un estudio de productos de mercado realizado a finales de marzo de 2018 (Fuente: NPD Database), muestra 461 productos nanotecnológicos en este área. En el mercado se pueden encontrar ya productos como células solares (255), pilas de combustible (68), baterías (60) y dispositivos para la producción de energía eólica (21).

Los países implicados en la fabricación de estos productos son Estados Unidos con 153 productos nanotecnológicos en el mercado con aplicaciones en energías renovables y tecnologías energéticas, seguido por China y Alemania con 119 y 49, respectivamente.

Pero es, en la industria de la electrónica, donde se pueden encontrar la mayoría de los productos nanotecnológicos. El estudio de productos de mercado NPD muestra 2027 productos relacionados con la industria electrónica siendo los sensores (907 productos) los productos nanotecnológicos que lideran el mercado. Los láseres, los circuitos integrados, los procesadores y las memorias se encuentran en las siguientes posiciones al encontrarse 273, 271, 228 y 137 productos en el mercado, respectivamente.

El mismo estudio muestra que Estados Unidos ocupa un primer lugar destacado como país que produce sensores con 462 productos; le siguen Suiza (202), Japón (135), China (48) y Reino Unido (34).

La existencia de infraestructuras sólidas en la industria de la electrónica y la creciente demanda de productos electrónicos como teléfonos móviles, tabletas y portátiles son razones para el crecimiento del mercado de sensores en el mundo. Los sensores de procesamiento de imagen se encuentran entre las tecnologías de mayor desarrollo en el mercado de sensores. La tecnología MEMS (micro) tuvo una participación de más del 45 % del mercado de sensores en 2015. Las predicciones muestran que la tecnología NEMS (nano) tendrá la mayor tasa de crecimiento entre las tecnologías de sensores.

El láser se ha convertido en una de las herramientas más usadas en todo tipo de industrias por sus numerosas aplicaciones; su mercado se está desarrollando en la medida que se prevé un crecimiento del 5,2 % entre 2017 y 2022. La demanda del láser en la industria de la electrónica no es la única razón para el desarrollo del mercado de los láseres; la producción de dispositivos basados en tecnología láser para temas de salud e higiene es otro de los parámetros analizados que avalan el crecimiento del mercado del láser.  

Muchos desafíos en el mundo de la medicina y la salud se están resolviendo gracias a los resultados de I+D+i obtenidos dentro del área de la nanociencia. En el estudio de productos de mercado mencionado anteriormente, se indica que existen 925 productos nanotecnológicos actualmente disponibles en el mercado y con aplicaciones en medicina.

Para las enfermedades más temidas como el cáncer, la nanotecnología está demostrado ser de gran ayuda para que el tratamiento sea más específico y para que la detección de la enfermedad sea más temprana. La integración de la biología y la nanotecnología tiene actualmente un impacto significativo en la ingeniería de tejidos y la medicina regenerativa. Superando los problemas de toxicidad y biodistribución de nanomateriales orgánicos o inorgánicos, las partículas basadas en nanomateriales, los andamios nanoestructurados y los sistemas de suministro de fármacos (nanovehículos) están revolucionando el diagnóstico y el tratamiento de las enfermedades y están permitiendo la regeneración de órganos defectuosos. Los nanomateriales también están revolucionando la odontología.

Estados Unidos vuelve a destacar como el mayor fabricante de productos nanotecnológicos con aplicación en medicina y salud con 415 productos en el mercado. Alemania está en un segundo puesto destacable con 124 productos en el mercado. Y a continuación le siguen China y Japón con 59 y 44 productos en el mercado, respectivamente.

En la Oficina Europea de Patentes (EPO) se concedieron 1415 (2015), 2006 (2016), 2386 (2017) y 619 (marzo 2018) de patentes de invenciones nanotecnológicas, un 2 % estable del total de patentes concedidas por la EPO. Significativo es el resultado de la relación entre el número de patentes y el número de artículos científicos en el área de nanotecnología (patentes por cada 100 artículos) que se mantiene estable en un 15-16 % en los años 2015-2018.

Este resultado pone de manifiesto que aún no se ha producido el traslado de esta tecnología a la fase comercialización y menos aún la retroalimentación que supone una buena estrategia de I+D+i. Los resultados de la nanociencia son un nicho de I+D+i protegible por patente sin explotar, con buenas expectativas a corto y largo plazo.

La nanociencia está demostrando ser una innovación disruptiva que genera valor poniendo en el mercado productos de uso cotidiano, innovadores y competitivos. Los beneficios que reporta la nanociencia son fácilmente visibles para el usuario final, haciendo más atractivos los productos mejorados.

María Jadraque, técnico de patentes de Pons IP y doctora en Química