Cuando llegué a AstraZeneca, hace poco más de ocho meses, me sorprendió gratamente ver cómo una compañía farmacéutica se había subido al "carro" de las plataformas digitales y se podía respirar por todos los poros de nuestras oficinas de Madrid la palabra innovación.

Sin embargo, detecté también que, a pesar de haber sido una de las Big Pharma pioneras en el uso de las redes sociales (a través del primer tweetchat en Estados Unidos allá por el año 2010) –por cierto, uno de los casos de éxito que siempre he puesto de ejemplo en mis charlas a la hora de hablar de cómo en la industria farmacéutica "también aprovechamos las ventajas que nos brindan las nuevas tecnologías como soporte clave en la forma de comunicar en la actualidad"–, muchos de nuestros empleados todavía desconocían las ventajas que éstas pueden aportar a la hora de amplificar y dar a conocer nuestro negocio entre la audiencia clave.

Fue así como en enero de 2018 pusimos en marcha nuestro programa interno Digital Ambassadors para empleados de AstraZeneca España, en el cual tras una labor de minería de datos del equipo de Comunicación, detectamos quiénes eran los usuarios más activos y comprometidos con plataformas como LinkedIn o Twitter (nuestras banderas insignia en la compañía) y los invitamos a formar parte de un grupo crossfuncional en el que comenzamos a formarlos y a proporcionarles herramientas para que formasen parte de este proyecto ambicioso que era darnos a conocer al mundo a través de nuestros empleados, los mejores embajadores que puede tener una marca en el siglo XXI.

Y, por encima de todo eso, ofrecerles toda la formación con la que ya contábamos in house para que ellos la utilizasen para progresar y desarrollarse en un campo que, a día de hoy, ha resultado ser absolutamente imprescindible en cualquier área de negocio de una compañía.

Las plataformas digitales ya no son el futuro, ni tan siquiera el presente, sino que al ritmo que va la tecnología forman ya parte de nuestra historia y de nuestro pasado, de tal manera que han contribuido a cambiar la forma en la que nos comunicamos y han abierto ventanas hasta hace poco impensables, eliminando fronteras geográficas y socioculturales.

Desde AstraZeneca asumimos este reto y promovemos el buen uso de las redes sociales y plataformas como Workplace by Facebook como trampolines de posicionamiento de marca personal, fuentes de información para nuestro negocio y herramientas de trabajo indiscutibles. Además, creemos que nos acercan a esos talentos ocultos que muchas veces se ocultan tras una compañía y que potencian la creatividad y el desarrollo de las personas . Nos involucramos con ellos, estudiamos sus casos de éxito y les proporcionamos información práctica que ellos mismos pueden difundir con sus equipos y aplicar en sus labores diarias.

Fieles a nuestro hashtag corporativo #TodosSomosAZ, este programa nos ha permitido también contribuir a posicionarnos como un excelente lugar para trabajar, en el que las plataformas digitales ocupan un puesto insustituible, valioso y generador de nuevas oportunidades de negocio.

Doris Casares es Communications, CSR y AZ Foundation Director de Astrazeneca.