El sentido común fue definido por el filósofo Henri Bergson como la facultad para orientarse en la vida práctica. El primer programa de IA que intentó abordar el conocimiento del sentido común fue Advice taker desarrollado por el informático John McCarthy en 1959. El conocimiento del sentido común ayuda a resolver problemas frente a información incompleta.

En la actualidad es un problema que la Inteligencia Artificial General no ha conseguido resolver y es uno de los focos del Allen Institute para la Inteligencia Artificial.

En el futuro, uno de los objetivos será conseguir que los sistemas de inteligencia artificial utilicen el conocimiento del sentido común para poder realizar suposiciones predeterminadas sobre lo desconocido de forma similar a la forma en que lo hacen las personas.

En un artículo de Will Knight del 2018 para MIT Technology Review se explicaba que, a medida que aumenta la aplicación de IA en situaciones críticas como conducir vehículos autónomos, resulta más evidente que el sentido común es la materia oscura de la IA.

Para evitar que las máquinas sean un poco menos “tontas”, se están desarrollando diversas iniciativas para acercar el sentido común a la IA. Por ejemplo, DARPA lanzó un programa denominado Sentido Común de Máquinas (Machine Common Sense - MCS).

Dave Gunning de DARPA explicaba que la ausencia de sentido común es probablemente la barrera más importante entre las aplicaciones de IA que tenemos hoy las cuales están extremadamente enfocadas y las aplicaciones de IA más generales que nos gustaría crear en el futuro.