No solo son las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, también las operaciones ferroviarias, la aviación, las centrales energéticas, de gas... Todos necesitan comunicaciones eficientes e inviolables. El reto es mantener ese nivel de seguridad ante situaciones críticas al mismo tiempo que se aprovechan las funcionalidades multimedia que ofrece internet.

Estados Unidos se ha tomado el desafío muy en serio. Tanto que acaba de otorgar un proyecto de innovación de 3,6 millones de euros a un consorcio con especial presencia española. La UPV/EHU y su spin off Nemergent Solutions son dos de las piezas clave en la interoperabilidad de las comunicaciones de misión crítica con el 4G y con el esperado 5G.  

La historia se remonta a 2010, cuando un grupo de investigación de la universidad vasca vio una oportunidad con el 4G. Le pareció interesante el uso de la nueva red para dar servicio a la seguridad pública, que hasta ahora solo podía usar redes privadas con velocidad más limitada. Fue un éxito, pero se adelantaron.

El momento llegó cuando "EEUU decidió crear una red de seguridad pública basada en 4G  para facilitar la interoperabilidad de las distintas agencias, que entonces no podían hablar entre sí", comenta el CEO de Nemergent, José Óscar Fajardo. Diferentes gobiernos internacionales unieron esfuerzos para impulsar la creación de nuevos estándares abiertos sobre los que las comunicaciones de misión crítica pudiesen funcionar durante décadas. "Para nosotros fue fantástico", recuerda.

Nació así un grupo de trabajo para comunicaciones de misión crítica en el órganismo de estándares para redes móviles, el 3GPP. Se acabaron los reinos de taifas. También en España, donde las autonomías, ayuntamientos y Gobierno central tenían sus propias redes. "Las dificultades para hablar y montar un grupo de emergencia coordinado eran enormes". Sin contar que para el cliente implicaba atarse de por vida a un proveedor.

Resultó que la UPV/EHU había tenido buen ojo. Los protocolos que había montado para su proyecto europeo eran muy parecidos al que proponía el 3GPP. "Contábamos con el know how y, al no tener un producto comercial que mantener, podíamos desarrollar uno desde cero", comenta Fajardo. Fue el momento de dar el salto al mercado y así nació Nemergent a principios de 2017.

Los teléfonos rugerizados (robustos) están diseñados para reaccionar ante cualquier situación crítica, siempre garantizando la seguridad de las comunicaciones. El problema es que no pueden aprovechar todas las posibilidades que ofrece internet en el móvil. Aquí es donde entra Nemergent.

"Ponemos las aplicaciones que corren en esos teléfonos y las ‘tripas’ que les dan soporte", explica Fajardo. En definitiva, la empresa vasca convierte cualquier smartphone en una plataforma de comunicaciones segura y fiable, "con niveles de cifrado, encriptación a diferentes capas".

Hoy, la startup tiene uno de los productos "más avanzados del mercado en ser totalmente estándar". "No mezclamos tecnologías nuevas con pasadas", aclara el CEO. Esta ventaja ha permitido que, a través de su extensa de integradores externos, su tecnología esté implantada en redes privadas de medio mundo, desde minas en Sudamérica hasta trenes en Australia. Aunque uno de sus grandes éxitos tiene lugar en EEUU.

El Departamento de Comercio de EEUU, a través del el Instituto Nacional de Estándares y Tecnología (NIST), abrió en 2017 un programa de innovación para financiar a empresas que desarrollasen productos para los nuevos estándares. En principio, estaba orientado a compañías estadounidenses, pero algo debía hacer bien Nemergent cuando contactaron con ella. "Veían que teníamos prototipos bastantes avanzados".

Así que recibieron un proyecto de 1,2 millones de dólares, en un consorcio con el fabricante de móviles rugerizados americano Sonim, para crear aplicaciones de Android sobre sus dispositivos. En diciembre de 2019, el trabajo finalizó "con mucho éxito». "Hemos hecho demostraciones en departamentos de Policía de EEUU y nos ha dado mucha fama a nivel global".  

Un mes después, Nemergent vuelve a ser seleccionado por Comercio de EEUU, esta vez en consorcio con la UPV/EHU y otros, para desarrollar un primer prototipo de certificación de estos estándares. "Como no hay certificación, ahora no se puede demostrar el nivel de compatibilidad con el estándar", comenta. Este proyecto, con una duración de dos años, tiene una dotación de 3,6 millones de dólares.

Adelantándose al 5G

La tecnología de Nemergent es perfectamente replicable al 5G. "Lo único que cambia es cómo los servidores hablan con la red". La empresa vasca ya está trabajando en esta adaptación, de hecho, participa en un proyecto H2020 de la Comisión Europea, llamado 5Genesis, para avanzar en este sentido. En Málaga están montando un piloto de seguridad pública sobre 5G. "Uno de los problemas con los actuales despliegues 5G es que solo incluyen la actualización del interfaz radio", advierte Fajardo. "Pero la verdadera revolución del 5G está en el ‘core’ de la red y toda esa parte sin desarrollar". 

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