Es la mayor empresa de software empresarial de Europa y una de las pocas capaces de plantar cara al duopolio EEUU-China en la arena digital. También es, desde sus inicios, un proveedor esencial para la gestión diaria de millones de compañías en todo el mundo. Hablamos de la germana SAP, una firma que ha sentado sus bases en un dominio absoluto del mercado de ERP (Enterprise Resource Planning), pero que, de la mano de la innovación, está buscando su hueco en nuevos segmentos y funcionalidades como la inteligencia artificial o el blockchain.

No en vano, SAP ha invertido 70.000 millones de dólares en I+D desde 2010, una cifra sobresaliente que se articula en tres horizontes de innovación, como explica a INNOVADORES Torsten Zube, vicepresidente de la multinacional y máximo responsable de su Innovation Center Network. "Es una estrategia de innovación incremental. Por un lado, buscamos qué podemos construir de cara al próximo año, desarrollando productos y construyendo soluciones sobre tecnologías que ya entendemos. En un segundo nivel está el trabajo propiamente dicho de los centros de innovación, que extienden esas miras a medio plazo. Y finalmente estaría la visión del equipo completo de innovación, que ya mira a un plazo de cinco a diez años".

En estos tiempos en que a muchas empresas se les llena la boca al hablar de cocreación y mil y una maneras originales de pensar a la hora de innovar, sorprende y se agradece que haya personas como Zube para las que los fundamentos de cualquier nueva propuesta deben partir de la técnica, aunque el resultado final se abstraiga de ella. "Empezamos siempre valorando la perspectiva de la tecnología, ese es nuestro punto inicial. Identificamos un problema concreto y buscamos qué soluciones técnicas podemos aplicar para resolverlo". O dicho de otro modo, SAP busca evitar tanto las innovaciones vacías de contenido tecnológico como aquellas que, si bien puedan ser disruptivas, carecen de un mercado al que llegar.

Para muestra, un botón: "Se habla mucho sobre encriptación y blockchain, en descentralizarlo todo. Nosotros tenemos desde marzo la primera red de blockchain abierta que está funcionando de manera productiva, con una decena de clientes ejecutando procesos sobre ella. A diferencia de otras propuestas, nos dimos cuenta de que las empresas necesitaban que su red fuera abierta, que pudiera correr tanto en su entorno propio como en la nube y que, además, estuviera conectada a nuestros sistemas ERP. No se trata solo de ofrecer una solución, que otros muchos saben hacer, sino entender bien cómo usarla de manera eficiente. Es lo que yo llamo tener impacto con la tecnología sin hablar de tecnología". 

Hasta aquí los fundamentos básicos de la innovación según Torsten Zube, pero la cosa se complica más cuando involucramos dos nuevos factores en la ecuación: el trabajo codo a codo con los equipos de producto y la integración del ecosistema alrededor de SAP en estos procesos de ideación y crecimiento basado en estas lides. El directivo reflexiona, a raíz del primer aspecto, que "puedes tener a locos haciendo muchas cosas, pero, al final, estos motores de innovación tienen que pasar de la fase de exploración a la línea de productos. Nosotros, siempre desde la humildad, buscamos hacer cosas distintas y mostrar a los demás cómo será el futuro. Pero necesitamos saber si tienen encaje dentro de nuestro catálogo y de cara a nuestros clientes".

Sobre el segundo de los temas, y máxime en una organización como SAP muy dada a las compras de terceros para adueñarse de su tecnología, Zube admite que existe gran interés en esa vertiente, la del crecimiento no orgánico, para la cual se suelen plantear la velocidad de desarrollo que conllevaría crear esa misma tecnología en la casa y si existen sinergias claras entre la propuesta de valor de las startups o firmas más innovadoras y la sólida base de clientes de la multinacional alemana.

Datos federados

Tortsen Zube, quien fuera líder de la unidad de investigación en blockchain de SAP, está ahora centrado en un nuevo concepto que le mantiene ocupado durante el día y también en los sueños al dormir: la administración de datos federados. En un contexto en que todos propugnamos el término ‘Big data’ cual caramelo en un colegio, este experto apela a echar el freno y analizar las bases mismas en las que estamos tratando de operar.

"Es una reflexión misma sobre la forma y el consumo de los datos. ¿Realmente necesitaremos poseer todos los datos de la empresa o simplemente tener acceso a ellos de forma confiable? Si aceptamos esta premisa, empezamos a ver la transferencia de información de una manera diferente. Empezaríamos por inculcar blockchain en los fundamentos, para luego pasar a un segundo dominio de la gestión de datos y su análisis. Sería la descentralización completa de los datos, algo que requerirá no solo comunicaciones muy exigentes, sino también romper con muchos principios culturales y armonizar la complejidad existente en los formatos de datos que ahora existe", explica el ejecutivo.  En su opinión, esta democratización federada de los datos traería consigo más y mejores datos para entrenar los algoritmos "de manera más sencilla, más rápida y con menos información".

Este foco de trabajo no deja exento a Zube de otros muchos temas de interés en la escena TIC actual. "¿Cómo es el futuro del desarrollo de software? ¿Cómo construimos ese software? ¿Qué significa realmente la computación en la nube? ¿Confiamos en la computación en la nube? ¿Y acerca del mundo híbrido? ¿Cómo podemos ser más efectivos y eficientes? Son muchas preguntas a tener en cuenta y que nos obligan a analizar nuevas tendencias, como serverless, pero que tenemos que entender primero dónde tienen realmente sentido, porque a veces tendemos a seguir una moda pero que no siempre resulta en un éxito".

Durante todo el encuentro, Zube no abandona ni por un segundo su visión pragmática, su planteamiento de que todo debe estar sustentado por una base técnica fuerte pero sin que la tecnología sea el fin último. "Desde mi punto de vista, lo más importante que debemos garantizar es el valor que creamos, no la tecnología en sí. No deberíamos ser demasiado religiosos sobre la tecnología, sino tomar la tecnología que mejor solucione los problemas y ser lo más efectivos posible cuando se trata de la eficiencia de un desarrollo y asegurar el mejor soporte técnico. Aunque, al mismo tiempo, hemos de tener en cuenta que si apostamos por demasiadas tecnologías, si todo está escrito de una manera diferente, el mantenimiento se vuelve mucho más difícil. Y eso es algo que debemos considerar asimismo. Así que al final, no se trata solo del mejor desarrollo, sino también de la calidad y de la continuidad. Pero hay una cosa en la que creo firmemente: nadie nos pagará ni un euro por la tecnología, nos pagan por solucionar problemas", concluye el directivo.