Los más jóvenes del lugar seguramente nunca habrán oído hablar del mainframe, esos sistemas informáticos que fueron pioneros -allá por los años 50 y 60- en la computación empresarial. Unos equipos de gran tamaño (ocupaban lo mismo que un armario gigante, además de una sala entera para sus sistemas de refrigeración, alimentación y ventilación) y que, por no tener, no poseían ni una interfaz de uso con la que poder configurarlos. Dispositivos que, aunque parezcan obsoletos -y se les haya tratado de matar sucesivas veces- siguen estando en el corazón de la mayoría de grandes corporaciones de todo el mundo.

Es un monopolio de IBM... pero eso es bueno para la seguridad, dice Chris O'Malley

Así, en torno a un 80% de las organizaciones españolas mantiene en su core de negocio sistemas obsoletos, como es el caso del mainframe. Para entenderlo, hemos de aceptar que lo viejo, a veces, es simplemente mejor, tanto en términos de seguridad (según un estudio de Vanson Bourne, el 78% de los CIO asegura que los mainframe son más seguros que las tecnologías modernas) como de eficiencia en procesos transaccionales (IBM cuenta una nueva generación de mainframes capaces de llevar a cabo más de 12.000 millones de transacciones encriptadas al día).

Pero el hecho de que sea una tecnología tan antigua (y en la que existe un monopolio de facto de IBM) hace que no sea demasiado interesante para el mercado en su conjunto. Eso explica, por ejemplo, la falta de profesionales que existe alrededor de COBOL (el lenguaje que ejecutan los mainframe) o que solo hay un par de compañías que ofrecen servicios de consultoría para optimizar y actualizar estos equipos. Entre ellas, las dos destacadas son CA Technologies (en pleno proceso de adquisición por parte del gigante Broadcom) y Compuware. Con el CEO de esta última, Chris O´Malley,  hemos podido hablar en INNOVADORES para comentar este particular escenario de innovación olvidada por la mayoría.

Resurrección

El ejecutivo admite que el mainframe ha tenido una historia reciente complicada, con un aparente interés por desterrarlo del mapa que, finalmente, ha quedado en nada. "Mi primera preocupacion hace cuatro años, cuando accedí a CEO de Compuware, era que el mainframe no se veía como algo estratégico. La segunda era que existía una falta de innovación: era un segmento apático, no era vibrante, muy conformista. La tercera era la incertidumbre sobre si IBM estaba o no apostando por esta plataforma. Y la cuarta eran los analistas, que nos situaban siempre en la categoría de tecnologías medievales; mientras que ahora hasta Gartner dice que el legay no es malo y que debe mantenerse", afirma O´Malley.

Así, el discurso ha virado notablemente en apenas un lustro. Del ostracismo a una suerte de resurrección. Con 96 de los 100 mayores bancos del mundo usando mainframe en su operativa crítica o con firmas de retail manteniendo estas máquinas para asegurar que sus infinitas transacciones se ejecuten sin sobresaltos. Y es que la seguridad en tiempos de ciberguerras y amenazas por doquier se valora, y mucho. 

"Los sistemas del back-end siguen funcionando en mainframe, por mucho que por delante las compañías vayan a la nube", explica el ejecutivo. "El valor del mainframe se vuelve clave en rendimiento en cargas de procesamiento porque es el más económico en estos términos, pero también  en que nunca se caiga, su enorme fiabilidad. Cuando estamos manejando tanta cantidad de datos, como transacciones bancarias, esto es lo que realmente importa". O'Malley va más allá: "Incluso cuando Amazon usa su cloud, en realidad tiene un mainframe detrás gestionando las transacciones. Indirectamente estás usando el mainframe cuando crees que estás en un entorno tan moderno como la nube".

Argumentos de peso para defender la idea que Compuware trata de calar en el mercado, la de que el mainframe "no es mas que otro gran y maravilloso servidor". Sin embargo, esta premisa requiere vencer primero grandes obstáculos -más allá de la ignorancia de muchos profesionales-, que pasan por aspectos del propio mercado y, también, por las limitaciones inherentes a una tecnología que de ser humana ya estaría disfrutando de su jubilación dorada.

Entre los primeros retos, encontramos tanto el factor precio (los mainframe siguen siendo de los equipos informáticos más caros que existen) y la escasa libertad de elección entre proveedores. "Se habla de que el mainframe es muy caro, pero es mentira. hay estudios, que en un nivel macro se ha demostrado que en banca son rentables", justifica Chris O´Malley.

"Por otro lado, IBM es el fabricante monopolístico... pero eso es bueno porque lo hace mas dificil de hackear". Además de un inusitado efecto colateral: la igualdad entre distintos usuarios de esta tecnología: "No se ven diferencias relevantes entre clientes que usan mainframe... En entornos abiertos ves grandes diferencias entre los que mejor y peor usan sus sistemas en términos de coste, eficiencia y rendimiento".

En la parte técnica, la más compleja de solventar, el directivo de Compuware también ve brotes verdes que hacen pensar en un futuro ilusionante en torno a estas icónicas máquinas. "El mainframe tradicionalmente era un silo, con sus propias metodologías y culturas, pero eso está cambiando, estamos haciendo que actúe igual que el cloud y otros modelos modernos", defiende O´Malley. "Manteniendo la misma seguridad de siempre, estamos introduciendo metodologías ágiles para el mantenimiento de los equipos, para la introducción de mejoras o adaptaciones regulatorias. El objetivo es que seamos capaces de gestionar el mainframe con la agilidad que demanda el mercado, y eso pasa por automatizar tareas y apostar por DevOps".

El ejecutivo afirma ver una innovación cada vez mayor en estos entornos. "Queremos hacer mainstream el mainframe, y eso requiere innovación y experimentación sobre esta plataforma, introduciendo inteligencia artificial para predecir los patrones de los desarrolladores, entre otras cosas. Por ejemplo, los bancos en  el norte de Europa están apostando por innovar alrededor del mainframe... incluso sus trabajadores millenials, que hablan de trabajar en entornos modernos, también quieren hacerlo sobre mainframe", justifica.

Mientras todo esto se va materializando, el mercado de mainframe sigue siendo limitado, como admite Chris O´Malley ("no ves que el número de clientes suba rápido, pero los que lo usan crecen mucho"), lo que obliga a una lucha encarnizada entre los actores que batallan en estas lides. El CEO de Compuware, por ejemplo, ha aprovechado la incertidumbre generada por la compra de CA Technologies por parte de Broadcom para pescar en el caladero de su gran rival. "Ellos han hecho recortes en mainframe, han cambiado de directivos prácticamente cada año y han dicho que mainframe era solo una máquina de hacer dinero para ellos. Han tomado el camino opuesto al nuestro", defiende el consejero delegado.