César Velasco, director de innovación de Novartis, durante una intervención en 4YFN.

César Velasco, director de innovación de Novartis, durante una intervención en 4YFN.

Gran Empresa

César Velasco (Novartis): “La transformación del sector sanitario implica un cambio en la industria biomédica”

El director de innovación de Novartis, también médico, aboga por "reimaginar la medicina para generar un sistema sanitario más fuerte y sostenible". 

20 marzo, 2022 03:20
Barcelona

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Durante los primeros días de marzo, el sector tecnológico tuvo una cita internacional casi ineludible. La Fira de Barcelona acogió una nueva edición del Mobile World Congress (MWC). Un congreso que reúne a grandes corporaciones, pero también a empresas emergentes bajo el paraguas de la plataforma 4YFN (4 Year From Now).

Este espacio, que ocupó un pabellón completo, reunió a más de 500 startups que tuvieron ocasión de mostrar lo que hacen y buscar oportunidades de aplicación y crecimiento.

Entre quienes pasearon por sus pasillos estaba César Velasco, director de innovación de Novartis, con el propósito de identificar proyectos que encajen en la misión de la unidad que dirige desde hace año y medio: “Reimaginar la medicina para generar un sistema sanitario más fuerte, más sostenible y con impacto en la salud de las personas”, cuenta a D+I durante una entrevista en el transcurso del MWC. 

Su salto profesional a la Unidad de Soluciones Innovadoras de la compañía farmacéutica es poco habitual. Estudió Medicina y, hasta ese momento, había desarrollado toda su carrera profesional “en el otro lado, el de la administración pública”.

Pero su vocación siempre la tuvo clara: “Atender clínicamente a las personas me gustaba, pero me apasionó aún más la salud poblacional, el impacto que las enfermedades pueden tener en la población”.

Mejorar la asistencia

La Unidad de Soluciones Innovadoras de Novartis, al frente de la que está Velasco, nació con el propósito de acelerar y mejorar el proceso asistencial del paciente en el sistema sanitario, desde los primeros síntomas hasta que recibe el diagnóstico y el tratamiento adecuado para el control de su enfermedad.

“La unidad no tiene objetivos de negocio, pero está financiada por la industria, por lo que uno de nuestros objetivos es conseguir el equilibrio y generar el mayor impacto posible en el sistema sanitario”, describe. 

Uno de nuestros objetivos es ayudar al sistema sanitario a diagnosticar antes y generar el mayor impacto posible. 

“No es una unidad que trabaje con productos, sino que se centra en las patologías en la que Novartis es experta [reumatología, neurología, cardiología, dermatología y oftalmología] para sacar adelante proyectos que ayuden al sistema sanitario a diagnosticar antes”.

Explica que, de este modo, el paciente puede acceder antes al tratamiento correcto y disminuir el efecto que una enfermedad tiene en las personas y en el sistema “al eliminar visitas recurrentes y pruebas complementarias”.

En total, en la unidad tienen en marcha alrededor de 140 proyectos, entre los que figuran la evaluación de la calidad asistencial de un servicio y del diagnóstico, o la mejora de los flujos y derivaciones de atención primaria y hospitalaria. 

Para ello, cuentan con un equipo de asesores distribuidos por todo España, tanto en hospitales como en atención primaria, encargados de identificar, junto a profesionales y gestores sanitarios, qué problemas tienen, qué necesidades necesitan cubrir y qué proyectos de los que llevan a cabo en Novartis les proporcionan soluciones. Entre los perfiles figuran desde farmacéuticos, biólogos y biotecnólogos hasta profesionales de la consultoría procedentes de firmas de innovación, aclara Velasco. 

Digitalización como herramienta

Para entender mejor el propósito de esta unidad innovadora, su director recurre a una situación de la que adolece el sistema sanitario español: “El 60 % de los pacientes y de los usuarios afirma que no hay conexión entre la atención primaria y los hospitales. Desde la unidad estamos intentando mejorar los procesos cómo lo haría un estratega, no pensando en estos centros como proveedores de salud, sino centrándose en el paciente como un individuo que pasa a través de un proceso”.

Reconoce, como conocedor de la administración pública, que el sistema sanitario, hoy, tiene muchas limitaciones para conseguirlo, “por eso necesitamos que los diferentes partners con los que trabaja se involucren. No es un reto de Novartis, es un reto del sistema que requiere digitalización y que trabajemos en conjunto”.

Estamos intentando mejorar los procesos como lo haría un estratega, centrándonos en el individuo y no en los proveedores.  

Propuestas para mejorar el registro de datos o la integración de la voz en los procesos figuran entre los proyectos con los que trabajan actualmente. “Siempre hay que pensar en la digitalización como herramienta, y no como un fin, para consolidar las innovaciones y transformaciones que merecen la pena, y no para prolongar ineficiencias”, advierte.

Con esto hace referencia a la necesidad de identificar aquello que no funciona para sacarlo del sistema, “pero siempre dando una continuidad asistencial”. “Si trabajas en silos no puedes digitalizar esos silos porque, entonces, el problema persistirá”.

Trabajo conjunto

Reconoce que el reto es complicado porque se trata de hacer entender que “hay que trabajar a favor del ecosistema [sanitario] y no tanto en satisfacer las necesidades de una de las partes”. Y añade algo más: “Esa transformación implica pensar en el sistema de salud más allá del diagnóstico y el tratamiento, hay que diseñar estrategias para la prevención”.

Por eso, para allanar el camino, una de las premisas de Novartis es trabajar con los mismos proveedores con los que ya cuentan en los centros hospitalarios y de salud y, sobre ellos, ofrecerles un catálogo de funciones. 

Acerca de cómo acompañará la tecnología a esa transformación, Velasco no duda en señalar a los asistentes virtuales como “la forma de empoderar al paciente y acompañarle”, y la aparición de plataformas que permitan a las personas físicas “no sólo ser propietarios de sus datos de salud, también tenerlos en su posesión”.

Por delante, dos retos más: la ética y la seguridad al mismo tiempo que se da valor a esos datos. Algo que, recalca, “tiene que ser un ejercicio del ecosistema que, a su vez, ha de contar con la participación de la ciudadanía y de los pacientes”.

El salto a la ‘farma’ desde lo público

En el extenso currículo de Velasco figura su paso por la Organización Mundial de la Salud (OMS), con la que sigue vinculado; y su experiencia en medicina preventiva y salud pública en el Hospital Clínico de Barcelona

También ejerció de vicedirector médico en el Hospital Clínico Lozano Blesa de Zaragoza (“donde aprendí muchísimo”); y ocupó el cargo de director médico y de innovación en el Hospital Vall d’Hebron, también en Barcelona, antes de incorporarse como máximo responsable de Aquas, la Agencia de Calidad y Evaluación Sanitaria de Cataluña.

“Durante ese periodo, cursé un MBA que me permitió ver y profundizar en esa visión 360 que tienen muchos sectores, que también debería tener el de la salud, y que consiste, por simplificar mucho, en que sin servicio no hay proveedor y sin proveedor no hay servicio. Por eso, para transformar el sector sanitario, necesitamos que también lo haga la industria biomédica”, defiende Velasco, sin dar rodeos, nada más comenzar esta entrevista.

Y pone como ejemplo lo que ya hacía en Aquas: “Trabajábamos mucho con empresas medtech, farmacéuticas y startups para que se convirtiesen, más que en proveedores, en partners que nos ayudaran a realizar esa transformación del sistema para mejorar la vida de las personas”. 

Después de compartir experiencias con directivos de otros ámbitos se planteó “construir puentes desde el otro lado del río y generar ese impacto que siempre había buscado en todos los retos que había asumido”.

Fue así como se fijó en la industria farmacéutica y en Novartis, donde el director ejecutivo, Vasant Narasimhan, es médico en Salud Púbica y también trabajó en la OMS.

“Arriesgué mucho porque la administración pública y la empresa privada se siguen viendo como dos parcelas diferenciadas dentro de un mismo sector”, reconoce. “Pero también había visto muy buenos gestores de la administración pública, que habían pasado como denominador común por la empresa o el sector industrial, con un elevado nivel de pensamiento crítico y capacidad de gestión”.