Los pacientes con cardiopatías congénitas necesitan en la mayoría de los casos cirugía de reparación de vasos sanguíneos como la aorta o arterias pulmonares. Normalmente en este tipo de intervenciones se utilizan injertos vasculares sintéticos, de donantes humanos e, incluso, de animales. El problema es que o no hay suficientes, o generan problemas de rechazo o bien presentan problemas de crecimiento. Esto provoca una tasa de re-estenosis elevada (estrechamiento de la arteria), lo que provoca que sean necesarias nuevas reintervenciones.

La solución puede encontrarse en la bioingeniería, en el desarrollo y empleo de células madre que no provocan rechazo en el paciente, ya que se tratan de células de su propio cuerpo.

El Hospital Universitario Virgen del Rocío de Sevilla ha logrado imprimir células madre en 3D para reparar arterias en malformaciones cardiacas infantiles. Se trata del estudio Bioimpresión en 3D en cardiopatías congénitas: ingeniería tisular para fabricación de parches vasculares, con el que quieren crear arterias de mediano calibre que sirvan para reparar las que hubieran nacido pequeñas o hubieran sufrido algún daño.

“Estos parches podrían garantizar, en un futuro no muy lejano, el disponer de un tejido con la geometría adaptada a cada paciente y con sus propias células, de forma que no generara rechazo, se autoreparara y crece, adaptándose también al crecimiento del paciente”, detalla el cardiólogo pediatra Israel Valverde, jefe de sección de Cardiología Pediátrica de la Unidad de Pediatría del Virgen del Rocío.

La ingeniería tisular, recuerdan fuentes de este centro hospitalario, es fundamental en la medicina regenerativa y podría suponer una alternativa para estos pacientes. Es un área multidisciplinaria que aplica los principios de la ingeniería, la biología y de las ciencias de la salud para el desarrollo de estructuras biológicas como los parches vasculares. 

“Aún queda mucho por andar y desarrollar en este campo, y puede que los resultados tarden en llegar varios años hasta poder realizar los primeros implantes en pacientes, pero esta línea de investigación tiene un potencial enorme y representa el futuro hacia donde avanzar en la cirugía de las cardiopatías congénitas”, asegura Valverde.

El trabajo ha sido premiado por la Fundación Menudos Corazones y la Sociedad Española de Cardiología Pediátrica y Cardiopatías Congénitas. En concreto, ha logrado la tercera edición de la Beca Menudos Corazones, convocada por la Fundación Menudos Corazones y la Sociedad Española de Cardiología Pediátrica y Cardiopatías Congénitas (SECPCC).