El director general de Studio Banana, Max Oliva.

El director general de Studio Banana, Max Oliva.

Innovadores

Studio Banana, diseño estratégico para transformar las sedes de la ONU y el COI

El modelo de la empresa, basado en datos, acompaña a las organizaciones desde el diseño de nuevos entornos hasta la definición de su cultura

21 febrero, 2020 07:00

Uno de los principales problemas de las empresas españolas es la rotación voluntaria de personal. Esta circunstancia preocupa a más de la cuarta parte de las organizaciones (26,5%), según Adecco. La principal razón del cambio es haber recibido una mejor oferta salarial y el 18,7% señala que no se identifican con el objetivo ni con la estrategia marcada por la empresa. El mercado laboral ha cambiado. Los empleados ya no buscan únicamente recibir una remuneración por su trabajo, también tienen en consideración otras cuestiones tangibles e intangibles. Studio Banana propone como solución algo tan intrínseco al ser humano como es la creatividad

"La creatividad es conectar personas y entornos distintos para experimentar y generar innovación. Usamos el diseño como una herramienta de transformación", explica Max Oliva, director general de la compañía, en conversación con INNOVADORES. "Ahora mismo todas las industrias están en ello, tanto a nivel tecnológico como de personas y entornos de trabajo, así que nos planteamos cómo podíamos usar el diseño estratégico para ayudarles a afrontar estos retos".

"Usamos el diseño como una herramienta de transformación"

Un  aspecto que diferencia a Studio Banana, y que a Oliva le gusta recalcar durante la entrevista, es que no son una consultora. No solo asesoran, también acompañan en la ejecución del proyecto. "Hacemos que los entornos de trabajo sean más ágiles, flexibles y que estén alineados con la cultura de la empresa".

Su cliente más longevo es la IE School, con la que trabajan hace ocho años. "Les hemos acompañado en la creación de una experiencia consistente, que abarca desde el momento en el que alguien se plantea estudiar en esta escuela, pasando por el ingreso y carrera formativa, y hasta la graduación". El objetivo es que ese vínculo permanezca como consecuencia de la experiencia vivida. 

Entre las compañías que han recurrido a ellos para redefinir su cultura de empresa figuran McCann –tanto para su sede en Londres como en Madrid– y Erns&Young. La Organización de Naciones Unidas (ONU) y el Comité Olímpico Internacional (COI) también están en su cartera de clientes. Todas ellas tienen en común que "son organizaciones en un momento de transformación, que se plantean desde cómo dirigirse a un usuario que no entienden, como es el caso de Naciones Unidas para conectar con un público más joven; a cómo maximizar sus competencias para el aprendizaje, que era el propósito de E&Y", describe Oliva. 

Para diseñar cualquier proyecto, realizan una investigación que les permita tomar decisiones basadas en datos cuantitativos y enriquecidos con información cualitativa. Por ejemplo, para McCann en Madrid organizaron grupos de trabajo con los implicados (dirección y empleados), y contrastaron su percepción con los datos de los sensores colocados en diferentes áreas. El propósito era crear un sentimiento corporativo para todas las empresas que forman parte del grupo, pero preservando la identidad de cada una. 

En el caso del COI, diseñaron una "experiencia multimedia inmersiva" en el ágora de la Casa Olímpica. El contenido que aparece en una gran pantalla cambia, se personaliza y se actualiza con 4.000 imágenes, que son seleccionadas entre decenas de miles, y se genera un relato único "en función de, por ejemplo, la procedencia de los visitantes". El reto, recuerda Oliva para concluir, es "diseñar para las personas". 

Del 'coworking' a la cocreación

 Studio Banana empezó como un espacio de coworking en 2007, donde "se reunía  gente con interés por hacer proyectos con significado", recuerda Max Oliva. Con el  tiempo, el estudio creció y abandonó esta función. Esos inicios, en los que había conexión con distintos ámbitos y perfiles, les ayudaron a ser lo que son hoy. Uno de sus proyectos más conocidos e internacionales es OstrichPillow, una almohada para echarse la siesta. "Se planteó como una disrupción en el lugar de trabajo, donde cada vez se pasan más horas".