Satélites, blockchain, agricultura y seguros. ¿Cómo se mezclan todos estos ingredientes tan diversos en una startup? Ibisa, fundada por la española María Mateo, sigue las pautas de la llamada innovación inclusiva al desarrollar una solución, ya implementada en países como India o Níger, con la que dar cobertura a 500 millones de pequeños agricultores de todo el mundo. Sí que hay seguros tradicionales que han apostado por el blockchain (Etherisc) y también modelos de mutua con esta tecnología (Nexus mutual), pero ninguno introduce en la fórmula la evaluación previa y posterior a partir de imágenes por satélite.

Y esta particularidad viene de la mano de la propia Mateo, ingeniera de telecomunicaciones, especializada en comunicaciones por satélite (primero en España en la extinguida Ingeniería y Servicios Aeroespaciales y después en Luxemburgo en el operador de satélites SES, uno de los más grandes del mundo); pero la primera apuesta de esta emprendedora llegó allá por 2015 de la mano del blockchain, pero enfocando esta tecnología al mundo financiero y de los seguros. Al entrar en este ecosistema del insurtech, Mateo y sus compañeros detectaron un gap en la estructura de las grandes aseguradoras: "Su modelo de negocio es comprar y gestionar riesgos y esto genera unas limitaciones en el riesgo que pueden absorber. Por ello, nunca han podido encontrar un modelo viable para microseguros"

En algunos países ofrecen este tipo de microseguros cuando el gobierno local de turno ofrece en paralelo un subsidio, de modo que se mitiga ese riesgo. "Esto es algo intermitente y no es sostenible". Sin embargo, subraya Mateo, si entra en la fórmula tanto la tecnología blockchain como las imágenes por satélite, se puede diseñar un modelo de negocio que permita solucionar este problema histórico del sector. Para poner en marcha esta idea, una de las piezas clave fue la entrada en el equipo de Annette Houtekamer, especializada en seguros inclusivos. Ella aportó el know how:  los pequeños agricultores suelen agruparse y ahorran un fondo para cubrir las perdidas de un miembro. 

Este modelo es 'práctico' en casos de particulares, pero si ocurre algo que afecta al colectivo, el fondo se queda corto para la cobertura. Como los agricultores confían en este fórmula, desde Ibisa pensaron en usar satélites para poder diseñar este tipo de micropólizas y sus posteriores evaluaciones de pérdidas, lo que supone un ahorro de costes al no tener que acudir personalmente a una zona remota para examinar el terreno. Para utilizar los datos que ofrece la constelación europea Copernicus (satélites para la Observación de la Tierra), Ibisa tiene un acuerdo con la eslovena Sinergise, procesa primero los datos y se lo sirve a través de su API sentinel hub. Para completarlo, la española ha desarrollado un algoritmo que agrupa los terrenos bajo las mismas condiciones climáticas para escalar aún más el modelo de esta insurtech.

Para cerrar el círculo entra en juego la plataforma de blockchain Ethereum para que los agricultores puedan compartir esos riesgos peer to peer (P2P), es decir sin necesidad de una autoridad central (banco o aseguradora) para repartir la indemnización. ¿Qué se consigue con este modelo? "Gracias a la tecnología, el modelo tradicional que solo podía alcanzar un ámbito regional ahora es escalable a todo un país o incluso un continente, porque el pool de gente que contribuye es mucho mayor y, por tanto, es más robusto al contar con más fondos", puntualiza Mateo. Otra de las ventajas de aplicar la tecnología de la cadena de bloques es mantener esa "confianza" que existía en el modelo tradicional: "Es el valor de la transparencia".

Modelo de negocio B2B

En cuanto al modus operandi, Ibisa no contacta directamente con los agricultores, sino que cuenta con una red de partners locales, que conocen la zona y a los clientes. Estos partners se diferencian de los brokers tradicionales de seguros, porque con Ibisa, explica Mateo, "solo tienen que hacer el registro del agricultor y ayudarle al principio del proceso, pero ni gestionan pagos ni reclamaciones". Cada uno de los partners se convierte en uno de los nodos de la arquitectura blockchain de Ibisa, lo que le otorga ese carácter descentralizado al tiempo que se comparten los costes de operación.

Cada mes se realiza una evaluación del terreno, no se espera a que haya una incidencia. “Así, si algo ha ido mal podemos realizar una indemnización parcial, porque nuestro objetivo es que los agricultores tengan una estabilidad en sus ingresos. La protección que da Ibisa es cubrir el valor al riesgo, que sería la cosecha, y si algo pasa a mitad de la temporada el agricultor recibiría una indemnización parcial al detectar la incidencia. No hay que esperar 18 meses para recibir la cobertura”.

En el proyecto que ya está en marcha en la India los agricultores pagan una media de 20 dólares al año, de los que 16 se destinan a los fondos de la comunidad Ibisa y los otros cuatro se reparten equitativamente entre el partner y la startup.

Los primeros proyectos: India, Níger y Guatemala

Ibisa ya trabaja con Dhan, una aseguradora india con 1,5 millón de clientes, que está probando su tecnología en la región de Madurai para validarla en esta temporada de cosecha con un centenar de agricultores. En paralelo Ibisa lanza un proyecto con la Agencia de Desarrollo del Gobierno de Luxemburgo para implementar su tecnología en Níger. Solo con estos avances, Ibisa ya ha firmado con otros 14 partners, con lo que podrán empezar a finales de este año, entre ellos Brac en Bangladesh con 40 millones de agricultores o Microrisk, una spin off de la aseguradora Swiss Re, en Guatemala. Por ahora se cubren dos riesgos: el exceso de agua y la sequía. Son solo dos, pero entre ambos suman el 80% de los riesgos habituales en la agricultura. 

rnIbisa es uno de los proyectos de la aceleradora especializada en blockchain NWC10Lab, un laboratorio de ideas en transformación digital dirigido por José Luis Cáceres y Leif Ferreira. Su objetivo es detectar y conectar proyectos blockchain liderados por españoles en todo el mundo, como es el caso de Ibisa.