Regemat 3D desarrolla sistemas de biofabricación de tejidos y órganos -bioimpresoras y biorreactores- que investigadores de todo el mundo usan para intentar encontrar soluciones a las lesiones tisulares en tejidos como el cartílago, hueso, médula espinal y tejido muscular entre otros.

Regemat 3D desarrolla sistemas de biofabricación de tejidos y órganos -bioimpresoras y biorreactores- que investigadores de todo el mundo usan para intentar encontrar soluciones a las lesiones tisulares en tejidos como el cartílago, hueso, médula espinal y tejido muscular entre otros.

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Regemat 3D, ante su año crucial: la bioimpresión 'made in Spain' que genera órganos camina hacia el BME Growth

La startup abre su segunda ronda de 'crowdfunding' para acometer las inversiones que apuntalarán su salida a Bolsa a finales de 2023.

22 febrero, 2022 02:32

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El mercado de la biofabricación alcanzará los 1.647 millones de dólares en 2024, según estudios independientes, y España quiere buscar su posicionamiento en un mercado muy globalizado, copado por las grandes compañías europeas y norteamericanas, que jugará un papel crucial en una sociedad cada vez con una mayor esperanza de vida. 

La startup granadina Regemat 3D da este 2022 un paso al frente en su estrategia para ganar el músculo necesario que le permita librar la batalla con los pesos pesados de este sector en los mercados internacionales, donde ya está presente en 29 países.

En el emergente sector de la biofabricación, la bioimpresión 3D es una de las tecnologías más prometedoras encaminada a fabricar tejidos y órganos en el laboratorio, de forma que se puedan regenerar lesiones y acortar las listas de espera de donantes.

Equipo humano que conforma la startup Regemat 3D con sede en Granada.

Equipo humano que conforma la startup Regemat 3D con sede en Granada.

La empresa fabrica sistemas de biofabricación de tejidos y órganos- bioimpresoras y biorreactores- que investigadores de todo el mundo usan para intentar encontrar soluciones a las lesiones tisulares en tejidos como el cartílago, hueso, médula espinal y tejido muscular entre otros.

La empresa está convencida de que en los próximos años empezaremos a ver soluciones basadas en bioimpresión en clínica y que, para ello, "es necesario aumentar los recursos destinados a estas tecnologías".

En este contexto, Regemat 3D inicia en el arranque de 2022 una nueva estrategia de captación de financiación que aspira a culminar con su cotización en el mercado BME Growth a finales de 2023.

"En su día decidimos que la empresa llegara a clínica con productos basados en la bioimpresión, lo que conlleva unos productos de desarrollo y de financiación clínicos bastante largos y costosos", explica a D+I José Manuel Baena, CEO de Regemat 3D.

"No hay que pensar como única aplicación poner células e imprimir. Hay muchas otras, sin células o con células añadidas en el quirófano, que no son a veinte años vista. Hay aplicaciones a dos o tres años", añade al respecto Baena.

A finales de 2020 Regemat realizó una primera ronda de crowdfunding que le sirvió para aumentar su facturación, sacar una nueva bioimpresora y poner a punto un biorreactor para fabricar cartílago articular.

Segunda ronda de 'crowdfunding'

En la actualidad, la compañía con sede en Granada preparan la siguiente ronda, la cual prevé les servirá para allanar el camino hacia su salida a Bolsa -en el mercado para pymes del BME- en los próximos años; "finales de 2023 o principios de 2024", dependiendo de los tiempos de materialización de cada uno de los pasos de la actual estrategia.

En esta segunda ronda se aspira a captar entre medio millón y 1,5 millones de euros, encaminados a acometer inversiones estratégicas para aumentar el equipo comercial, facturación e ingresos, continuar con el desarrollo tecnológico e introducir en el mercado nuevos modelos de sus sistemas.

"De hecho, ya estamos trabajando con una consultora para preparar esta salida al mercado bursátil y hemos firmado un primer contrato de seis meses para irnos preparando, porque ya contamos con un plan claro y definido", asegura José Manuel Baena.

En el contexto europeo y mundial, Regemat 3D se diferencia por "la adaptación de los equipos de bioimpresión a la aplicación clínica". "Contamos con un proceso muy específico de cómo generar un tejido", matiza el CEO.

La tecnología de bioimpresión 3D y biorreactores de Regemat 3D es totalmente 'made in Spain'.

La tecnología de bioimpresión 3D y biorreactores de Regemat 3D es totalmente 'made in Spain'.

En ese escenario internacional, la startup español compite con empresas de otros países, sobre todo, europeas y estadounidenses, que alcanzan valoraciones muy altas, "En España, nosotros competimos con ellos bastante bien, pero no se pueden comparar nuestras valoraciones", insisten desde la compañía granadina.

Su meta es lograr la financiación necesaria para superar en el exterior unas ventas que en la actualidad están muy atomizadas y disputar el liderazgo en algún mercado internacional concreto a los grandes actores del sector.

Una plataforma para fomentar la investigación

"Regemat está presente en clientes 29 países: EEUU, Canadá, India, China... Se trata de ventas muy atomizadas en un escenario de competencia global donde aún no hemos podido expandirnos en un mercado completo para ser líderes salvo España", explican desde la compañía.

Por otra parte, la empresa también ha puesto en marcha la plataforma labmethods.org donde investigadores de todo el mundo compartirán sus métodos de fabricación de tejidos de forma que se acelere el desarrollo de soluciones en el área.

"Es como una web de recetas donde los investigadores encuentran descripciones de cómo hacer un tejido determinado, y pueden acceder a comprar todos los ingredientes necesarios de forma fácil y rápida", indica el CEO.

"Si quieres hacer algo y parte del trabajo ya está hecho, para qué perder el tiempo con esto, me voy a una receta y focalizo mis esfuerzos en otra faceta de la investigación así entre todos conseguimos tener los resultados antes", argumenta el fundador.

La ingente cantidad de patologías tisulares derivadas del envejecimiento y la necesidad de acelerar los tiempos de desarrollo de nuevos fármacos y reducir así el uso de animales para investigación sitúa a la bioimpresión 3D en una posición avanzada en el ámbito investigador y científico para trasladar cuanto antes estos desarrollos tecnológicos al ámbito clínico.