La irrupción de la pandemia ha impulsado canales del mercado turístico que, si bien ya venían experimentando una tendencia al alza, ahora se consolidan como un negocio con múltiples posibilidades por explorar en los próximos años.

El alojamiento en campings está resurgiendo como una de las modalidades con más impulso de la demanda. Las propuestas más disruptivas del mercado están aprovechando este cambio en los gustos de los clientes para reformular este tipo de alojamiento extrahotelero.

Hasta ahora el usuario debía elegir entre la comodidad del hotel o la libertad que confiere alojarse en un camping.

Ya no hace falta decantarse por uno de ellos. Propuestas como Kampaoh dan solución a través de la tecnología y la digitalización de sus servicios al cliente más exigente que busca un alojamiento lejos de las aglomeraciones pero sin renunciar a máximas prestaciones.

España todavía está por detrás de países de su entorno como Francia, Alemania, Holanda o Bélgica en demanda de alojamientos extrahoteleros en campings pero la nueva realidad lleva visos de dar un giro a la tendencia. 

Con el objetivo de acercar el alojamiento en campings al gran público nació en 2016 Kampaoh.

"España es un referente mundial en el turismo de hotel y playa. Sin embargo, el sector del camping ha sido considerado históricamente como una alternativa barata al hotel (en especial entre el público local) y no por la experiencia que ofrece per se", explican a D+I desde la startup.

"Esta consideración nos parecía injusta, porque España cuenta con campings de gran calidad, y con joyas naturales que merecen ser visitadas. Solo había que hacerlo más accesible al gran público, convirtiendo la experiencia en algo más próximo a lo que están acostumbrados a vivir en un hotel", añaden.

A diferencia de otros servicios, Kampaoh cuenta con una cadena de valor que contempla todos los pasos del proceso de venta, desde el diseño de la experiencia hasta la atención post-estancia.

El 90% de las reservas en 2020 fueron realizadas a través de su página web, apoyada por la atención personalizada que ofrece su central de reservas. Las reservas se realizan en un booking engine diseñado y desarrollado in-house, recurriendo a la venta a través de OTAs solo en momentos muy puntuales del año.

La proyección de Kampaoh seguía una trayectoria ascendente cuando en 2020 la pandemia trastocó sus planes de expansión. 

El impacto del Covid-19

"Como para el resto de empresas del sector, fue un mazazo. Estábamos superando todas las previsiones en ventas cuando todo se paró. A esto le siguió una avalancha de cancelaciones, que pudimos superar gracias a la colaboración de muchos clientes que prefirieron posponer sus reservas en lugar de pedir la devolución".

Pero el final del confinamiento supuso un punto de inflexión para la demanda de la startup. "El público apostó por esta modalidad de alojamiento, buscando espacios abiertos y aire puro. Un concepto que se alejara de las cuatro paredes entre las que tanto tiempo habíamos pasado", añaden las fuentes consultadas.

"La demanda fue excepcional y se ha mantenido este año hasta situar al camping como líder en pernoctaciones extrahoteleras. Aún queda mucho margen hasta que España se acerque a los números de otros países con mayor tradición campista", insisten.

En este contexto, propuestas como la de Kampaoh buscan acercar el camping al gran público y ayudar a que esta tendencia siga creciendo.

Primer destino internacional

En la actualidad la startup sevillana está en pleno proceso de captación de inversión. A principios de año logró una primera ronda de inversión liderada por Encomenda Smart Capital, y desde entonces han sido muchos los fondos que han mostrado su interés en participar en el crecimiento de Kampaoh.

De forma paralela, este 2021 se ha consolidado su expansión nacional, al pasar de 12 a 22 campings. "Algunas de ellos en zonas nuevas para Kampaoh como Cantabria, la Costa Daurada de Tarragona o la Costa Blanca de Alicante, que amplían nuestra oferta de experiencias y acercan nuestro servicio a nuevos públicos".

"Para este año teníamos programado nuestro primer destino internacional, pero la pandemia lo ha ido retrasando todo y, seguramente, cristalice en 2022. Esperamos que a este primer Kampaoh internacional le sigan otros muchos", aseguran.

Con más de la mitad del verano transcurrido, desde Kampaoh son bastante optimistas en sus previsiones para 2021. "Todo apunta a que en este ejercicio estaremos cerca de doblar lo conseguido en 2019".

"El impacto de la pandemia en 2020 fue limitado. Obviamente, no alcanzamos las previsiones pre-pandemia, pero incluso así, conseguimos crecer y casi igualar la facturación de 2019, y con solo tres meses de actividad", recalcan desde Kampaoh.

"Visto con perspectiva, este frenazo nos sirvió para analizar la situación de la empresa con más tranquilidad y marcar la estrategia para los próximos años. Muchas de las líneas trazadas durante ese descenso de la actividad se han convertido en realidades en 2021", añaden.

Tiendas de diseño y furgonetas camperizadas

Con el escenario más estable que se abre en 2021 y la experiencia acumulada durante la pandemia, la empresa inicia una nueva etapa ilusionante. "Hemos iniciado varias líneas de negocio que trataremos de consolidar en 2022".

"Continuaremos apostando por Kampaoh UP, nuestra línea de tiendas de diseño y fabricación propia; y por Kampaoh GO, el servicio de alquiler de furgonetas camperizadas para llevar la experiencia Kampaoh a donde quieras. Ambos conceptos están teniendo una gran acogida".

Estas previsiones y cifras no serían posibles sin el gran equipo humano que hay detrás del proyecto. En los últimos meses, gracias a la llegada de distintas fuentes de financiación e inversión, el equipo ha multiplicado su tamaño por dos, y continúa buscando talento para reforzar puestos clave.

El equipo está liderado por Salvador Lora, CEO y padre de la idea (junto a otros tres emprendedores que ya no forman parte del equipo), junto a Alfredo Vázquez, responsable de la parte técnica; Satur Jiménez, encargado de la expansión y la relación con los campings; y Román Gómez-Millán, director financiero.

Encabezan un proyecto que en los meses de verano puede llegar a los cincuenta empleados.