En ocasiones es complicado para una persona mayor sentirse monitorizada, controlada en todo momento. En cambio, para sus allegados resulta vital que su seguridad esté garantizada. En enfermedades como el Alzhéimer esa garantía aún es más acuciante. Es en ese punto intermedio entre el rechazo a la monitorización y la necesidad de un mínimo control donde entra la startup aragonesa Neki.

Para hacer frente a esta problemática y evitar que las personas portadoras puedan perderse e incluso fallecer, la empresa pone a disposición de las familias cuidadoras y enfermos una línea de dispositivos localizadores con GPS "escondido" integrados en objetos o complementos cotidianos (bastón, reloj, cartera o cinturón) que permiten actuar rápidamente ante caídas, personas desorientadas o perdidas, e incluso evitar fallecimientos.

La soledad de los mayores es otra gran 'epidemia' que se suma a la situación de crisis actual a causa del coronavirus. Este sentimiento puede tener un impacto importante en la salud de los mayores, especialmente afectando a la salud mental con la aparición de enfermedades como la depresión, la demencia y el Alzheimer. Una enfermedad que afecta en España a más de 800.000 personas, la principal causa de discapacidad en personas mayores.

 A pesar de los confinamientos y las restricciones para evitar la propagación del coronavirus, la desaparición de mayores afectados por esta discapacidad y con otras necesidades médicas sigue siendo una realidad. De hecho, según los datos de la Confederación Española de Alzhéimer cerca de 5 millones de personas padecen esta enfermedad neurodegenerativa y el 7 % de las personas mayores de 65 años y la mitad de los mayores de 85 años sufren algún tipo de demencia.

Según indicadores que maneja la startup, un 66% de las personas mayores y que sufren algún tipo de deterioro cognitivo se ha desorientado alguna vez al salir a la calle, y un 42% ha sufrido algún tipo de caída.

Por ello, estos nuevos dispositivos como el reloj localizador GPS y el colgante y llavero localizador GPS, ambos monitorizables por app, se han convertido en parte de la solución y aportan tranquilidad, seguridad y confianza a las familias. Tanto es así, que según explican desde la startup, las personas que utilizan estos dispositivos son los mayores de 76 a 80 años (un 26%), siendo los hombres los que más los usan (un 69%) frente al 31% de las mujeres.

"Nuestras soluciones se han convertido en una herramienta básica para evitar incidentes domésticos en hogares de ancianos, localizar a personas desaparecidas o desorientadas e incluso evitar fallecimientos. Las personas mayores siguen desapareciendo y se necesitan medidas y herramientas para evitar esta situación y que las familias no se sientan solas. Gracias a nuestra tecnología, los cuidadores y familiares pueden conocer con exactitud la localización de las personas mayores, gente con Alzheimer o 'escapistas', todo ello a través del smartphone creando así zonas de seguridad", añade Rafa Ferrer, CEO de Neki.

La enseña, que está presente en España e Italia y que, recientemente ha abierto negocio en Suecia y Portugal, tiene previsto cerrar una ronda de inversión para impulsar su expansión internacional. El objetivo es desembarcar en nuevos países europeos y también en Latinoamérica, como Panamá y México.

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