La doctora Juana Crespo visualiza una de las ecografías que le ha enviado una paciente en remoto.

La doctora Juana Crespo visualiza una de las ecografías que le ha enviado una paciente en remoto.

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Ecografías en remoto hechas por las pacientes para facilitar la fecundación ‘in vitro’

Las pacientes de Juana Crespo ya emplean este diseño con una sonda ecográfica inalámbrica y un sistema de tratamiento de imágenes médicas.

11 diciembre, 2020 03:03

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La telemedicina, poco a poco, se está instaurando en el sistema sanitario. Acelerada por la evolución de la pandemia por la Covid-19, el desarrollo de la tecnología sanitaria está impulsando diferentes tratamientos en remoto. Así lo ha pensado la doctora Juana Crespo para controlar los procesos previos a la fecundación in vitro a través de ecografías en remoto que pueden hacerse las propias pacientes desde sus casas y enviar las imágenes a la clínica para su medición.

Así, ha desarrollado un dispositivo (una especie de maleta) diseñado con todo el material ecógrafo esterilizado, en el que se incluye una sonda wifi ecográfica inalámbrica conectada al sistema de la clínica Equipo Juan Crespo para subir las imágenes que se tome la paciente de una tableta a la nube, explica a D+I la doctora.

Este sistema, que ya están usando las pacientes de esta clínica, cuenta con un programa para el tratamiento de imágenes médicas para poder transmitir las ecografías sin distorsionar la calidad de la misma, con el fin de que los doctores puedan realizar las mediciones y comprobar la maduración de los óvulos.

Para desarrollar este sistema, Goyo Iniesta, responsable del equipo de ingenieros de Equipo Juana Crespo, recuerda que la doctora les solicitó crear un dispositivo en remoto “lo más sencillo posible” para facilitar a la paciente seguir el tratamiento desde su casa. El reto era “poder hacer una medición folicular y un examen ecográfico estando la paciente en casa y el médico en la clínica”, ya sea de forma sincrónica o asincrónica (la paciente envía las imágenes a una hora determinada, pero el equipo las analiza posteriormente).

A través de la plataforma en la nube, se encriptan y anonimizan los datos médicos de las pacientes para su protección. Tras su descarga en el sistema, el equipo médico puede trabajar con las imágenes para poder preparar un tratamiento personalizado para cada paciente e, incluso, en un futuro poder realizar estudios de los exámenes realizados. 

Los inconvenientes del proceso tradicional

El proceso habitual de la fecundación in vitro se inicia al empezar la paciente con la regla, porque es el momento en el que el ovario está en reposo, se visualizan los folículos pequeños con una ecografía para pautar el tratamiento con medicación. “A lo largo de 15 días tenemos que ir viendo cómo ‘cocinamos’ esos folículos, cómo crecen y maduran”, explica la doctora Crespo.

En este proceso, desde la regla hasta extraer todos los óvulos maduros, el equipo de fecundación ve a la paciente una media de cuatro veces para comprobar el momento óptimo de maduración para extraer esos óvulos.

“Para realizar este control de maduración se tiene que realizar ecografías seriadas, la media es de cuatro, pero hay algunas mujeres con más dificultades para estimulares y precisa de cinco o seis ecografías. El problema añadido es que en esos 15 días no sabemos qué días exactamente se van a hacer esos controles, porque depende de cada ovulo y de cada ciclo”, puntualiza la doctora Crespo. En definitiva, no se puede establecer, por ejemplo, lunes, miércoles y sábados, sino que dependerá de cómo están madurando los ovocitos, las ecografías se adaptan a ese desarrollo folicular.

Al no poder pautar con antelación estos controles son muy complicados de gestionar en el día a día de una mujer y más ahora con los problemas de movilidad en la pandemia por la Covid-19, incide la doctora. Esto es lo que hizo a este equipo médico pensar y buscar una solución.

Se trata de “algo muy mecánico y sencillo” porque hacer una ecografía no lleva más de cinco minutos para medir cómo están creciendo los óvulos, pero supone a la paciente desplazarse hasta la clínica en la que se trata.

En otras especialidades, reconoce la doctora Crespo, se están empezando a implementar ecografías a distancia, por ejemplo, en Cardiología para pedir a través de las imágenes segundas opiniones médicas. ¿Cómo se puede no perder calidad sin necesidad de asistencia presencial en la clínica? “Si se pueden mandar imágenes a través de la nube sin deteriorarlas, pensé que podría usar las imágenes de una ecografía que una paciente se haga para ver desde mi consulta el estado de maduración”.