Oriol Pascual (segundo por la izquierda) en la nave de 560 metros cuadrados que Stage2 tiene en el barrio industrial de La Verneda, en la capital catalana.

Oriol Pascual (segundo por la izquierda) en la nave de 560 metros cuadrados que Stage2 tiene en el barrio industrial de La Verneda, en la capital catalana.

Aceleradoras

Más allá del prototipo: las startups del sector industrial ya tienen quien las acelere

Stage2 nace en Barcelona, Berlín y Helsinki para acompañar al sector en la financiación, producción y comercialización de sus productos.

14 mayo, 2022 03:29

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"En el sector industrial no ha pasado como en el tecnológico o biotecnológico. Actualmente no existen instrumentos que den apoyo al crecimiento de empresas emergentes que ya han desarrollado su prototipo. La cadena se rompe en ese preciso momento y nadie sabe cómo hacerlas avanzar".

Habla Oriol Pascual, ideólogo, cofundador y consejero delegado de Stage2, la primera aceleradora de empresas emergentes del sector industrial, nacida en Barcelona. La iniciativa ha echado a andar con ese propósito: "ayudar en la financiación, fabricación y comercialización de las startups del ámbito industrialtech". 

Un grupo de diez emprendedores con experiencia en la creación de empresas industriales de alto valor añadido han decidido dar este apoyo a las startups del sector que ya se encuentren en fase de preproducción, "con un proyecto sólido detrás y con el prototipado de producto hecho", puntualiza Pascual.

La aceleradora incorpora capital riesgo para financiar las fases de acompañamiento de proyectos industriales.

Reconocidos empresarios como Roberto Gili, de Crowdcube; Rubén Bonet, de Fractus; Ignasi Tribó, de Parlem Telecom; o Bruce Larr Holland, de Spectralink, forman parte del grupo cofundador de Stage2. Todos apoyaron la idea inicial de Pascual para "crear la siguiente generación de productos industriales de valor añadido".

Oriol Pascual, cofundador y consejero delegado de Stage2.

Oriol Pascual, cofundador y consejero delegado de Stage2.

El proyecto, de hecho, se inició en la IQS Tech Factory, "donde nos dimos cuenta de que las startups recibían mucho apoyo para desarrollar la tecnología, pero cuando llegaba el momento de fabricar la innovación, las ayudas desaparecían y ellas no sabían cómo avanzar".

Desarrollaron un programa enfocado únicamente a la industrialización de las emergentes, que llevaron a cabo durante siete años y con un resultado final exitoso: consiguieron el crecimiento de 82 startups.

El reto: un fondo de inversión de 15 millones

"Pero nos dimos cuenta que les faltaba otros componentes: necesitaban validación de mercado, saber que había clientes interesados y que cerrarían contratos comerciales. Por otro lado, vimos que los equipos estaban desequilibrados en la vertiente financiera y de desarrollo de negocio, y que tenían que internacionalizarse y optar a financiación a largo plazo desde el inicio para crecer. De este análisis surgió Stage2", explica Pascual.

La aceleradora nace con un capital de 1,5 millones de euros para abordar la primera edición de su programa de aceleración, "y estamos trabajando para crear en un año un fondo de inversión de 15 millones de euros", apunta. El reto de Stage2 es acelerar alrededor de 150 proyectos hasta 2030, con una inversión de 100.000 euros por empresa.

Las compañías con producto físico con base tecnológica propia, valoradas en alrededor de un millón de euros, podrán aplicar a Stage2 a partir del 16 de mayo.

De las más de un centenar de aplicaciones que esperan recibir, solo cuatro proyectos iniciarán en septiembre el programa de aceleración, de una duración de seis meses. El sweat equity es el modelo que seguirá Stage2: participación del 10% a cambio de los servicios que ofrece.

Una red internacional que conecte y cree negocios

El proyecto también tiene ambición europea. Desde Barcelona pretende crear una red que permita identificar oportunidades de negocio y establecer partenariados estratégicos en el continente. Actualmente, Stage2 ya cuenta con acuerdos que le permiten arrancar con nodos en Berlín y Helsinki, con la intención de ampliar el número de sedes en los próximos meses.

La iniciativa, además, quiere contribuir a que Barcelona recupere su tradición industrial y se convierta en pocos años en un centro de atracción para la innovación industrial europea. "En estos momentos, la industria representa el 16% del PIB y eso quiere decir que hemos perdido 10 puntos en la última década. Nuestra intención es ayudar a recuperar este porcentaje para la industria", apunta Pascual.

Vista general de la nave donde se ubican las instalaciones de la nueva aceleradora.

Vista general de la nave donde se ubican las instalaciones de la nueva aceleradora.

La aceleradora ya posee una nave de 560 metros cuadrados en el barrio industrial de La Verneda, en la capital catalana, donde los emprendedores podrán acceder a maquinaria y equipamiento industrial con el que abordar las fases de validación del mercada e industrialización del negocio.

La nave está ubicada en el espacio de TMDC (Taller para la Materialización y el Desarrollo de (grandes) Conceptos), un espacio de trabajo para makers que recupera una antigua zona industrial, donde en ocho naves conviven otras startups y pymes, "que favorece la generación de sinergias", destaca Pascual.

Lograr el impacto del sector digital y 'biotech'

Las dos compañías han cerrado un acuerdo estratégico de colaboración para crecer conjuntamente y contar en el futuro con un espacio de 3.000 metros cuadrados, que quieren convertir en lugar de referencia en innovación de empresas industriales en Europa. 

"Hemos detectado que está emergiendo este nuevo ecosistema y pensamos que alcanzará el mismo impacto y madurez que tienen hoy en día los de base digital y biotech, ya plenamente consolidadas en Barcelona", asegura.

Stage2, transversal a todos los sectores, busca proactivamente las emergentes a las que acelerar. "El reto que asumimos es el de definir el roadmap de estas startups, escribir el playbook que permita, a partir de ahora, acompañarlas en su crecimiento y hacerlo de manera rápida, porque el mercado no espera. Y si nosotros no lo ofrecemos, el mercado irá allí donde se lo encuentre. Este es el reto que Europa tiene en estos momentos", alerta Pascual.