Al inicio de la pandemia por la Covid-19, España, al igual que muchos otros países, detectó una dependencia excesiva del suministro de determinados materiales y productos de Asia, sobre todo del gigante chino. Era el caso de las mascarillas, pero también del material con el que estas podían fabricarse, y el problema de desabastecimiento.

Ante este dilema, muchos grupos de investigación especializados en materiales se pusieron manos a la obra para crear la 'receta' que les permitiera conseguir una capa filtrante bacteriana y de partículas apta para un nivel de FFP2 y FFP3.

Entre estos equipos, hoy queremos destacar a Nonwovens Ibérica, una pyme familiar que acaba de lanzar una nueva línea de producción que para abastecer a los fabricantes españoles del ‘no-tejido’ conocido como meltblown, compuesto por nanofibras para crear mascarillas FFP2 y FFP3.

Su capacidad es producir el material necesario para fabricar la capa filtrante de 1.500 millones de mascarillas FFP3 al año, "con una eficacia de filtración bacteriana (BFE) y de partículas (PFE) del 99%". 

"En España no había abasto de este material y se importaba la materia prima para fabricar las mascarillas", explica a D+I Alberto Miralles, director adjunto de Nonwovens Ibérica y responsable de la división Neolite. "Es un 'no-tejido' muy suave, de muy poco gramaje y homogéneo, gracias a las nanofibras, 70 veces más pequeñas que el grosor de un cabello humano".

¿Qué es un material ‘no-tejido’?

Aunque hablar de 'no-tejido' pueda sonar a ciencia-ficción, estamos más que acostumbrados a utilizar este material en nuestro día a día. "No se trata de un tejido, porque no está elaborado con trama y urdimbre y no emplea un 'hilo' para su fabricación", apunta Miralles.

En realidad, es lo que conocemos como fieltro y lo empleamos para fabricar desde las moquetas del coche, aislamientos hasta entretelas, forro de calzado, hombreras… Esta pyme con más de 50 años experiencia está especializada en el sector de limpieza del hogar: bayetas, fregonas… Entre sus clientes se encuentran fabricantes como Vileda, Scotch-Brite o Ubesol (interproveedor de Mercadona).

Con este bagaje, Nonwovens Ibérica decidió a mediados de 2020 diversificar de su cartera de productos y "entrar en el sector sanitario" a través de "este nuevo sustrato" para poder suministrar a los fabricantes españoles y aportar "proximidad" a esta cadena de suministro tan necesitada en este periodo.

En su particular 'receta' para poder fabricar el material óptimo, los investigadores de esta pyme han trabajado sobre el sistema de formación de velo, para crear la opción de filtrado adecuada para estas mascarillas FFP2 y FFP3, así como sobre el sistema de consolidación de velo para obtener la consistencia para evitar su rotura.

"Vimos que había una oportunidad, porque en España hay muy pocos jugadores en el sector con el know-how suficiente y tampoco se estaban lanzando a invertir en maquinaría de garantías y de alta producción y rendimiento", recuerda Miralles.

"Todos estaban a la espera de contratos con las autoridades público, pero no se comprometían con ninguna empresa privada para cerrarlos, como pasó en otros países como Alemania o Inglaterra". Para Miralles, faltó la "interés y valentía".

No es el caso de Nonwovens, subraya Miralles. "La empresa cuenta con la primera línea Reifenhäuser Reicofil de España, y una de las pocas en Europa", aseguraba la firma en un comunicado. Esta inversión, añade Miralles, es la que permite la gran capacidad de producción que tiene ahora su planta.

La receta de la mejor filtración

"La filtración es un mundo por descubrir, todos los días se aprende algo nuevo. Esta máquina tiene muchas posibilidades: bombas de succión, aires secundarios para controlar temperatura y humedad, regulación del aire en el proceso… muchos parámetros para definir y crear una receta que cumpla mejor los requisitos".

En este sentido, el responsable de Nonwovens incide en la necesidad de apostar por la investigación "para conseguir un sustrato de más calidad" para fabricar esta materia prima.

Por ello, insiste en que más allá de la adquisición de la maquinaria, se requieren una serie "de conocimientos en no-tejidos [50 años de experiencia] para entrar en los procesos de una línea de producción tan delicada como la meltblown".

Es un proceso tan delicado, apostilla Miralles, que "la mayoría de fabricantes cuando consiguen una receta la guardan como oro en paño para poder explotar, pero aún hay que seguir investigando para lograr diferenciarte de la competencia".

No se trata de estar o no dentro de la norma, sino de lograr "más respirabilidad con la misma filtración". Una vez obtienes este material hay mucho margen de mejora y depende de la investigación y de la inversión en I+D de cada empresa.  

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