Zaragoza es una ciudad que, como muchas, apuesta por la sostenibilidad. Pero pocas han presentado tantas iniciativas disruptivas en tan poco tiempo en relación al medio ambiente.

La capital aragonesa dio a conocer hace unos meses nuevos avances en cuanto a la creación de un barrio solar. La multinacional EDP es la que está gestionando un proyecto por el cual 200 vecinos y comercios compartirán energía generada por placas fotovoltaicas instaladas en un punto determinado del barrio.

"No estamos leyendo un libro, sino escribiéndolo y este proyecto va a ser un constante prueba y error que nos va a servir a todos para ir mejorando", reflexiona con este simbolismo el director general de la compañía, Gabriel Nebreda.

Ese constante proceso de prueba y error que debe regir cualquier iniciativa innovadora también está detrás de otro proyecto sostenible con grandes implicaciones tecnológicas: una app que controla todos los desplazamientos del usuario y que agrupa todas las opciones de transporte.

Elegir las rutas más eficaces pero también las más eficientes medioambientalmente es la clave de herramientas como esta. Y, de paso, evidencian si una ciudad está comprometida o no con el entorno.

En este sentido, hace unos días apareció otra de estas evidencias. En este caso, sobre la calidad del aire que se respira en la ciudad maña.

La Consejería de Economía, Innovación y Empleo del Ayuntamiento de Zaragoza ha firmado con la Federación de Empresarios de Comercio y Servicios de Zaragoza y Provincia-ECOS un acuerdo para impulsar el estudio de la calidad del aire en 40 negocios locales.

Instituto de Investigación Sanitaria de Aragón

La iniciativa llega de la mano del Instituto de Investigación Sanitaria de Aragón que se encargará realizar todo el proceso de auditoría, colocación de medidores y monitorización del aire en tiempo real en cada uno de los establecimientos.

La iniciativa, que, según explican en el consistorio, es pionera en España, se desarrollará durante seis meses y servirá para conocer cómo se comporta el CO2 en los diferentes locales y cuáles son las medidas necesarias que tiene que adoptar cada uno de ellos de cara al futuro.

La concejala de Economía, Innovación y Empleo del Ayuntamiento de Zaragoza, Carmen Herrarte, destacó durante la presentación del proyecto que "el Ayuntamiento de Zaragoza está escuchando a la ciencia desde el minuto uno de la pandemia y que, hasta que el Gobierno de Aragón, gestor de la competencia, tome la decisión de regular la calidad del aire, nosotros ya estamos trabajando para dar soluciones a nuestros empresarios y autónomos, necesitan seguridad jurídica para trabajar".

En esa misma línea, la edil recordó que los investigadores han descartado el criterio de aforos como elemento a tener en cuenta en la gestión de la pandemia y que es necesario, dijo, "controlar la calidad del aire para que tanto clientes como trabajadores puedan estar seguros en los establecimientos de la ciudad".

El documento firmado con ECOS recoge que 40 establecimientos con características diferentes serán auditados por el Instituto de Investigación Sanitaria de Aragón, analizarán sus características y conforme a lo que se recoja, se colocarán los medidores de CO2 que correspondan.

El instituto monitorizará los datos y controlará en tiempo real cómo se comporta el aire en esos espacios. Si el local cumple con todas las regulaciones se le entregará un distintivo que acredite que ese espacio es seguro.

Caracterización y seguimiento

"Es una garantía sanitaria para los ciudadanos, porque tendrán la seguridad que nuestros establecimientos son seguros, y por otro lado, también nuestras plantillas podrán respirar más tranquilas en su trabajo diario", ha valorado el presidente de ECOS, José Antonio Pueyo.

Además, el presidente de la federación destaca que es interesante la puesta en marcha de iniciativas como esta, de la mano de la ciencia y la universidad, porque "será un antes y un después en medidas innovadoras y pioneras en toda España".

"Con iniciativas como esta podremos salir mucho más rápido de la crisis actual y de los números rojos en los que sen encuentran algunos de nuestros asociados", concluye Pueyo.

El encargado de llevar adelante el programa piloto es el Instituto de Investigación Sanitaria de Aragón. Liderado por el investigador Alberto J. Schuhmacher, durante la presentación del proyecto destacó que este proyecto, que arrancará en breve, "servirá para sacar conclusiones muy precisas".

En su intervención, Schuhmacher explicó que se han propuesto establecimientos con tipologías diferentes que van a generar mucha información. "Vamos a hacer una caracterización, vamos a mejorar el aire y a hacer un seguimiento que nos permitirá conocer toda la casuística que hay en los diferentes locales", recalcó el investigador.

"Se van a generar muchos datos que después trasladaremos a las personas que toman decisiones para que se puedan implementar todas las medidas necesarias al resto de establecimientos de la ciudad", ha concretado Schuhmacher.

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