Un robot, durante la presentación de las actuaciones de transferencia desarrolladas a partir de este proyecto.

Un robot, durante la presentación de las actuaciones de transferencia desarrolladas a partir de este proyecto.

Andalucía

Sevilla-Málaga: la conexión andaluza para la inteligencia artificial que ha generado ocho patentes en dos años

Desde 2018 se ha creado un ecosistema universitario basado en la IA que está ofreciendo interesantes proyectos en salud, agricultura o turismo.

18 diciembre, 2021 01:16

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Para saber por qué Sevilla y Málaga son a día de hoy dos de las capitales de la inteligencia artificial, ya no sólo en Andalucía, sino en nuestro país hay que remontarse al inicio del invierno de 2019, justo hace dos años.

En aquel momento, un proyecto presentado a la convocatoria de ayudas de los fondos europeos FEDER dedicado a la creación de un ecosistema innovador en torno a la inteligencia artificial obtuvo la máxima puntuación y logró dos millones de euros para su desarrollo.

El proyecto llevaba por nombre 'Ecosistema Innovador con Inteligencia Artificial para Andalucía 2025' y estaba liderado por el Campus de Excelencia Internacional Andalucía Tech, formado por las universidades de Sevilla (US) y Málaga (UMA).

Esa fue la semilla. Y este, el resultado más de 700 días después: 49 soluciones desarrolladas, 230 investigadores y 57 agentes externos -empresas, instituciones…- implicados, 8 patentes, 24 contratos, 49 tesis y más de un centenar de publicaciones indexadas.

Son datos ofrecidos hace unos días en la clausura del proyecto, celebrada con un gran evento en el Palacio de Ferias y Congresos de Málaga (FYCMA).

El plan fue diseñado para tener un impacto en los sectores de la Estrategia de Investigación e Innovación para la Especialización Inteligente de Andalucía (RIS3) y el objetivo final era propiciar "un nuevo modelo económico, centrado en la empresa y basado en una apuesta por la innovación, la ciencia y la tecnología, permitiendo un salto cualitativo a empresas andaluzas junto a investigadores de ambas universidades", explicaron sus promotores.

Y así parece que ha sido. Las diferentes alianzas público-privadas que se han ido tejiendo hablan de la versatilidad del plan y de las herramientas basadas en inteligencia artificial que se han ido implementando.

Movilidad, industria, turismo o agricultura

Las verticales que se han ido generando son la movilidad y logística, la industria avanzada, turismo, cultura, salud, agroindustria y energías renovables, entre otras.

De ahí han ido creciendo proyectos como el de un grupo de investigadores de la Universidad de Sevilla, la clínica Inebir y la empresa G7 Innovation, que durante este tiempo ha desarrollado una aplicación para el móvil que contribuye a descongestionar la sanidad mediante el uso de inteligencia artificial para realizar los triajes de forma virtual.

O como el que ha unido a un grupo de investigación de la Universidad de Málaga con la compañía Trops. Han creado una plataforma de microservicios avanzados de inteligencia artificial, que sirve de soporte a la monitorización de cultivos tropicales y permite la toma de decisiones rápida encaminadas a la detección temprana de plagas y enfermedades o para determinar el momento óptimo de recolección de una plantación.

Y otro ejemplo. El Centro Nacional de Aceleradores (CNA) -centro mixto de la Universidad de Sevilla, la Junta de Andalucía y el CSIC- y la empresa Alter Technology lideran el proyecto de Predicción del Comportamiento Eléctrico de Dispositivos Electrónicos bajo Radiación (PRECEDER).

Se trata de un subproyecto de transferencia del conocimiento, basado en la inteligencia artificial, cuyo objetivo es preparar una amplia base de datos y desarrollar técnicas de machine learning sobre un conjunto de resultados, que permitan predecir el comportamiento de otros componentes electrónicos no testeados en base a la experiencia.

En referencia a los objetivos y conclusiones del proyecto, el vicerrector adjunto de Transferencia de la UMA, José Francisco Aldana, ha explicado que "estas convocatorias son necesarias para establecer relaciones universidad-empresa y, sin duda, su impacto tiene que continuar en el futuro".

"IA en pleno desarrollo"

La directora de secretariado de Transferencia del Conocimiento y Emprendimiento de la US, Catalina Gómez, afirma, por su parte, que "actualmente, la inteligencia artificial está en pleno desarrollo y que este tipo de iniciativas impulsan su avance para que haga nuestra vida más cómoda y mejor".

Una ponencia impartida por la investigadora principal en IA y Comportamiento Humano del Centro Común de Investigación de la Comisión Europea, Emilia Gómez, ratificó todo lo anterior.

La experta enumeró algunas de las características principales de la inteligencia artificial: utilidad general, escalable globalmente, habilidades cognitivas y automatización. "Estamos ante una gran oportunidad y la pandemia ha acelerado su implantación, ha propiciado la transformación digital", remachó.

El proyecto 'Ecosistema Innovador con Inteligencia Artificial para Andalucía 2025' ha concluido, pero es evidente que ha creado un caldo de cultivo sobre el que esta conexión Sevilla-Málaga puede seguir aportando resultados con un gran valor añadido.

De hecho, más allá del marco de este plan, sólo hay que echar un vistazo a algunos de los proyectos basados en inteligencia artificial que se han ido presentando este año en las citadas universidades para que la afirmación anterior cobre sentido.

Sólo por citar algunos ejemplos, durante este año que está a punto de concluir la Universidad de Sevilla y la Fundación Laboral Andaluza del Cemento y el Medio Ambiente (Flacema) han firmado un convenio de colaboración científica para poner en marcha un proyecto de investigación industrial, con el que se desarrollará una herramienta que permitirá optimizar el coste eléctrico de las fábricas de cemento a partir de herramientas de inteligencia artificial.

Otros ejemplos andaluces en IA

También en este 2021, el catedrático de Inteligencia Artificial de la UMA, Francisco Vico, ha recibido uno de los premios ‘Digital Awards Spain 2021’ que entrega AMETIC, la patronal de la industria digital española por su herramienta educativa ToolboX.

Esta herramienta, entre otras funcionalidades, incluye un módulo de big data para supervisar la actividad y progresión del alumno. Esta inteligencia artificial permite a ToolboX adaptar la dificultad de las tareas a la capacidad de aprendizaje del niño y extrae datos agregados de gran utilidad para los centros.

Sin movernos de Málaga, el pasado mes de octubre, se dieron a conocer las iniciativas incluidas en la iniciativa 'K-Project' del Vicerrectorado de Innovación Social y de Emprendimiento de la UMA.

Una de estas ideas era 'AI‐LEAD.  Hotel Lead Generation and Data Driven Management by IA', consistente en el desarrollo de un software hotelero utilizando algoritmos de inteligencia artificial para recopilar y analizar los datos de ventas, marketing y el entorno.

¿Su objetivo? Convertir leads en clientes finales del hotel, proporcionando información clave en la toma de decisiones comerciales, económico‐financieras y de gestión empresarial.

De vuelta en la universidad sevillana, encontramos un riguroso informe elaborado también este año por parte de un grupo de investigación sobre cómo se ha estado aplicando la inteligencia artificial en los últimos doce años en el ámbito del embarazo.

En esta línea, se ha confirmado que trastornos como los defectos de nacimiento congénitos del corazón o la macrosomía, la diabetes gestacional y el parto pretérmino, son detectados de manera más temprana gracias al uso de la inteligencia artificial.

Y acabamos en Málaga, donde investigadores del departamento de Lenguajes y Ciencias de la Computación diseñaron una herramienta de inteligencia artificial geoespacial capaz de identificar patrones de comportamiento de nuevos virus.

Se trata de una aplicación que recoge información relevante sobre una posible pandemia como datos sanitarios, de contagios o de movilidad; los ordena geográficamente y analiza mediante IA para encontrar modelos de conducta que se repiten, con el objetivo de ayudar a los epidemiólogos a controlar la expansión del virus.