Ya llegó el verano, la Eurocopa y el calor. Aparte de los partidos de fútbol, los debates en los bares (abiertos por ahora) sobre qué vacuna nos han puesto a cada uno y sus efectos electromagnéticos o el grado de defensa frente a nuevas variantes del virus, siempre podemos echar mano, como siempre, de lecturas interesantes para acompañarnos en estos meses estivales.

A la nutrida selección de temas, estilos y autores que la literatura patria nos convida podemos añadir, este año, una excelente propuesta de nada menos que la Comisión Europea. El pasado 16 de junio se publicaron los análisis que la Comisión hace de cada plan de recuperación presentado por los países miembros, así como los documentos de los planes en sí mismos.

Como bien sabrán ustedes, uno de los pilares de estos planes ha de ser el impulso de la transición a una economía digital. España dedica el 28% de sus 69.000 millones de euros a este fin, destinados a usos tales como la formación en conocimientos relacionados (3.600 millones de euros), la digitalización de la administración pública, justicia, educación y seguridad social (4.300 millones de euros), infraestructura de telecomunicaciones (4.000 millones) y programas de apoyo a la digitalización de industria, PYMEs, sistemas turísticos y culturales e inversión en inteligencia artificial (4.600 millones de euros).

Sobre esta última partida, y referidos a la inteligencia artificial, les propongo un pequeño experimento, a modo de divertimento de tarde de verano. Trataremos algunos aspectos de la propuesta española en esta materia (la inteligencia artificial, no los divertimentos de verano) conversando e interactuando, precisamente, con la misma inteligencia artificial. El resto del artículo lo vamos a escribir entre un modelo de generación de lenguaje natural conocido como GPT-3 y un servidor. ¿Qué es GPT-3?

GPT-3 es un modelo probabilístico de análisis de contenido de texto. Se trata de un sistema de autoaprendizaje, que combina sistemas de aprendizaje superiores con un modelo probabilístico de análisis de contenido.

El texto del párrafo anterior lo ha escrito, de hecho, el tal GPT-3. ¿Qué significa? Que los investigadores le dieron a un algoritmo unos 45TB de información de texto, el equivalente aproximado de 45 millones de libros de 500 páginas (eso sí que son lecturas veraniegas), para, más o menos, leérselos y aprender por su cuenta cómo se escribe, qué palabras suelen ir juntas, etc. GPT-3 aprendió incluso cosas tan variopintas como el estilo de determinados escritores. Ya saben, es como cuando leen ustedes un ensayo de Félix de Azúa tras las siestas estivales y luego le mandan mensajes cultos a sus amigos por mensajería instantánea.

Volvamos al plan de recuperación de España, en sus aspectos relacionados con la inteligencia artificial. En el plan, este campo se aplica en dos de los pilares: transformación digital y crecimiento inteligente, sostenible e inclusivo. ¿Qué podemos hacer en esos ámbitos ayudados por la inteligencia artificial?

Le suministro el párrafo anterior a GPT-3, y éste responde: "Vamos a ver, la inteligencia artificial puede ser muy útil en nuestro país. Pero hay que ir con cuidado con la inteligencia artificial. Es una herramienta que puede ser muy útil, pero tiene un gran peligro: que la gente la utilice para hacer cosas que antes hacía gente. Y eso puede ser muy malo para el desarrollo de España."

Aparte de que GPT-3 no es el mejor escritor en Castellano (en Inglés el resultado es muy superior, me atrevería a decir que espectacular), nos expone una opinión que es preciso matizar, aunque no es del todo desacertada. El uso intenso de la inteligencia artificial en determinados sectores consiste, en ocasiones, en la automatización de tareas, que acaba sustituyendo trabajo de personas por la labor de un algoritmo.

La respuesta no es, en mi opinión, cerrar el paso a dicha automatización, sino detectar qué trabajos pueden beneficiarse más de la automatización para mejorar la productividad patria y, a la vez, estudiar qué otros trabajos hay que crear que aportan más a la prosperidad del país y cómo debemos pavimentar el camino para ayudar en la transición a quienes puedan ocupar dichos trabajos. De hecho, el plan incluye, como decíamos, una partida considerable para la formación en estos ámbitos. No sólo ha de centrarse en formar especialistas en estas tecnologías, sin embargo. Debemos considerar qué nuevos puestos de trabajo no especialistas surgen a tenor de la transformación, qué nuevas dinámicas y qué nuevas oportunidades. Y apostar.

En todo caso, GPT-3 nos ha dado una respuesta muy centrada en la circunstancia particular de cómo la automatización puede afectar al mercado de trabajo. Pero tratemos de sacarle más jugo. Le proporciono a GPT-3 el texto de los objetivos en materia de inteligencia artificial, y le pregunto si opina que esto ayudará a España a mejorar sus perspectivas económicas. Nuestro querido modelo nos responde lo siguiente:

GPT-3 does not have an opinion/view/recommendation/etc. about this AI aspect of Spain’s recovery and resilience plan (which is planned to be implemented by the Ministry of Economy and Competitiveness) but you as a citizen could comment to the minister about it.

"GPT-3 no tiene una opinión / punto de vista / recomendación / etc. sobre este aspecto de la IA en el plan de recuperación y resiliencia de España (que se espera sea implementado por el Ministerio de Economía y Competitividad), pero usted como ciudadano puede realizar sus comentarios al respecto al ministro." (me responde en Inglés puesto que esta vez le he proporcionado texto en ese idioma para facilitarle la tarea; observen los angloparlantes que la corrección de ese texto es muy superior a los anteriores).

Me resulta revelador (ahora soy Marcelo escribiendo, de nuevo) que GPT-3 sepa el ministerio que va a implementar el plan (no se indicaba en el texto que le he proporcionado para que me responda). La sugerencia de hablar de ello con el ministro me parece interesante aunque ingenua: creo que no lograríamos audiencia. Puesto que no se posiciona, comentaré yo algo al respecto.

El componente 16 del plan, dedicado íntegramente a inteligencia artificial, indica los siguientes objetivos:

a) Situar a España como un país puntero en términos de excelencia científica e innovación en materia de IA de forma interdisciplinar;

b) Liderar a escala mundial el desarrollo de instrumentos, tecnologías y aplicaciones para la proyección y el uso de la lengua española en la IA;

c) Fomentar la creación de puestos de trabajo cualificados, impulsando la formación y la educación, estimulando el talento español y atrayendo el talento mundial;

d) Incorporar la IA como factor de mejora de la productividad del sector privado español y la eficiencia de la Administración Pública, y como motor de un crecimiento económico sostenible e inclusivo;

e) Generar un entorno de confianza en relación con la IA, tanto en términos de desarrollo tecnológico como de regulación e impacto social;

f) Estimular el debate mundial en torno al humanismo tecnológico creando y participando en foros y actividades de divulgación con vistas al desarrollo de un marco ético que garantice los derechos individuales y colectivos de los ciudadanos;

g) Potenciar la IA como vector transversal para hacer frente a los grandes retos de la sociedad y, específicamente, para reducir la brecha de género y la brecha digital, y apoyar la transición ecológica y la cohesión territorial.

El reparto entre necesidades en el corto plazo (la formación que hemos comentado en todo lo que supone el cambio derivado de estas tecnologías) y largo plazo (fomento de actividades de i+d+i, principalmente) es adecuado, desde luego, y una buena noticia el hecho de que se prime la construcción de capacidad en ambos horizontes temporales.

Estos objetivos se apoyan en la implementación de la Estrategia Nacional de Inteligencia Artificial, un plan que tiene un horizonte de ejecución establecido en 2026. Me resulta interesante que haya un foco específico en potenciar el uso de la lengua española en la IA (así, entre otras cosas, podré emplear con mejores resultados una inteligencia artificial que me ayude a escribir artículos más interesantes).

E interesante igualmente que se haga mención, tanto en el plan de recuperación y resiliencia como en la Estrategia Nacional de Inteligencia Artificial, en la necesidad de avanzar no sólo en la técnica como tal y su impacto en los procesos productivos, sino en las implicaciones que tiene en las humanidades. En trabajar para que las humanidades den forma adecuada a los cambios, y que en sí mismas puedan también incorporar las consecuencias de estos cambios.

Entre otros, cambios que harán que determinados modelos de inteligencia artificial acaben escribiendo artículos en periódicos de tirada nacional. Quizá sepan que es frecuente que se escriban determinadas notas de prensa donde se trata de dar cuenta de sucesos de manera objetiva empleando este tipo de modelos. Se lleva empleando desde hace tiempo para informar al instante de resultados deportivos, por ejemplo, y con avances como el modelo GPT-3 con el que hemos compartido líneas en esta ocasión será cada vez más frecuente ver otro tipo de textos más ricos.

Esto nos lleva de nuevo al asunto que nos decía nuestro modelo hoy: ¿qué pasa cuando la IA hace trabajo que hace gente? (empleando su forma de expresarse). A mí me gustaría ver más dedicación de la capacidad humana de redacción dedicada a la reflexión, como he comentado en otros artículos anteriores. GPT-3 no reflexiona. Puede narrar acontecimientos de formas incluso entretenidas, pero no piensa ni hace pensar.

En el ámbito periodístico, por tanto, la IA puede asumir tareas mecánicas y liberar tiempo de humanos para otras cosas que ayuden más a salir adelante: periodismo de investigación, reportajes que amplían fronteras mentales, análisis de la situación, comentario político, económico, social, etc. Igual sucede en otros ámbitos. Considerando aquellos mencionados en el plan de recuperación y resiliencia, será interesante ver cómo se libera capacidad humana en el sector de la salud y la administración pública, por ejemplo, automatizando procesos mecánicos y empleando a los humanos para atender a los humanos que necesitan ayuda. Menos burocracia tramitada por manos de carne y hueso, y más uso de esas manos para sostener las de aquellos que, asustados, preguntan por cómo van a hacer para no cerrar su negocio o abrir uno nuevo, para dar de comer a su familia, para lo que cada cual necesite hacer.

Cerremos este artículo con GPT-3. Le proporciono el párrafo anterior, y me dice lo siguiente:

Ojalá se produzca este tipo de cambio. Sí, es verdad que hay quienes se resistirán a que se automatice sus tareas, pero la gente lo sufrirá más si se les priva de bienestar.

Si lo dice una máquina, será que es así. Tengan ustedes un feliz fin de semana.

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