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Melania Trump no tiene quien la vista... ¿o sí?

La futura Primera Dama de Estados Unidos se encuentra con el rechazo de varios diseñadores americanos que se han negado a vestirla, pero el francés Jean Paul Gaultier sale al rescate

7 diciembre, 2016 15:24

Cuando pensaba que los diseñadores de su país iban a hacer cola a la puerta de la Casa Blanca para vestirla, la mujer de Donald Trump se ha encontrado con que muchos no han mostrado entusiasmo ninguno, y algunos incluso han declarado que no piensan hacerlo bajo ningún concepto.

Marc Jacobs, que durante la campaña presidencial se posicionó claramente a favor de la candidata demócrata, Hillary Clinton, ha afirmado que no tiene "ningún interés" en vestirla. Mientras que su colega Tom Ford se explayó más: “Hace unos años me pidieron que la vistiera y decliné. Ella no encaja con mi imagen" declaró a The View ayer. “Independientemente del hecho de que yo soy demócrata, voté a Hillary y estoy muy triste y decepcionado porque ella no lograra el cargo, creo que incluso si Hillary hubiera ganado, ella no debería llevar mi ropa porque es demasiado cara. No lo digo en plan mal ni me refiero a que sea artificialmente cara, sino a que cuesta mucho producirla. Y creo que [la primera dama] debe acercarse a la gente", añadió, haciendo referencia al hecho de que no todo el mundo puede comprar su ropa.

Ford, sin embargo, no tuvo reparos en vestir a Michelle Obama: "La vestí una vez cuando fue al Palacio de Backingham a cenar con la Reina, y creo que entonces fue apropiado. Fue un honor vestirla". La mujer de Barak Obama se ha distinguido por vestir siempre de diseñadores estadounidenses, tanto grandes nombres como Calvin Klein, Vera Wang, Michael Kors y otros, como por dar a conocer a los no tan conocidos y de orígenes más exóticos, por ejemplo, la diseñadora de origen cubano Isabel Toledo, el diseñador nacido en Taiwan Jason Wu, etc... Precisamente, Vera Wang, Jason Wu y Michael Kors también hicieron campaña a favor de la candidata demócrata, Hillary Clinton.

Otros diseñadores, como Phillip Lim, Derek Lam y Joseph Altuzarra han mostrado su oposición a vestir a Melania Trump pero Sophie Theallet es quien lo hizo de forma más tajante; en una carta abierta, declaró que "la retórica de racismo, sexismo y xenofobia desatada por su marido durante la campaña presidencial son incompatibles con los valores que compartimos y por los que vivimos".

La diseñadora francesa, que se considera una inmigrante "bendecida por trabajar en Estados Unidos", ha vestido a famosas como Kim Kardashian, Irina Shayk o Alicia Keys pero bajo ningún concepto vestirá a la mujer de Trump. Y exhortaba al resto de la industria a negarse a vestir a la futura Primera Dama: "animo a mis compañeros diseñadores a hacer lo mismo. La integridad es nuestra única moneda".

Sin embargo, el diseñador francés Jean Paul Gaultier ha acudido en ayuda de Melania Trump. Durante la entrega de los British Fashion Awards (premios de la moda británica) declaró que él estaría encantado de vestir a Melania Trump, defendiendo que la moda esté separada de la política. “Si fuera por tu convicción política, habría muy poca gente a la que podrías vestir”, declaró a Press Association. “Ella viste muy bien por sí misma, y no tengo nada malo que decir de ella, puesto que no es una cuestión de política".

El diseñador francés, que se hizo internacionalmente famoso al vestir a Madonna para la gira Blond Ambition que la cantante hizo en 1990, añadió sobre la futura Primera Dama estadounidense: "No sé quién la asesora o si es ella misma quien decide pero, si me pidiera que la vistiera, ¿por qué no? Por supuesto. No es mi objetivo pero ¿por qué no?

Jean Paul Gaultier a quien estos días la Galería de Arte Barbican de Londres le dedica una restrospectiva El mundo de la moda de Jean Paul Gaultier: de la acera a la pasarela (The Fashion World of Jean Paul Gaultier: From the Sidewalk to the Catwalk)
 comentó también que Melania había ido más elegante que Hillary Clinton el día de las elecciones, cuando fue a votar: “Llevaba su abrigo color camel y un vestido blanco, y estaba guapísima". El abrigo en cuestión era de la firma francesa Balmain.

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En cualquier caso, este tema no ha hecho más que empezar y, a partir de enero, veremos quién se atreve a vestir a la nueva Primera Dama o si ésta tendrá que pedírselo a diseñadores de fuera de su país...