Istock

Actualidad ESTILO DE VIDA

5 cafeterías "workplace" en Madrid: a trabajar a la "coffice"

En la capital existen muchos cafés con wifi, mesas grandes para reunirte, estudiar, trabajar e incluso beber todo el café o té que quieras. Esta es nuestra selección.

16 septiembre, 2022 03:07
Laura Martínez Sophie Fernández

Si a sumamos las palabras café y oficina, en inglés, el resultado es coffice. Las nuevas cafeterías se convierten ahora en más o menos improvisados estudios o lugares donde cualquiera con un ordenador puede trabajar. Y es que el mundo laboral se está transformando y las cuatro paredes de casa o de la oficina ya no nos limitan.

Ya no son pocos los que se suman - empleados y empleadores - al trabajo desde casa, una práctica que te permite organizarte como quieras y… donde quieras. Como consecuencia de la crisis, esta nueva manera de trabajar se ha extendido, sobre todo entre los más jóvenes, que intentan hacerse un hueco en el mundo laboral como freelance.

Periodistas, diseñadores, fotógrafos, promotores de medios sociales y otros muchos profesionales se han visto sumergidos en el teletrabajo. Es por ello que las cafeterías han visto una necesidad (y un beneficio): servir como un espacio reunirte, trabajar, estudiar, e incluso, tomar tu ansiada bebida caliente.

[Las cinco cafeterías más desconocidas de Madrid que están entre las mejores]

En Madrid, existen muchos cafés en los que puedes desayunar, almorzar, merendar y ser sumamente productivo al mismo tiempo. Como aquí no podríamos mencionarlos a todos, esta es nuestra selección de sitios que se convertirán en tu nuevo lugar de trabajo. 

Café del Art (Plaza de Cascorro, 9)

Nuestra primera recomendación de coffice se ubica en el corazón de la Latina. Lanzado por Sandra Almeida y Edgar Fonseca en el 2019, se ha convertido en una auténtica referencia por su calidez pero también por su exquisita propuesta de café. Su carta incluye también infusiones por método japonés y postres tan apetecibles como la tarta de zanahoria o el pastel de nata.

Tienen, por supuesto, wifi, enchufes en los que cargar ordenador, móvil o tablet, mesas grandes para desplegar papelotes, reunirse y trabajar a tus anchas.

Lolina Vintage Café (Espíritu Santo, 9)

Pese a una competencia cada vez más importante, esta cafetería no ha dejado de ser un referente en Malasaña. Con una decoración impecable y que recuerda a los años 60-70 más creativos - con un toque pin-up incluso-, este lugar es idóneo para pasar tu rato de trabajo fuera de la oficina o de casa mientras disfrutas de un sabroso batido.

Federal Café (Plaza de las Comendadoras, 9)

Acogedora y espaciosa, esta cafetería icónica del barrio Centro te permitirá expandir la mente para unos resultados más óptimos. Y no solo por su iluminación y mesas infinitas.

Cuenta con una carta muy variada que incluye todo tipo de bollería, desde croissants a pancakes, pero también ensaladas, sandwiches e incluso manjares de picoteo como su imprescindible brioche con babaganoush, coliflor asada y pico de gallo con mango y cilantro. Todo además por un precio muy asequible.

La Bicicleta (Plaza de San Ildefonso, 9)

En pleno corazón malasañero y con un espíritu fiel al barrio, La Bicicleta Cycling Café & Workplace es uno de los lugares más indicados para aquellos que quieren salir de casa y trabajar o estudiar en una cafetería. Además, sirven unos deliciosos desayunos que te ayudarán a inspirarte en aquello que tengas que hacer.

El espacio además es muy original, todo con mobiliario vintage, bicicletas colgadas de la pared, mesas amplias y cómodas para trabajar… eso sí, si vas a ir con tu ordenador deberás respetar las zonas. 

Vergüenza Ajena (Galileo, 56)

Aunque no abren por las mañanas, si lo tuyo es trabajar después de comer (o mientras comes) entonces este es tu lugar. Se trata de un pequeño bar librería donde pasar tu rato leyendo, escribiendo o trabajando con el portátil.

Para descansar la mente, siempre podrás acercarte a la librería y disfrutar de la poesía más actual del país, pues en su lista de autores incluyen a algunos autoeditados y nunca le dan la espalda a las pequeñas editoriales.