"No existe ningún indicio de que su conducta, que se limitó a facilitar datos de contacto de la responsable de compras, constituya tráfico de influencias".
La UPF, afín a la fiscal general y privilegiada por ella en los nombramientos, sufre un severo castigo y reduce su presencia en el CF de 4 a dos vocales.
El fiscal, que pedía 8 años de prisión en un inicio, ha rebajado su solicitud una vez los acusados, entre ellos, Marc Fornell, han reconocido los hechos.