Antonia, la madre de David Guerrero Guevara.

Antonia, la madre de David Guerrero Guevara. Jesús Domínguez

Sociedad

La muerte oficial del niño pintor

La madre de David, desaparecido hace más de 30 años, ha pedido que se declare a su hijo oficialmente muerto.

28 septiembre, 2016 17:08

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El niño pintor está muerto. Al menos así constará desde ahora en los registros oficiales. Su madre, Antonia, recorrió este miércoles, con la mirada baja y el rostro pálido de una virgen dolorosa, los pasillos de la Ciudad de la Justicia de Málaga para pedir que se declare a David Guerrero Guevara oficialmente muerto, y que la familia pueda acceder así a la pequeña herencia que su marido les ha dejado al morir.

Pero el trámite judicial será sólo la penúltima etapa en el duelo que la madre de David mantiene desde hace casi 30 años. Desde que, la tarde del 6 de abril de 1987, su hijo de 13 años le dijera adiós por última vez para marchar caminando a la academia de pintura donde acudía cada día, y a la galería de arte La Maison, donde iba a exponer uno de sus cuadros en una muestra titulada Recorriendo la Semana Santa. Pero nunca llegó.
“Recuerdo ese 6 de abril como si hubiera sido ayer. David salió de casa a las seis de la tarde, de camino a una galería donde exponía, y hasta el día de hoy”, ha relatado Antonia al salir de los juzgados, preguntada por los periodistas. Su hijo llevaba a aquella exposición un impresionante retrato del Cristo de la Buena Muerte.

¿Encontró David la muerte? Nunca se supo. Su cuerpo no fue hallado. Tampoco se encontraron pistas sobre una posible fuga voluntaria o testigos de un posible secuestro. David Guerrero, el niño pintor de Málaga, una joven promesa del arte a la que muchos comparaban ya con Pablo Ruiz Picasso, iba a ser entrevistado precisamente esa tarde en una emisora local. El éxito llamaba a su puerta. Pero desapareció sin dejar rastro en una calle abarrotada por los curiosos, que se apretaban en las aceras justamente el día en el que la Reina Sofía visitaba la ciudad. La visita real también llenó las calles de policías; pero nadie vio nada.

Su desaparición se convirtió en uno de los enigmas más formidables a los que se ha enfrentado la Policía. La Interpol, de hecho, considera su caso como uno de los más desconcertantes ocurridos en Europa en los últimos tiempos. Se le buscó en Portugal y en la casa de un millonario suizo tras recibirse testimonios de personas que decían haberle visto. Se investigó a unos pintores belgas de origen magrebí afincados en Marbella. Todo sin resultado. Tres décadas después, los investigadores se resisten a poner en los ficheros del niño pintor el rótulo de ‘Caso cerrado’. El abogado de la familia, de hecho, ha confirmado que las fuerzas de seguridad seguirán adelante con las pesquisas, a pesar del aparente fracaso.

En cuestión de días, sin embargo, un decreto del Juzgado de Primera Instancia número 8 de Málaga dará forma legal a la muerte oficial de David Guerrero, tras pedirlo así su madre y uno de sus hermanos ante el secretario judicial. Se trata de un expediente de jurisdicción voluntaria recogido para estos casos en el Código Civil.

El trámite para dar por muerto al niño pintor ha llevado al Juzgado a publicar varios edictos las semanas anteriores a la comparecencia, para que quien tuviera noticias acudiera a la sede judicial. Pero este miércoles, cuando la agente judicial preguntó en los pasillos de la Ciudad de la Justicia si alguien tenía que aportar alguna información sobre el niño nadie contestó.

El frío trámite apenas duró un cuarto de hora. Pero el decreto de fallecimiento de David Guerrero no enjugará las lágrimas vertidas por Antonia durante casi treinta años. “Para mi mi hijo sigue vivo donde quiera que esté, y algún día espero tener noticia de él”, ha manifestado ante las cámaras. El niño pintor está oficialmente muerto, pero no enterrado.