
El CIS sin la cocina de Tezanos: el PP aventaja ya en 4,4 puntos a un PSOE tocado por las cesiones a Junts y el 'decreto ómnibus'
Recalculamos la estimación de voto del barómetro de febrero. Feijóo podría ser investido con el apoyo de Vox al sumar entre ambos 184 escaños.
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Las enormes dificultades que ha tenido el Gobierno para sacar adelante el decreto ómnibus y las cesiones que ha tenido que hacer a Junts para aprobarlo esta semana sí pasan factura electoral al PSOE.
Esa es la principal conclusión que se extrae del barómetro del CIS de febrero, eso sí, si se elimina la famosa cocina de José Félix Tezanos y se aplica el modelo habitual usado por las principales empresas demoscópicas.
Según el nuevo cálculo, elaborado por SocioMétrica para EL ESPAÑOL, el PP ganaría de largo las elecciones si los comicios se celebrasen hoy. Alberto Núñez Feijóo tendría el 33,5% de los votos y el PSOE, en cambio, se situaría en el 29,1%. Se trata de una ventaja de 4,4 puntos a favor de Feijóo.

Esta imagen dista mucha de la ofrecida por Tezanos en el barómetro publicado este jueves. Según su estimación, el PSOE obtendría un 33,4% de los votos y el PP un 28,1%. Es una ventaja de 5,3 puntos para Pedro Sánchez, superando por más del doble la ventaja que ya le había otorgado en el barómetro de enero (2,2 puntos).
Que el CIS dispare a Sánchez es llamativo, teniendo en cuenta que la encuesta para realizar el barómetro tuvo lugar entre los días 31 de enero y 6 de febrero. O sea, pocos días después de que el Congreso de los Diputados tumbara el decreto ómnibus del Ejecutivo y después de que Sánchez cediese por partida doble ante Junts, troceando el decreto y aceptando que se tramite la proposición no de ley sobre la cuestión de confianza que le exigen los independentistas.
Sumar cae 23 diputados
Sin embargo, Tezanos suele fallar a favor de la izquierda y se pueden usar los microdatos del CIS para calcular una nueva estimación de voto. SocioMétrica ha aplicado en este caso el método publicado en 2019 en el libro La cocina electoral en España, mucho más fiable por los aciertos que acumula.
Según este nuevo cálculo, el PSOE caería en intención de voto con respecto a los resultados del 23-J, donde obtuvo el 31,68%. Sin embargo, subiría en escaños, llegando a los 124, tres más que en las elecciones. El PP crecería sólo cuatro décimas en voto, pero conseguiría cuatro escaños más.
Que los dos principales partidos aumenten sus escaños se debe, principalmente, a la caída de Sumar. El partido de Yolanda Díaz pasaría del 12,3% y 31 escaños el 23-J al 6,2% de los votos y ocho escaños. Se trata de un descenso de nada menos que 23 diputados, según el nuevo cálculo. Podemos, por su parte, se mantiene en cinco escaños.
Esta caída de Sumar provoca que los diputados que Díaz ganó el 23-J en las provincias grandes y medianas se repartan ahora entre otros partidos con mayor apoyo. Si bien esto sirve para que el PSOE crezca, lo cierto es que Sánchez no está recogiendo todo lo que Díaz se está dejando por el camino.
El principal beneficiado en esta situación es Vox. El partido de Santiago Abascal crece levemente, pasando del 12,4% que obtuvo el 23-J, al 14,2% actual. Pero en diputados, el salto es cuantitativo: pasa de los 33 que tiene actualmente en el Congreso a una estimación de 43, diez más.
Los resultados de los cuatro grandes partidos van en línea con lo que refleja el promedio de las principales encuestas publicadas en los medios de comunicación. Este nuevo cálculo ofrece una imagen mucho más fiable que la que da CIS, que es de las pocas que sigue insistiendo en una victoria del PSOE.
Con estos resultados, la suma de PP y Vox da 184 escaños. Son nueve más que la mayoría absoluta del Congreso, por lo que todo apunta a que Alberto Núñez Feijóo podría ser investido presidente del Gobierno si hoy hubiese elecciones generales, un argumento que refuerza la idea de Sánchez de no convocar un adelanto electoral.
Metodología
Para recalcular el CIS hemos utilizado el procedimiento habitual y explicado en el libro 'La cocina electoral en España', que goza de un amplio consenso en los mejores institutos de investigación. En una primera fase se captura la matriz de transferencia de voto entre el voto recordado en las generales de 2023 y el voto si las elecciones fueran hoy. En una segunda fase, se introducen coeficientes correctores para equilibrar la discrepancia entre el voto recordado y el real ocurrido en dichas elecciones. En una tercera fase, se aplica (eleva) la abstención declarada -que suele ser muy baja- a la misma que hubo en julio de 2023. En una cuarta fase, se eliminan los indecisos, asignándoles un 50% a la abstención, y otro 50% al voto declarado en julio de 2023. Este sistema, habitual en casi todos los institutos, no es el que utiliza el CIS, pero es el más fiable y sencillo, y ha demostrado una precisión aproximada del 95% en las últimas elecciones generales, europeas y autonómicas.