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Política

La España informal: el Gobierno, 7 CCAA y 3 grandes capitales de provincia siguen sin Presupuestos para 2025

Extremadura, Aragón, Baleares, Castilla y León, Murcia, la Comunidad Valenciana y Cataluña no han aprobado sus cuentas para este año.

Barcelona vive con los prespuestos prorrogados a nivel local, autonómico y nacional.

Más información: Socios del Gobierno dan por liquidada la legislatura tras el rotundo portazo de Junts a Pedro Sánchez

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Hay una España pendiente de actualizar. Un país entero que hizo sus cuentas pensando en el año pasado, pero que no ha sido capaz de ajustar la calculadora a la coyuntura de 2025. Un Estado que en algunas comunidades vive doblemente en el pasado, ya que sus administraciones también han prorrogado los presupuestos, y que encuentra en Barcelona la cuadratura del círculo. 

La segunda ciudad de España funciona sin nuevas cuentas a nivel local, autonómico y estatal, pese al cambio de ciclo político en Cataluña. 

Pero empecemos hablando del Gobierno. El escenario de aprobar presupuestos para 2025 parece ya casi una quimera. Si hasta hace unas semanas el Ejecutivo confiaba en encauzar las negociaciones con Junts y el resto de sus socios, los sectores más realistas de Moncloa trabajan ya desde antes de Navidades pensando en las cuentas de 2026

Más todavía después de la derrota parlamentaria de esta semana con el decreto ómnibus. Desde el partido de Carles Puigdemont, el socio menos fiable para el Gobierno, pero del que sigue dependiendo Pedro Sánchez, no sólo votaron en contra, sino que se dijeron cosas que en cualquier otro contexto serían irreparables. 

Su portavoz parlamentaria, Míriam Nogueras, glosó una lista de adjetivos de difícil digestión: "negligentes, trileros, gandules, piratas, prepotentes, manipuladores"… Es política y todo puede cambiar de un día para otro, pero la hemeroteca envenena el presente y dificulta el futuro para ambos partidos. 

Así, se hace complicado siquiera proyectar los presupuestos del año próximo. España vivirá, de momento, con los de 2023, pues el año anterior tampoco los consiguió aprobar. Sánchez no lo ha hecho desde que comenzó esta legislatura, la más frágil que ha tenido en cuanto a apoyos parlamentarios. 

Aun así, no es la única Administración desfasada financieramente.

Seis CCAA del PP y Cataluña

De las 17 comunidades autónomas, sólo 10 han aprobado sus cuentas para 2025. Las seis en las que Vox rompió con el PP el pasado verano se han visto obligadas a prorrogarlas, mientras que en Cataluña la recién estrenada legislatura del socialista Salvador Illa no se ha plasmado en unos nuevos presupuestos. Su principal soporte parlamentario, ERC, ya ha anunciado que no está por la labor. 

Esas seis comunidades del PP en las que serían necesarios los votos de Vox o un pacto con otras fuerzas más allá de ideologías son Extremadura, Aragón, Baleares, Castilla y León, Murcia y la Comunidad Valenciana. Y de ellas, sólo en esta última existen perspectivas reales de que aún se puedan aprobar. 

El presidente valenciano, Carles Mazón, dijo hace un par de semanas que esperaba tener un borrador de presupuestos "en días" y desde la Generalitat cuentan con sacarlos adelante

El contexto en la Comunidad Valenciana es muy particular. Los presupuestos estarán eminentemente orientados a la recuperación de la dana, por lo que Vox tendría muy complicado oponerse en estas circunstancias. En el Ayuntamiento de Valencia y en la Diputación, el partido de Santiago Abascal ya votó con el PP. 

El presidente valenciano, Carlos Mazón, y el portavoz de Vox en las Corts, José María Llanos, el año pasado.

El presidente valenciano, Carlos Mazón, y el portavoz de Vox en las Corts, José María Llanos, el año pasado. Efe

Mientras, en el resto de estas comunidades las negociaciones están enquistadas o directamente se ha cerrado esa carpeta. Así ocurre en Baleares o en Extremadura, donde se especulaba con un hipotético acuerdo con el PSOE que finalmente se ha descartado. 

En Castilla y León, el PP también insiste en negociar con el PSOE, aunque con pocas perspectivas de éxito, y en Murcia existe un diálogo abierto con Vox. 

La formación de extrema derecha, que rompió con el PP por el reparto de menores migrantes no acompañados, ha pedido "gestos" a los populares. Pero, más allá de la política migratoria, siempre ha encontrado otros argumentos para continuar con su política de oposición en estos territorios. 

Diferente es la situación en Cataluña. Allí el socialista Salvador Illa logró ser investido el pasado verano con los votos a favor de ERC y los Comuns. Sin embargo, ahora los republicanos se niegan a validar los presupuestos, ya que exigen más "soberanía fiscal". 

El PSC y ERC pactaron un nuevo sistema de "financiación singular" para Cataluña que exigiría un nuevo modelo de financiación autonómica de difícil encaje con el resto de comunidades. Por tanto, el pacto para que la legislatura despegue en Cataluña depende a la vez de Barcelona y de Madrid. 

De esta forma, Illa tendrá que gobernar con los presupuestos de ERC de la legislatura anterior. En la última década, la Generalitat sólo ha logrado aprobar sus cuentas en cuatro ocasiones, lo que deja en evidencia la inestabilidad política que arrastra esta comunidad.

Sólo un "gran pacto" en Ceuta

En Madrid, Galicia, Andalucía, La Rioja o Melilla el PP ha hecho valer su mayoría absoluta para sacar adelante sus presupuestos en solitario. Al igual que ha hecho el PSOE en Castilla-La Mancha. 

Mientas, en Cantabria los populares han pactado con el Partido Regionalista de Cantabria de Miguel Ángel Revilla y en Ceuta contaron con el apoyo del PSOE y de varios diputados no adscritos. La Ciudad Autónoma es la única gran administración donde se ha producido un acuerdo entre los dos grandes partidos

En Asturias, el PSOE encontró el apoyo de IU y una diputada del Grupo Mixto; y en Navarra, sacaron adelante los presupuestos la coalición formada por PSN, Geroa Bai y Contigo-Zurekin.

En el País Vasco pactaron PNV y PSE y en Canarias hicieron lo propio Coalición Canaria, PP y la Agrupación Herrereña Independiente (AHI).

Barcelona, La Coruña y Vitoria

Entre las capitales de provincia de más de 200.000 habitantes sólo Barcelona, La Coruña y Vitoria continúan con los presupuestos prorrogados. Especialmente significativa es la situación de la Ciudad Condal, por su importancia a nivel nacional y porque abre nuevas grietas en los complejos pactos entre Cataluña y el resto de España. 

El socialista Jaume Collboni logró ser investido en 2023 tras una negociación de última hora en la que sumó los votos de los Comuns y el PP para gobernar en solitario. Collboni no podía contar con el PP, pero ahora le reprocha a los Comuns que no apoyen unos presupuestos a los que ERC habría dado su visto bueno.

Los Comuns, integrados en Sumar, exigían a última hora más servicios públicos y blindar la construcción de vivienda protegida. El alcalde barcelonés dio por rotas las negociaciones, por lo que mantiene las cuentas de 2024 y sigue en una posición de precariedad, a merced del resto de partidos. 

Jaume Collboni, en la toma de posesión como alcalde de Barcelona en 2023.

Jaume Collboni, en la toma de posesión como alcalde de Barcelona en 2023. Efe

En La Coruña el BNG se ha negado a aprobar las cuentas del PSOE, mientras que en Vitoria la situación se debería resolver próximamente. Tras un acuerdo entre PSE y PNV, Bildu ha estado semanas negociando enmiendas que finalmente serán aceptadas. El pacto se debería formalizar en los próximos días. 

En el resto de grandes capitales no rige la ruptura de Vox con el PP, circunscrita al ámbito autonómico, por lo que ambos partidos han aprobado conjuntamente las cuentas en ciudades como Valencia, Sevilla, Zaragoza, Palma de Mallorca o Valladolid. 

Llama la atención también el pacto en Oviedo entre populares e Izquierda Unida. Un entendimiento, aparentemente contra natura, como el que podría sacar de la parálisis a diferentes administraciones con diversas combinaciones posibles.