
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, durante su discurso de este miércoles en el foro económico de Davos
Sánchez pide acabar con el anonimato en redes sociales y que Musk revele su algoritmo: "Make social media great again"
El presidente del Gobierno avisa en Davos de que una guerra comercial no beneficiaría a la Unión Europea pero tampoco a Estados Unidos y llama a cooperar con la administración Trump.
Más información: Sánchez llama a "rebelarse" contra la 'tecnocasta' que "usa su poder para controlar el debate público" en alusión a Elon Musk
Mientras su Gobierno entra en barrena tras perder dos votaciones decisivas en el Congreso, el presidente Pedro Sánchez se ha desentendido por unas horas de las miserias de la crisis política en España y se ha puesto el traje de estadista internacional en su visita al foro económico de Davos.
Aunque originalmente había previsto hablar de la buena marcha de la economía española ("somos la prueba de que la socialdemocracia funciona", asegura), en el último minuto ha decidido cambiar el tema de su discurso en Davos para centrarse en la amenaza que a su juicio plantean las redes sociales, que "dañan el orden liberal y el sistema democrático".
Pese a esta crítica demoledora contra las plataformas y sus propietarios "tecnobillonarios", Sánchez ha pedido dar la batalla contra la desinformación. El objetivo es recuperar el control de las redes sociales -que según ha dicho son "un recurso común para la humanidad como los océanos"- y volver a convertirlas en espacios seguros de diálogo, participación y libertad. "Let's make social media great again", ha dicho el presidente del Gobierno, parafraseando el lema de Donald Trump.
Sánchez arremete contra la 'tecnocasta' en Davos y anuncia que propondrá el fin del anonimato en redes al Consejo Europeo.
Para revertir la deriva de las plataformas, Sánchez ha planteado tres medidas concretas: acabar con el anonimato y la "impunidad" en las redes sociales, vinculando todas las cuentas con una identidad digital europea; obligar a abrir la "caja negra" de los algoritmos de las plataformas; y exigir que los "tecnomillonarios" como Elon Musk sean responsables de lo que ocurre en sus redes. El presidente del Gobierno llevará estas propuestas a la próxima cumbre de jefes de Estado y de Gobierno de los Veintisiete para que se adopten a nivel de la UE.
Sánchez ha centrado todos sus ataques en los dueños de las redes sociales (sin citar a ninguno por su nombre) y se ha cuidado mucho de criticar al nuevo presidente de Estados Unidos, que tiene al propio Musk y el resto de "tecnomillonarios" entre sus principales asesores. Al contrario, el presidente del Gobierno apuesta por "reforzar el vínculo transatlántico". "La guerra comercial no interesa ni a la UE ni a Estados Unidos, es un juego de suma cero", ha avisado.
A juicio del presidente del Gobierno, son tres los factores que explican por qué las redes sociales se han convertido en una herramienta de desinformación, ciberacoso o discurso del odio. En primer lugar, las plataformas "simplifican y polarizan" el debate público, lo que da como resultado una sociedad cada vez más dividida y fácil de manipular. Además, las redes sociales impulsan la desinformación privilegiando la difusión de datos incorrectos, imágenes manipuladas y fake news.
"Los propietarios de estas compañías han escogido no parar (las fake news), no porque sea difícil, sino porque son buenas para sus negocios, sino porque atraen más clicks y publicidad y les permiten promocionar su agenda política. Y esta es la tercera manera -y la más terrible- en que las redes sociales están dañando nuestras democracias: convirtiéndose en herramientas para sustituir los votos por likes", sostiene Sánchez.
Los responsables de esta deriva son los propios dueños de las plataformas, "un pequeño grupo de tecnobillonarios que ya no se conforman con controlar casi todo el poder económico: ahora también también quieren el poder político de un modo que está socavando nuestras instituciones democráticas". En este sentido, el presidente del Gobierno ha puesto como ejemplo a Peter Thiel, uno de los fundadores de PayPal, que sostiene que democracia y libertad no son compatibles y rechaza la democracia.
Frente a estas amenazas, Sánchez reclama actuar de forma rápida y decisiva y "crear un frente común de todos los que creen en la democracia" con el objetivo de recuperar el control de las redes sociales. La primera medida debe ser poner fin al anonimato en las plataformas: de la misma manera que nadie puede ir por la calle con máscara o conducir un coche sin matrícula, cada cuenta debe estar unida a una identidad digital. Eso permitiría además la desaparición de bots y perfiles falsos.
En segundo lugar, el presdiente del Gobierno defenderá en el Consejo Europeo "abrir la caja negra de los algoritmos de las plataformas", con el fin de que los reguladores comunitarios puedan inspeccionar su funcionamiento "sin limitaciones". Bruselas debe además aplicar de forma estricta la Ley de Servicios Digitales y endurecer las sanciones contra los incumplidores.
Finalmente, Sánchez reclama que los dueños de las grandes tecnológicas tengan que rendir cuentas "personalmente" de los incumplimientos que se produzcan en sus plataformas, como ocurre en el resto de sectores. "Por ejemplo, el propietario de un restaurante es responsable si su comida envenena a sus clientes. Los magnates de las redes sociales deben ser responsables si sus algoritmos envenenan nuestra sociedad", ha alegado.
"Sé que no será fácil. Todos tenemos miedo porque las personas a las que nos enfrentamos son extremadamente poderosas, tienen recursos financieros y tecnológicos casi ilimitados y aliados muy peligrosos, y juegan sucio porque no siguen nuestras reglas morales y viven en un mundo sin consecuencias. Pero sé que podemos ganar esta batalla: porque tenemos razón, porque somos más y porque lo hemos hecho antes", ha concluido.