
La exministra de Igualdad y actual eurodiputada de Podemos Irene Montero.
Irene Montero: "Mientras nosotras pagábamos un alto coste político, había quien del PSOE metía la mano en la caja"
"No nos vamos a sentar a negociar los Presupuestos hasta que no se cumpla lo pactado y haya impuesto a las energéticas".
"La acusación popular que se está cargando el Gobierno es uno de los pocos avances progresistas de nuestro sistema de Justicia".
"El PSOE lleva años beneficiándose electoralmente de la guerra sucia, judicial y mediática contra Podemos pensando que nunca les tocaría".
Desde que Irene Montero (Madrid, 1988) abandonó el Ministerio de Igualdad en noviembre de 2023 el mundo ha dado muchas vueltas, sobre todo a la derecha. La mayor parte las ha observado al otro lado de la barrera, mientras escribía su primer libro (Algo habremos hecho, Navona Editorial) o desde su escaño en el Parlamento Europeo, pero ya no desde el Gobierno ni el Congreso.
La número dos de Podemos recibe a EL ESPAÑOL en la sede del partido en Madrid la semana del 11º aniversario de la formación, el único que conocen sin elecciones a la vista. Aun así, hay momentos en que la eurodiputada baja las manos, mira fijamente y se le pone cara de candidata. Si le preguntas, responde que quiere ser útil y "llegar mucho más lejos".
Hace un mes, durante una gala en la que estaban presentes todos los grupos políticos del Congreso, Ione Belarra dijo de ella que es "el fusible quemado más vivo de este país". Alguno se lo tomó como una amenaza.
Vídeo | Irene Montero: "El PSOE no se da cuenta de que quien va a tumbar este Gobierno es el propio partido"
La semana pasada hubo una concentración en Lavapiés para protegerla de un grupo de ultraderecha. ¿Se esperaba esa reacción?
Me enorgulleció esa reacción porque Desokupa es una banda de neonazis que lleva meses desahuciando a familias de sus casas cuando más lo necesitan. Y creo que la respuesta vecinal antifascista que dio Lavapiés es la forma de conseguir que sus amenazas se queden en eso, en amenazas. Con el problemón que tiene la gente en nuestro país con la vivienda no nos podemos permitir que haya escuadrones parapoliciales que además están muy bien protegidos.
Es interesante saber quién les protege. Sabemos que hay sindicatos policiales que están haciendo negocio con estas bandas de neonazis que se lucran y que ganan dinero a espuertas echando a la gente de sus casas. Sabemos que hay también ayuntamientos, incluso del PSOE o de Junts que les han contratado, han llegado a acuerdos con ellos y que los han tenido que eliminar por la respuesta ciudadana.
Creo que hay que ilegalizar Desokupa. Es importante que la gente entienda que son el brazo militarizado de una derecha golpista que a nivel judicial, mediático y político en España está ya tirando por tierra las reglas del juego de la democracia para seguir reteniendo un poder que la ciudadanía no quiere que tengan.
Lo decía más por si le sorprendió. Por esto de que llevan dando por muerto a Podemos mucho tiempo.
Allí hubo mucha gente que venía a la presentación del libro y que no pudo entrar porque se llenó, pero también había mucha gente que lo que quiere es recuperar el orgullo de ser de izquierdas, el orgullo de ser feministas, el orgullo de ser antirracistas y el orgullo de ser antifascistas.
En estos años ha pasado algo que para mí es enormemente preocupante en términos democráticos, y es que la izquierda en España ha tenido más poder del que había tenido desde hace casi 100 años, desde la II República. Y eso ha tenido una respuesta por parte de los sectores más reaccionarios de la sociedad, pero también ha sido duramente criticado por parte de la progresía mediática y política, sobre todo desde que formamos el Gobierno de coalición.
Hay mucha gente que está hasta las narices de que le digan que ser de izquierdas está mal, que luchar por tus derechos está mal y que soñar con un mundo mejor está mal. Y que recuperan esa tradición democrática, que es la mejor tradición democrática de nuestros pueblos, de salir a la calle, hacer frente al fascismo y defender a quienes los nazis señalan como sus adversarios.
Más allá de la presentación o más allá de Podemos, lo que vimos fue una izquierda fuerte, orgullosa de serlo.
"España necesita una izquierda fuerte que no se subordine al PSOE. Si sólo mandan ellos, la derecha manda aunque no gobierne"
Hay momentos en los que el libro parece que no va tanto sobre usted sino sobre la relación entre la izquierda alternativa y el PSOE. Los pinta como que ellos son el límite de lo posible y ustedes una especie de Pepito Grillo que les empuja y les presiona. ¿Ocurre eso con Sumar?
Yo creo que en este Gobierno sólo manda el Partido Socialista y que eso es una catástrofe para nuestro país, porque cuando solamente manda el PSOE significa que volvemos a una dinámica bipartidista en la que sólo hacen cosas de derechas. Incluso cuando todos esos sectores reaccionarios están yendo ahora también a por ellos, que siempre les habían dejado al margen o les habían protegido.
Gracias a la izquierda y gracias a la presencia institucional de Podemos se han hecho posibles cosas que el bipartidismo siempre había dicho que eran imposibles. La subida del salario mínimo, la intervención del mercado de la energía... nos decían que se hundiría la economía, o que éramos unos hipócritas, y unas semanas después era la "solución ibérica" defendida por el propio presidente del Gobierno.
Para el poder establecido la situación de confort, de comodidad, es que el PSOE sea la única referencia electoral de la izquierda. En España puede haber mucha gente de izquierdas que escribe libros, que canta canciones, que escribe novelas, que incluso tiene alguna columna de opinión o algún hueco en la tertulia de Àngels Barceló, pero que cuando llega la hora de votar solo tiene una opción electoral.
Lo que demostramos nosotras es que España necesita una izquierda fuerte que no se subordine al Partido Socialista, sino que coopere con el Partido Socialista para garantizar los avances en derechos, los avances democráticos, los avances feministas… Y que si esa izquierda no existe, si no está fuerte y sólo manda el PSOE, pues la derecha manda aunque no gobierne. Que es lo que está pasando ahora.

Pero cuando ustedes estaban en el Gobierno sí había una mayoría de izquierdas en el Parlamento para sacar adelante esas iniciativas progresistas, no como ahora.
Eso es lo que el Partido Socialista nos explica una y otra vez para justificar sus pactos con las derechas nacionalistas, o cuando quieren ceder a los intereses de las empresas energéticas. Hemos visto a Josu Jon Imaz [consejero delegado de Repsol] publicar artículos con nombre y apellidos para decir "ojito, como haya impuesto a las energéticas yo retiro inversiones".
Es decir, hay prácticas que son completamente antidemocráticas de quienes mandan sin presentarse a las elecciones diciendo "aquí se va a hacer lo que yo diga". Y eso pasa con el Poder Judicial y pasa también con el poder empresarial.
El problema es que está aquí Junts, que está el PNV, que no lo aceptarían. Pero la pasada legislatura, es verdad que teniendo unos números un poco más favorables, lo que determinaba que las cosas saliesen adelante no era la aritmética parlamentaria. No es una cuestión de números, era una cuestión política.
¿Como cuál?
La Ley Trans, por ejemplo. El Partido Socialista lo llevaba en su programa, lo firmó en el acuerdo de Gobierno, pero cuando fuimos a cumplir con lo pactado dijeron que no querían. No hace falta recurrir a la derecha, es que el propio PSOE no quería.
La aritmética parlamentaria es una excusa que usa el PSOE para hacer cosas de derechas haciendo parecer que es de izquierdas, que es lo que ha hecho toda la vida. Y es respetable, pero nosotras no tragamos con ese discurso. Hay veces que no hay números y los números se consiguen. También nos decían que no había números para el gobierno de coalición y luego, fíjate, pues sí, los había.
Pedro Sánchez solamente ha conseguido aprobar Presupuestos cuando Podemos ha gobernado con él. La característica más importante que hay que tener para gobernar es tener un propósito: ¿para qué quieres gobernar?
Nos encontramos con una inacción que les está llevando a desmantelar el escudo social que tanto nos costó conseguir, a desmantelar las leyes feministas, a no aplicar la Ley de Vivienda y hacer muy pocas cosas. Y las pocas que hacen… pues de derechas, como pactar el Consejo General del Poder Judicial con el PP.
De cara a las elecciones autonómicas de 2027. ¿Tienen pensado repetir coaliciones autonómicas y municipales con IU o con alguna otra formación a la izquierda del PSOE?
Yo creo que la respuesta a esta pregunta es política, porque en política hay diferentes métodos o diferentes formas de organizarse que pueden cumplir un mismo objetivo. Y a veces un mismo método, aplicado a diferentes situaciones, puede dar lugar a resultados completamente diferentes.
La tarea fundamental que tenemos es que la izquierda se ponga en pie. Sólo si hay una izquierda fuerte en España vamos a poder parar los pies a la extrema derecha y vamos a poder resolver los problemas que tiene la gente.
Necesitamos que la gente de izquierdas deje de estar asustada de ir al trabajo y decir "yo defiendo los servicios públicos, por eso Ayuso me parece que hace unas políticas criminales", o decir "sí, yo defiendo que la ley del sólo sí es sí ha tenido un problema de jueces machistas y reaccionarios que se han rebelado, igual que con la Ley de Amnistía". Si esa tarea política la conseguimos y la izquierda está en pie, la forma en la que nos organicemos electoralmente va a caer por su propio peso.
"El PSOE ha dedicado más esfuerzos en acabar con la izquierda española que en hacer frente a la derecha y a la extrema derecha"
Entonces, es una cuestión solamente política y no se trata de nombres.
Se trata de conseguir un objetivo político que, por supuesto, hacen personas. Y yo me atrevería a decir más que personas, grupos de personas. Las cosas importantes en la vida nunca se hacen solas, siempre se hacen en equipo. Y por eso, claro, es importante con quién te juntas y quién está.
Cuando el PSOE nos decía tantas veces que queríamos entrar al Gobierno porque queríamos sillones, esto era un reflejo de lo que ellos querían para nosotras. Ellos querían darnos sillones, es decir, que nos sentasen en el Consejo de Ministros pero que diese igual que estuviésemos ahí.
¿Da igual quién esté?
No es que dé igual quién esté, pero es más importante el tipo de acuerdo y el objetivo con el que lleguemos a una determinada convocatoria electoral. Si todos estamos de acuerdo en que la izquierda tiene que ser fuerte, que no se puede subordinar al PSOE, entonces los acuerdos caerán por su propio peso.
En este país el PSOE ha dedicado muchas veces más esfuerzos a acabar con la izquierda española que a hacer frente a la derecha y a la extrema derecha. Todo para conservar los votos pero someterla a sus decisiones. Eso lleva a que la derecha mande aunque no gobierne, y lleva incluso a que el Partido Socialista pierda la capacidad de gobernar.
Entonces, a lo mejor tenemos que inaugurar un tiempo, que es también lo que trato de explicar en el libro, en el que la izquierda y la socialdemocracia cooperemos. Que no haya más operaciones de subordinación y que el PSOE se haga cargo de reparar lo que ha creado con esas operaciones, de intentar acabar con su izquierda y crear un sustituto de esa izquierda que pudiese controlar.
Pero, en ese espacio a la izquierda del PSOE, ¿es posible que todas las diferentes sensibilidades vuelvan a reunirse?
Eso va a caer por su propio peso. Si compartimos el objetivo político, la forma en la que nos reorganizamos va a caer por su propio peso.

La eurodiputada y ministra de Igualdad, Irene Montero.
¿Se presentaría a unas primarias para ser candidata?
Eso lo decide la militancia. Yo siempre que he ocupado una responsabilidad pública, un cargo público, ha sido como consecuencia de presentarme a unas primarias y espero que siga siendo así. Sí, lo contrario sería que no hubiese primarias y eso me parecería un retroceso.
Yo prefiero que haya primarias y que decida la gente, así que, haga lo que haga, será con primarias, pero esa decisión sobre lo que vaya a venir en unas futuras elecciones lo decide la militancia.
¿Y es verdad que quiere ser candidata y cabeza de lista en las próximas elecciones?
Yo quiero ser útil. La experiencia de estos años me llena de esperanza, porque no es lo mismo que te cuenten una cosa que vivirla con tus propios ojos. Y estos años hemos demostrado que las instituciones se pueden poner al servicio de algunos procesos de transformación que hasta ahora nos decían que eran imposibles.
No soy ingenua. A pesar de todas las dificultades, pagando un precio personal y político, no consiguiendo todo lo que quieres, tragándote muchos sapos por el camino... creo que la conclusión es que sí se puede.
Hay quienes todavía pensamos que tiene que haber más feminismo, que merecemos una vida libre de violencias, que sabemos que este mundo es muy injusto y que hay que cambiarlo. Nuestra conclusión no puede ser rendirse porque te hayan machacado, sino decir "lo hemos hecho, muchas cosas que parecían imposibles las hemos hecho". Lo que no podemos hacer es parar ahora y entregarles todo el poder.
Tenemos que ir mucho más lejos, porque su reacción es una respuesta a nuestros avances.
"En España hay jueces atrincherados en un poder del Estado para mandar desde ahí sin presentarse a las elecciones"
Como ministra suya que ha sido, ¿qué opinión tiene de Pedro Sánchez? ¿Cómo le caracterizaría?
Creo que Pedro Sánchez es un hombre que tiene mucha voluntad de poder y que ha sido muy inteligente a la hora de ejercer ese poder y de mantenerlo. Lo que pasa es que tenemos una forma diferente de entender para qué sirve la política. Yo quiero poder, pero quiero el poder para transformar el mundo, no para cualquier cosa.
Tenemos muchas diferencias, pero también le reconozco la capacidad que ha tenido para hacer política. Lo que me alegra es que ahora todo el mundo pueda comprobar algo que durante un tiempo el propio Sánchez negó: que Podemos era el motor de las transformaciones en el Gobierno y que, respetando mucho el rol que cumple el PSOE, las transformaciones de las que ahora presume internacionalmente fueron el resultado de un trabajo de mucho esfuerzo por nuestra parte.
También se ve claramente que, ahora que Podemos no está, el propio Sánchez tiene problemas porque se ve claramente que el PSOE por sí mismo no es capaz de avanzar en derechos. No está dispuesto a pagar ese precio, ni a veces tiene el interés, porque tienen otra concepción de los derechos, como la ministra de Vivienda, que dice a los especuladores les puede convencer diciéndoles que hay negocio.
Están los que dicen —sobre todo en el PSOE— que Podemos no se atreve a hacer caer este Gobierno porque tienen miedo de que venga la derecha y los que creen que estratégicamente les conviene poner fin a la legislatura. ¿En qué posición están realmente?
Yo creo que el PSOE no se da cuenta de que quien va a tumbar este Gobierno es el propio Partido Socialista, con su inacción y con su incapacidad para hacer lo que hay que hacer para resolver los problemas democráticos, graves y sociales que tiene España.
El PSOE lleva años beneficiándose electoralmente de la guerra sucia, judicial y mediática contra Podemos, contra los independentistas, contra los movimientos sociales… pensando que nunca les tocaría. Si ahora por fin reconocen que hay unos sectores reaccionarios atrincherados en el Poder Judicial haciendo política, ¿cómo puede ser que la solución que plantee sea la nada? Cinco días de reflexión para no hacer nada.
O ahora una ley que se carga la acusación popular, que es uno de los pocos avances progresistas de nuestro sistema de Justicia. El problema que tenemos con la Justicia no es la acusación popular.
El problema con la Justicia en España es que hay jueces reaccionarios que están atrincherados en un poder del Estado para mandar desde ahí sin presentarse a las elecciones, y tienen más poder que el presidente del Gobierno.
Entonces, el problema que puede hacer caer a este Gobierno es la inacción del propio Gobierno. La incapacidad del PSOE y de Pedro Sánchez para, incluso cuando por fin identifican los problemas porque les están tocando, darle la solución adecuada.

La eurodiputada y ministra de Igualdad, Irene Montero.
¿Qué les diría?
Que claro que hay jueces haciendo política. Claro que hay jueces persiguiendo al adversario político y persiguiendo a sus familias mucho antes que a vosotros, y mucho más duro que a vosotros.
Eso nos ha pasado antes a otras muchas personas. Y vosotros, que habéis pasado en moto o incluso os habéis beneficiado electoralmente, ¿ahora que os dais cuenta me decís que la solución es la acusación popular? ¡La solución será democratizar la Justicia!
¿Por qué no hablan con claridad de Marchena? ¿No hay nadie en el Partido Socialista que sepa quién es Manuel Marchena en este país? ¿De verdad? Sí, lo saben, pero no lo van a decir porque tiene un precio decir que Manuel Marchena dirige muchas de esas operaciones políticas. Pues es que a lo mejor va más de eso que de la acusación popular.
Pero, por acabar con esto, ¿acabar con la legislatura sí o no?
Lo que le interesa a Podemos es aprovechar el tiempo para que la izquierda esté fuerte, porque de nosotras no depende en este momento. Cuando Pedro Sánchez vaya a convocar elecciones, eso puede ser también parte del discurso del Partido Socialista para justificar su inacción.
Su argumento es "no podemos hacer nada porque por un lado tenemos a Junts y por otro tenemos a Podemos". No, si tú quieres hacer algo, te remangas y te pones a negociar y a ver qué hay. La realidad es que el momento en el que se convoquen las elecciones solamente depende de Pedro Sánchez y de lo que él decida.
Entonces, como no depende de nosotras, nosotras lo que vamos a hacer es utilizar nuestros votos en el Congreso, muchas veces siendo más útiles que un ministerio de los que hay ahora.
Nosotras vamos a usar nuestros votos para seguir avanzando en derechos de una forma mucho más modesta, porque tenemos menos poder que cuando estábamos en el Gobierno. Y el tiempo que nos queda, que también tenemos tiempo, lo vamos a dedicar a construir y a poner todos nuestros esfuerzos en que haya una izquierda fuerte en España, porque el siguiente ciclo la necesita.

La eurodiputada y ministra de Igualdad, Irene Montero.
Todavía tienen que negociar Presupuestos. ¿Es posible que el Gobierno siga sin ellos?
Eso si traen los Presupuestos. No sé si el presidente va a empezar a negociar Presupuestos con nosotras, pero por suerte nuestras condiciones están muy claras. Nosotras no nos vamos a sentar a negociar hasta que cumplan con todo lo que han pactado antes.
De momento, han pactado con nosotras un impuesto a las grandes energéticas que no están cumpliendo y que reconocen abiertamente que no van a cumplir. En vuestro propio periódico habéis explicado en titulares muy explícitos cómo el Partido Socialista reconoce que hizo una promesa que no sabía si iba a poder cumplir simplemente para salvar una votación con nosotras. Eso no funciona.
No nos vamos a sentar hasta que no se cumpla lo que ya han pactado y por tanto haya impuesto a las energéticas. Y que no nos digan que no hay números, porque se comprometieron con los mismos números que ahora. Luego, hemos puestos dos condiciones que son de sentido común.
Recuérdemelas.
Una es que España tiene que dejar de ser cómplice del genocidio más horroroso de nuestro siglo. Pedro Sánchez nos está haciendo cómplices en la medida en que los puertos de España son una vía estable de tránsito de las armas con las que Israel asesina. Queremos que se practique un embargo total de armas y que se rompan relaciones diplomáticas y comerciales con el Estado genocida de Israel.
Y la otra es la vivienda. Tiene que haber una intervención del mercado por ley, reducir un 40% el precio de los alquileres y expulsar a los especuladores. Tenemos que prohibir la compra a no residentes, porque las viviendas son para vivir, no para especular, y de paso ilegalizar Desokupa. Así que si quieren Presupuestos con nosotras es con esas condiciones.
El caso de Íñigo Errejón. ¿Qué pensó cuando se enteró?
Pues que el feminismo lo está cambiando todo. Es la realidad. Tantas veces que se nos ha dicho "las feministas habéis ido demasiado lejos, tenéis que estar en silencio". No, cuando se nos pide que estemos en silencio lo que se quiere es volver a hacer invisibles aquellos problemas que, aunque invisibles, existían, que le rompían la vida a millones de mujeres. Porque la violencia sexual rompe vidas. Y ahora las mujeres hemos dicho que ya no estamos dispuestas a seguir guardando ese silencio.
Incluso con toda esa ofensiva reaccionaria contra el derecho a la libertad sexual, contra la ley sólo sí es sí… incluso por parte del Partido Socialista, diciendo "es que habéis ido demasiado lejos, que molestáis a los amigos de 40 y 50 años del presidente", el feminismo está ahí.
Entonces, pues impresiona mucho, porque pese a todos los ataques que recibe a nivel internacional de la extrema derecha, el feminismo habla insistentemente y de forma muy consistente y también yo creo muy hermosa, demostrándonos que esa lucha colectiva sirve para que víctimas que estaban en silencio lo rompan y puedan tener acceso a sus derechos. Y para que acabe la impunidad de los agresores.
Por centrarnos en este caso en concreto, ¿en Podemos no sabían nada?
Es que es increíble. Llevamos diez años siendo Podemos todo lo peor, porque entre otras cosas, ha prescindido de una de las mentes más brillantes de nuestro país, que es Íñigo Errejón, y ahora resulta que parece que hemos sido sus protectoras. Errejón lleva muchos más años fuera de Podemos que dentro.
Quiero ser prudente también porque todo el mundo conoce la enorme distancia que nos separaba durante todo el tiempo que compartimos organización. Y como digo, Errejón hace mucho que decidió escindirse y montarse una escisión que es Más Madrid.
Lo que no puede ser es que después de haber demonizado a Podemos durante años, entre otras cosas, por "tratar tan mal a Errejón", ahora se nos diga poco menos que sabíamos todo y no dijimos nada. No hemos actuado como sus protectoras. No suena muy creíble, la verdad.
¿Cómo ve la posición del Gobierno sobre Venezuela? ¿Qué opina de la asunción de Maduro como presidente sin presentar las actas?
Yo creo que hay muchos gobiernos, y estoy pensando en Colombia o en México, que hablan con claridad de una situación de que debe resolverse mediante procedimientos democráticos y elecciones libres.
El presidente Petro decía hace unos días que en Venezuela no ha podido haber elecciones libres porque hay una intervención económica muy fuerte de Estados Unidos, ahogando la economía por intereses geopolíticos y por el petróleo, y que eso también ha ido haciendo cambiar la posición europea sobre Venezuela en los últimos meses, especialmente después de la guerra de Ucrania.
Entonces claro: que hay una situación de crisis es evidente. Pero me parece que se usa esa crisis con una hipocresía enorme, porque los que critican a Venezuela luego no cuestionan las violaciones de derechos humanos que se dan en nuestro país, en Marruecos o en Arabia Saudí. Y tampoco cuestionan por qué Repsol sigue manteniendo negocios y relaciones comerciales estables con las empresas venezolanas.
Es decir, que les importa Venezuela sólo para hacer daño a la izquierda, o para hacer daño a Podemos, o para hacer daño a eso a lo que ellos identifican como su adversario político. Me produce mucho rechazo que este Gobierno sea tan protector de la que probablemente sea la derecha más golpista de América Latina, que es la derecha venezolana. Porque claro que en Venezuela hay una crisis, pero desde luego la solución no va a venir de la mano de esa derecha.
Eso es una opinión política, pero electoralmente, ¿cree que Nicolás Maduro ganó las últimas elecciones?
Todos los países de su entorno están pidiendo que muestre las actas -cosa que, por cierto, no se hace con otros países-, pero las empresas españolas siguen teniendo relaciones empresariales con las venezolanas. Los países europeos van a reconocer que Maduro es presidente de Venezuela, no van a volver a hacer ese ridículo internacional de reconocer como presidente interino a Juan Guaidó.
Entonces, ¿para qué sirve esa pregunta? ¿Sirve para ayudar a resolver la crisis en Venezuela o sirve para intentar criminalizar una posición de determinada izquierda de la cual se presupone que apoya un proceso? ¿Se la hacen a las empresas españolas que tienen vínculos comerciales estables con Venezuela?
Si realmente alguien está tan comprometido con los derechos humanos que en lugar de hacernos una pregunta a nosotros en una entrevista, vaya a Repsol y le diga que rompa relaciones comerciales con Venezuela.

La eurodiputada y exministra de Igualdad, Irene Montero, durante la entrevista con EL ESPAÑOL.
Los casos de corrupción del PSOE, en concreto el de Ábalos y el de Begoña Gómez. Con él especialmente ha compartido Gobierno y negociaciones.
A mí me produce mucho malestar, porque con algunos de ellos hemos compartido espacios de trabajo… Y, mientras nosotras estábamos pagando un alto coste político por defender que había que implementar un escudo social, que había que prohibir los desahucios o intervenir el precio de los alimentos y la energía, pues hubiese quien del Partido Socialista estaba metiendo la mano en la caja.
Me preocupa que el PSOE todavía no haya respondido a eso, diciendo que van a responder patrimonialmente con el dinero que de los españoles y las españolas que se hayan podido llevar miembros de su partido. Que han podido hacer eso porque su partido les ha puesto ahí.
¿Quién tiene la culpa?
Creo que eso es algo que también demuestra la dinámica bipartidista de la que el PSOE nunca sale. El Partido Socialista, si no tiene un motor de izquierdas al lado cooperando, la forma que tiene de gobierno es la que ha aprendido durante todos los años del bipartidismo. No por casualidad ha sido el partido que más años ha gobernado desde la muerte de Franco: tiene una dinámica bipartidista tan interiorizada que solo saben gobernar así.
Y yo creo que precisamente eso también abunda en la necesidad de que exista en España una izquierda fuerte, porque el bipartidismo no va a volver. Pueden reforzarse determinadas dinámicas bipartidistas como la corrupción, cuando la izquierda no está fuerte, pero sociológicamente el bipartidismo no va a volver. Entonces más vale que tengamos una izquierda fuerte que sea capaz de pactar con otras fuerzas para imprimir una dirección progresista, feminista y plurinacional a nuestro país.
Lo contrario va a ser la barbarie que estamos viendo: el crecimiento de las extremas derechas, de los privilegios de los súper ricos y del maltrato, sufrimiento y crueldad contra las mayorías sociales, como es Milei o como es Trump. Eso no se para diciendo "vamos a no hacer mucho ruido a ver si les calmamos".
El relato de la moderación, esa progresía que cree que se puede ser el guardián por la izquierda de un sistema que no funciona, eso se ha acabado. Ya no hace falta. Frente a ellos: valentía y avance en derechos.