Cuando comenzaba a fraguarse la huelga de médicos de Atención Primaria de la Comunidad de Madrid, el Colegio Oficial de Médicos (ICONEM) y el sindicato convocante de los paros (AMYTS) se unieron en un acto multitudinario.

Tras leer un manifiesto firmado por las asociaciones científicas y otros organismos, los profesionales se presentaron como un bloque "firme" para defender los derechos de los médicos de familia a las puertas de la huelga general. 

Pero ese matrimonio apenas tardó unas horas en romperse. Ya durante la comparecencia ante los medios, el presidente del ICONEM, Manuel Martínez Sellés, tiraba al suelo el argumento del sindicato asegurando que la sanidad de Madrid no era la "peor" de España. 

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Una primera riña que este mismo sábado parecía haber sanado cuando el Colegio de Médicos de Madrid prestaba su sede al sindicato para palpar el sentir de la profesión a las puertas de la cuarta semana de huelga indefinida. 

Pero en el amor, como en la política, las segundas oportunidades no son buenas y el acto del sábado fue solo un parche de una serie de desavenencias que, este martes, se han convertido en divorcio. 

Tras un duro comunicado del Colegio de Médicos que se hizo público durante el lunes y en el que se acusaba al sindicato de haber politizado la huelga, AMYTS ha respondido acusando al Colegio de ir en contra del sentir de sus profesionales y ser ellos quiénes están "politizados". 

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"Desde el ICOMEM se acusa de politización, algo curioso sabiendo, precisamente, los vínculos políticos que tiene la Junta Directiva del ICOMEM y que ha suscitado numerosas críticas entre sus colegiados por su parcialidad manifiesta. Estamos ante una clara interferencia por parte del ICOMEM posicionándose, en medio de una difícil negociación, a favor de la Consejería de Sanidad y desoyendo a sus colegiados", insiste en sindicato médico en un duro comunicado. 

Durante el mensaje remitido a los medios de comunicación y sus propios afiliados (todos ellos colegiados, pues en Sanidad es obligatorio estar inscrito en un Colegio Profesional), AMYTS reclama su papel como representantes de los trabajadores. 

"La actual junta del ICOMEM parece desoír las funciones propias de un Colegio de Médicos y es la segunda vez -la primera fue la huelga de facultativos temporales de hospitalaria-, en la que se atribuye funciones sindicales que recordemos están recogidas en la Constitución en sus artículos 7 y 28 y de las que están específicamente excluidos".

Las reacciones de los representantes políticos en la Asamblea de Madrid no se han hecho esperar y, cada uno, ha tomado parte de un organismo. Mientras que los que alientan la huelga, como Más Madrid, han criticado el comunicado del ICONEM; la consejería de Sanidad ha usado su manifiesto para pedir al sindicato desconvocar la huelga. 

Una de las principales quejas que ha puesto sobre la mesa el sindicato de los médicos madrileños es su cambio de postura. Según ellos mismos afirman, el pasado sábado, en la gran asamblea de médicos de Familia y pediatras celebrada en el propio ICOMEM, "se nos trasladó que desde la institución no se podía emitir ningún comunicado a favor, ni en contra de la huelga".

En su comunicado enviado el lunes, el Colegio de Médicos consideraba que las propuestas que ha planteado la Consejería de Sanidad, que dirige Enrique Ruiz Escudero, para resolver el conflicto constituyen un importante avance para mejorar las condiciones de trabajo de los profesionales y la calidad del servicio. 

Mientras, el sindicato afirma que dichas iniciativas eran claramente insuficientes para los médicos de familia y los pediatras de Atención Primaria. Afirman que "muchas son medidas impuestas por Europa" (como acabar con la temporalidad) y otras ya incumplidas desde 2007.